SANTIAGO.- Pedro Browne fue uno de los tres diputados que en enero de 2014 decidieron abandonar Renovación Nacional para fundar Amplitud, un movimiento que buscaba marcar distancia con la derecha tradicional. Casi tres años y medio después, sin embargo, el parlamentario notificó a la directiva que encabeza la senadora Lily Pérez de su renuncia irrevocable a la colectividad.
La decisión la venía meditando desde fines del año pasado, según dijo a
"El Mercurio". Concretamente, tras los comicios municipales, en los que Amplitud obtuvo dos alcaldes, 19 concejales y poco más de 50 mil votos a nivel nacional. Un resultado que, a su juicio, puso en evidencia el error estratégico que cometió la colectividad al priorizar la participación en las elecciones sin haber consolidado un proyecto político.
"Es una suma de cosas. Hubo un distanciamiento a partir de lo que ocurrió en las municipales. Se produjeron diferencias, miradas distintas. Y eso me hizo dar un paso al lado, porque ya no estaba participando y tampoco estaba cómodo", señala el diputado.
-¿Las diferencias fueron con Lily Pérez?
-Evidentemente hubo diferencias políticas, de cómo debía proyectarse Amplitud hacia adelante. La decisión de abandonar el partido la tomé muchos meses atrás; pero cuesta cortar el vínculo con un proyecto que uno vio nacer.
-No fueron diferencias puntuales. Públicamente, usted criticó la decisión de la directiva de no llevar candidato presidencial.
-Hay un tema estructural. Yo hago mi propio mea culpa : quizás aceleramos muchas cosas y creímos que nuestro proyecto era más potente de lo que en realidad fue. Cuando Karla Rubilar no quiso seguir adelante porque creía que debíamos mantenernos como movimiento, a lo mejor tenía razón. Quisimos formar un proyecto de centro, liberal, pero no necesariamente con el sustento ciudadano suficiente.
-Lo que usted resiente, entonces, es la falta de apoyo electoral.
-Siempre se puede construir, a lo mejor, ese apoyo; pero para eso hay que construir bases sólidas. Cuando uno se apura y rápidamente se convierte en partido y enfrenta las elecciones, al final se diluye ese proyecto más largo.
-Dos de los tres diputados fundadores ya renunciaron al partido. Tuvieron un mal resultado en las municipales y no tienen candidato presidencial. ¿Qué futuro tiene Amplitud?
-Bueno, yo ya no pertenezco; la Karla se fue hace tiempo, Joaquín (Godoy), en la práctica, tampoco está perteneciendo, y por lo tanto, lo que hoy están dentro de Amplitud deberán ver qué pasa. Hace unos días anunciaron candidaturas al Parlamento en las ocho regiones donde están constituidos, y el futuro va a depender de cómo les vaya en la elección.
-Hoy, el partido no lo representa.
-No. Tal como está, no es lo que yo pensé que íbamos a construir. En eso, evidentemente, todos tenemos una responsabilidad. Además, veo que lo que está en juego para adelante, y creo que es importante para el país, es la elección presidencial. El partido hoy no tiene una candidatura y hace unos días yo decidí que mi candidato es Sebastián Piñera.
-¿Quería que Amplitud se sumara a la candidatura de Piñera?
-Ellos dijeron que después de las primarias van a tomar una determinación. Tendrán que evaluarlo en su minuto. Hay otros candidatos también. Está Felipe Kast, que me parece súper interesante como proyecto. Pero creo que para el próximo gobierno se necesita un Presidente ya consolidado, maduro, que haya pasado por las batallas que se necesitan para administrar el país.
-¿Acertó Amplitud con su política de alianzas? Alejarse de Chile Vamos y juntarse con el movimiento de Andrés Velasco.
-En su momento fue una apuesta interesante generar un conglomerado distinto a lo que se veía en la política tradicional. Lamentablemente, eso no prosperó. Ciudadanos tuvo un traspié en el Servel, y avanzar sin candidato presidencial se hace cuesta arriba.
-¿Le seducía una candidatura de Velasco?
-Hubiese sido atractivo, pero mirado en perspectiva, viendo que la adhesión que uno creía que existía no era tal, quizás se entiende la decisión de no levantar una candidatura.
-Amplitud está muy asociado a la imagen de Lily Pérez. ¿Eso perjudicó el proyecto, lo personalizó?
-Difícil decirlo. Probablemente se dio porque ella era el liderazgo más fuerte, y a nosotros quizás nos faltó, por distintas razones, ser más protagonistas. También es cierto que uno no elige quién es más atractivo para los medios, y en ese sentido, un liderazgo más consolidado quizás sí afectó la mirada que externamente existía de Amplitud.
