SANTIAGO.- El polémico viaje del diputado Gabriel Boric junto a familiares a la isla Lennox en un buque de la Armada, fue la última de una seguidilla de polémicas que debió enfrentar la institución este verano, en el inicio de un año clave para ésta, pues el Gobierno debe designar al sucesor del actual comandante en jefe, almirante Enrique Larrañaga.
Ante este hecho, la Marina nacional se vio obligada a dar explicaciones por el periplo. Según dijo, el viaje no implicó un gasto adicional de recursos fiscales y se hizo aprovechando uno que ya estaba programado. La respuesta no calmó los vientos que ya soplaban en contra por los casos de espionaje sexual y el consumo de alcohol a bordo de las naves.
Pero además, la irrupción del ex comandante en jefe, almirante (r) Jorge Arancibia, hizo que las ráfagas aumentaran: Criticó la presencia femenina en esta rama de las Fuerzas Armadas -aunque después rectificó sus dichos- y lanzó una hipótesis sobre la culpabilidad en los siniestros que le significó una citación al tribunal por difusión de noticias falsas.
"El comandante en jefe de la Armada ha actuado correctamente (...) Aquí existe una responsabilidad personal de quienes transgredieron estas normas"
Jorge Tarud
Justamente las palabras de Arancibia sobre las mujeres en la institución se originaron por la polémica provocada por el caso marinos que fotografiaron a sus compañeras al interior de la fragata "Almirante Lynch".
Pero no fue el único incidente de este tipo que golpeó a la institución. En julio de 2016 ocurrió un hecho similar en el buque escuela Esmeralda: En una recalada en Hawaii, durante el viaje de instrucción, un marino llegó ebrio y fotografió a una de sus compañeras que dormía a torso desnudo.
Los hechos dejaron a un funcionario expulsado y un informe de la Armada que reconoció otros cinco casos de transgresiones a la normativa.
Hubo más. Meses después debió nuevamente dar explicaciones por la presencia de bebidas alcohólicas en sus naves, debido al dictamen de la Contraloría que analizó la presencia de 143 botellas de cerveza en el submarino "Simpson", declarándolas prohibidas.
Tras este complejo verano, la Armada comienza un período de definiciones importantes: Su comandante en jefe deberá presentar una quina conformada por las cinco mayores antigüedades a la Presidenta Michelle Bachelet, quien deberá nombrar a su sucesor.
¿Estos escándalos pueden influir en la elección de quién dirigirá el rumbo de la institución por los próximos cuatro años? Responde el presidente de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud.
4años dura la gestión del comandante en jefe
"La nominación del próximo comandante en jefe, a mi juicio, no tendrá una relación directa con estos hechos, sino que, simplemente, serán las consideraciones que tome la Presidenta de la República en función de la trayectoria, las capacidades, el liderazgo y el futuro de la Armada", manifestó a Emol.
"Generalmente se elige por antigüedad, pero si la Presidenta nombra al número cinco, es decir, al de menor antigüedad, los demás pasan a retiro", dijo el legislador, quien informó que nunca ha ocurrido que un Mandatario rechace la quina y pida nuevos nombres.
Larrañaga dejará el cargo a mediados de año, pero Tarud advierte que lo ocurrido en las últimas semanas esto no empaña la gestión del almirante.
"El comandante en jefe de la Armada ha actuado correctamente, vino a la comisión de Defensa por el Caso Lynch y se tomaron las medidas correspondientes, hay un marino expulsado y otros bajo proceso. Además detalló los reglamentos internos para proteger a las mujeres de la institución. Por lo tanto, aquí existe una responsabilidad personal de quienes transgredieron estas normas", expresó.
El 29 de mayo de 2013, Larrañaga fue designado por el ex Presidente Sebastián Piñera como comandante en jefe de la Armada, asumiendo el 18 de junio. Ese día, comenzó su período constitucional de cuatro años al mando de la institución que comienza un período de definiciones tras un complejo verano.
