El anuncio del presidente Gabriel Boric de apoyar
la candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General Naciones Unidas dio inicio a una intensa carrera por liderar el organismo internacional. La exmandataria chilena asoma como una de las cartas para suceder a
António Guterres a partir del 1 de enero de 2027, al igual que otras figuras internacionales.
Boric no ha sido el único en referirse a la próxima elección en el marco de la Asamblea General de la ONU. Otras autoridades globales han expresado sus deseos respecto al proceso que comenzará en unos meses, aunque sin dar nombres claros. El consenso, no obstante, es que el cargo debería recaer, por primera vez en la historia, en una mujer.
Así lo dejó en claro la actual presidenta de la Asamblea General de la ONU,
Annalena Baerbock, en su discurso de apertura el martes: "Una se pregunta
cómo es que de entre 4.000 millones de potenciales candidatas (en referencia a las habitantes del mundo) no se ha podido encontrar a una sola" para liderar el organismo.
La política alemana reconoció que la elección de un secretario general es una decisión que compete a los Estados miembros (que deben presentar a los o las candidatas), pero subrayó lo que vio el lunes durante un acto para celebrar los 30 años de la histórica Declaración de Beijing, considerada un hito en la lucha por los derechos de las mujeres.
"Los que ayer (lunes) estuvieron allí celebrando (vieron) a una lideresa fuerte tras otra, de todos los continentes", reflexionó de nuevo.
Similar mensaje fue el que dio este martes el presidente de Estonia, Alar Karis, durante su alocución: "Ha llegado la hora ya de que se elija a una mujer para que ocupe el cargo de secretaria general de las Naciones Unidas", afirmó.
El Mandatario aseguró además que este "debemos imponer criterios de selección ambiciosos, plazos claros y
garantizar que la Asamblea General también cumpla un papel mayor en ese proceso".
"Tras ochenta años de liderazgo únicamente masculino, apoyamos absolutamente la idea de contar con un proceso justo con el que se ofrezca posibilidades a los candidatos o candidatas más cualificados", recalcó.
Por su parte, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, recalcó que el nuevo jefe de la ONU debe ser latinoamericano, respondiendo a la regla no escrita de rotación de continentes.
"Corresponde ahora a Latinoamérica y el Caribe ofrecer un liderazgo renovado, con visión, independencia y compromiso que los tiempos exigen. Nuestra región tiene la diversidad, capacidad y experiencia para levantar una voz firme en favor de la paz, la justicia climática, los derechos humanos y el desarrollo sostenible", señaló.
Abinader fue más allá, aunque sin dar nombres:
"Estoy plenamente convencido de que ha llegado el momento de que una mujer ocupe la secretaría general".
Además de Michelle Bachelet, en las conversaciones de diplomáticos han rondado nombres como la actual secretaria general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, la costarricense Rebeca Grynspan; la actual primera ministra de Barbados, Mia Mottley; o la exsecretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena. Ninguna de ellas ha oficializado su candidatura.
Pero también han sonado figuras masculinas. Uno de ellos es el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, que ha manifestado públicamente su intención de postular a la Secretaría General.
El mensaje de la Celac y el guiño de Petro
Por su lado, los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) emitieron este miércoles un comunicado conjunto en el que respaldan que el sucesor de António Guterres sea de la región, en aplicación del principio de "balance geográfico equitativo" y para "fortalecer la diversidad".
Sin mencionar nombres, los ministros de RR.EE. subrayaron que "ha llegado el momento" de un secretario general procedente de la región, aunque esto ya se daba por hecho según la regla de rotación de continentes para ocupar ese cargo, dado que el último (y único) secretario general de esta región fue el peruano Javier Pérez de Cuéllar (1982-1991).
El documento resalta que es necesario
"promover un sistema internacional más inclusivo y representativo", y que un secretario general de la región latinoamericana-caribeña "contribuirá significativamente a robustecer la capacidad de las Naciones Unidas para enfrentar los retos globales contemporáneos".
Un poco más directo fue el presidente colombiano, Gustavo Petro. Durante su alocución en el encuentro de alto nivel "En defensa de la democracia: luchando contra el extremismo" celebrado hoy en la ONU, el Mandatario bromeó con su par chileno, Gabriel Boric, luego de que este último pidiera que se respetaran los tiempos de intervención. "Voy a terminar, ya estoy aquí finalizando. Los chilenos más disciplinados que los colombianos, ¿o no? Nosotros bailamos mejor, entonces perdemos los tiempos", dijo entre risas.
Boric aseguró a Petro que "no ha visto bailar a la Presidenta Bachelet", a lo que el colombiano respondió: "Bueno, vamos a invitar a Bachelet a bailar aquí en las Naciones Unidas, ojalá en la Secretaría General, a donde nos inviten".
La elección de un secretario general se concretará el año que viene, para comenzar su mandato el 1 de enero de 2027, y depende en gran medida de los apoyos que pueda cosechar entre los Estados miembros de todos los continentes, y sobre todo de su capacidad de suscitar consenso y de que su nombre no sea vetado por ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE.UU., China, Rusia, Francia y Reino Unido).