SANTIAGO.- República Argentina, República de Francia o Escuela España… En Chile abundan los colegios municipales que llevan el nombre de algún país. Sólo en el Gran Santiago se contabilizan cerca de 40 establecimientos públicos que tienen esa característica. Hay algunos nombres que incluso llaman la atención, por lo remotos o lo poco conocidas que son esas culturas en nuestro país, como República de Chipre, de Sudáfrica o Reino de Noruega.
La razón para que se llamen así parece ser variada. En el municipio de Lo Espejo explican que cuando el Estado determinó que las escuelas municipales no tuviesen números, para evitar la discriminación hacia sus alumnos, se solicitó a las distintas embajadas permiso para usar los nombres de sus países, y que algunas accedieron, por lo que sus colegios hoy se llaman así. También hay casos en que se ha decidido nombrar al colegio así por algún vínculo especial con ese país o su cultura o en que el nombre es simplemente circunstancial.
Pero más allá del origen, ¿esos colegios tienen hoy un nexo efectivo con esas naciones y sus embajadas? Hace unos meses se conoció que el alcalde de Santiago, luego de los daños provocados por la toma en el Liceo Confederación Suiza, se contactó con la embajada de ese país para solicitarle apoyo financiero para mejorar el establecimiento. Sin embargo, el embajador le negó los recursos y hasta le sugirió cambiarle el nombre al liceo, señalando que no tenían ningún vínculo con él y que incluso perjudicaba la reputación de ese país.
¿Qué ocurre en el resto de los colegios? Emol consultó en distintas comunas y las realidades son muy diversas. Mientras hay colegios que tienen un fuerte vínculo con el país; en otros casos la relación es parcial, inexistente o si alguna vez existió, se ha ido diluyendo.
Desde aportes para bingos hasta intercambios y atención médica
Hay numerosos colegios que tienen un vínculo con las respectivas embajadas, el que se suele traducir en temas culturales, celebración de festividades, visitas del embajador al colegio y en que las embajadas entregan premios a estudiantes. En ocasiones menos frecuentes, les entregan aportes materiales o en dinero, y hay casos en que incluso les brindan atención médica a los alumnos o éstos tienen la posibilidad de irse de intercambio.
Uno de ellos es el Colegio República de Siria, de Ñuñoa. Su director, Óscar Vilches, afirma que "la embajada tiene un contacto directo con el colegio", y que sus autoridades asisten al aniversario y licenciatura de cuarto medio, donde entregan premios a los alumnos destacados. Además la Sociedad de Beneficencia Homo Science "atiende en forma gratuita a un grupo de estudiantes del colegio, a través de una clínica móvil dental, que realiza tratamiento dental, radiografías y urgencias"; y que las "damas sirias", pertenecientes al Estadio Sirio, realizan aportes a los estudiantes. "Este año donaron un televisor HD" a los alumnos de sexto básico, comenta.
El Colegio República de Costa Rica, de la misma comuna, también tiene una relación cercana con esa embajada. La directora, María Loreto Moreno, cuenta que no reciben ayuda económica, pero sí tienen "una estrecha relación con el embajador". "Siempre asisten a nuestros eventos, hemos hecho intercambios de profesores y alumnos; de hecho, allá hay una escuela que se llama Chile; y en la graduación de los octavos entregan un premio al "Espíritu Costarricense'".
Algo parecido ocurre en el Colegio República de Indonesia, de Lo Espejo, donde la embajada de ese país otorga aportes para algunas causas, como bingos y aniversarios. También hay una "cercanía cultural", ya que en el colegio celebran el día de la independencia de Indonesia y el embajador de ese país visita el colegio un par de veces al año y realiza clases magistrales.
Otro caso donde el vínculo es muy potente es la Escuela Estado de Palestina, de Estación Central, que adoptó ese nombre recientemente, en 2016. El alcalde Rodrigo Delgado –quien es descendiente de esa colonia– comenta que "hay un especial vínculo con el embajador de Palestina, Imad Nabil Jadaa, y un contacto permanente con el cónsul, Ammar Zorba, quien está constantemente visitando el colegio". Dice que ambas autoridades participan en los actos de la escuela y, a su vez, la comunidad escolar asiste a celebraciones en la embajada.
La embajada además instauró el premio a la "Palestinidad", que reconoce a los alumnos más esforzados, responsables y con mejores notas. Dice que la colectividad palestina también "se ha comprometido a realizar mejoras en la infraestructura del colegio". También se realizan talleres sobre la situación en Palestina y se pintó un mural de un pesebre en uno de los patios, "para que los estudiantes tengan presente que Jesucristo nació en Palestina", apunta el edil.
En el Colegio República de Argentina, de Ñuñoa, aunque lleva ese nombre desde 1928 recién hace 24 años se restableció la relación con ese país. Su director, Raúl Fernández, dice que ésta se refleja en el "intercambio educativo" que tienen con la Escuela República de Chile –que está en Argentina– y con el Instituto Terapéutico "Creando" de Buenos Aires. Dice que en ambos colegios se realizan actos cívicos para el 18 de septiembre y 25 de mayo, donde asisten los embajadores.
Las distintas realidades de los dos colegios "República de Francia"
En la capital existen al menos dos establecimientos municipales "República de Francia". Uno queda en Ñuñoa y el otro en Estación Central. Aunque ninguno de los dos tiene un nexo con la embajada francesa, el de Ñuñoa tiene relación con algunas entidades de ese país. Así lo indica la directora, Patricia García, quien cuenta que mantienen una "estrecha relación con las damas francesas de beneficencia que, a través de proyectos, realizan donaciones al colegio; y con el Instituto Francés, que realiza capacitaciones en convenio a estudiantes y funcionarios del colegio".
En el caso de la escuela de Estación Central, el alcalde Delgado cuenta que en un comienzo hubo un vínculo con la embajada, pero que hoy no existe. Dice "en sus inicios, la escuela estaba ubicada en un campamento y los niños usaban cajones como escritorio". Ante eso, el Gobierno invitó a la embajada para que apadrinara al colegio, pero "el apoyo se generó sólo al principio" y hoy el nombre sólo se mantiene ya que está ubicada en la comunidad Villa Francia.
Finalmente, hay otro grupo de colegios que, pese a llevar el nombre de un país, no tienen ninguna relación con éste o su embajada. Así ocurre con el Colegio República de Filipinas, de Lo Espejo, donde en 2013 se perdió todo contacto con la embajada de ese país. Según indican en el municipio, esto habría ocurrido "porque cambiaron al embajador" de Filipinas.
Tampoco existe ninguna relación, ni cultural ni económica, con las respectivas embajadas en el Colegio República de Austria, de Estación Central; en el Colegio República de la India y las escuelas España, Inglaterra, Reino de Noruega y República de Korea, de Quinta Normal.
En el caso de la Escuela Inglaterra, desde el municipio comentan que su fundación coincide con la visita de la Reina Isabel a Chile, en la década de los '60. De hecho, en la insignia del colegio tiene como símbolo una corona. Sin embargo, no hay ninguna relación con ese país.
