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Lucy Ana Avilés, la psicóloga chilena que se tranformó en filántropa y gestionó la llegada del Supertanker

Ella junto a su marido han realizado importantes aportes a la región de O'Higgins y El Maule. De bajo perfil, reside en Denver, Colorado, desde 2007.

24 de Enero de 2017 | 13:24 | Emol
SANTIAGO.- La Conaf autorizó esta mañana la operación del avión Boeing 747-400 Supertanker –el más grande el mundo- para realizar pruebas en el combate de los incendios forestales que han consumido más de 150 mil hectáreas en la zona centro-sur del país.

La llegada de esta nave se logró gracias a la gestión de Lucy Ana Avilés y su fundación Vientos del Sur, quien financiará el arribo del avión donando cerca de dos millones de dólares para ello.

No es primera vez que ella realiza este tipo de actos de filantropía en Chile. De hecho, tras el terremoto del 27 de febrero también gestionó la ayuda a víctimas de la tragedia en Iloca y ha realizado un importante trabajo solidario en la sexta y séptima regiones.


Psicóloga de la Universidad del Desarrollo y con estudios escolares en el colegio Juanita de Los Andes, Avilés conoció en 2002 al arquitecto estadounidense Benjamin Sharpe Walton en el centro invernal de Valle Nevado. Cinco años después contrajeron matrimonio.

El es nieto de Sam Walton, fallecido fundador de la cadena de supermercados Wal-Mart, y heredero de la fortuna familiar.

La pareja se casó en la Viña Santa Rita, donde muchos integrantes de la familia del novio llegaron a Chile en un jet privado. Actualmente residen en Denver, Colorado, junto a sus dos hijas: Zoe y Maya.

Construcción de escuela


Desde 2007 Walton es miembro del directorio de la Walton Family Foundation, que concentra la obra de beneficencia de la familia para ayudar a los más necesitados, y en donde además participa su padre.

En ese contexto es que la ONG entregó ayuda tras el 27/F. "Siempre existió el deseo de hacer proyectos acá (Chile). Dos semanas antes del terremoto de 2010, fui a conocer la escuela de Iloca, y me di cuenta de que faltaban juegos y se los ofrecimos", comentó Avilés en una entrevista con revista Cosas.

En el mismo medio agregó: "Benjamin, que es arquitecto, se hizo cargo del diseño y construimos una escuela estilo chileno, que se llamó Víctor Manuel Avilés Inostroza, por mi bisabuelo médico, que fue muy querido por el pueblo de Iloca. La escuela básica se abrió y tiene una capacidad para 350 alumnos".

Actualmente, están apoyando a Proyect C.U.R.E., una ONG que distribuye medicamentos, equipos y materiales médicos a más de cien países en el mundo. Sin ir más lejos, en 2014 la fundación llevó insumos médicos a 15 postas y cuatro hospitales en la Región de O’Higgins y del Maule.

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