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La compleja historia familiar de la niña de 13 años que murió al no recibir un trasplante

Daniela Belén Vargas Vargas tenía 13 años cuando falleció. Vivía en Chiloé y estaba al cuidado de una guardadora, luego de que se constataran abusos sexuales en contra de su grupo familiar.

10 de Noviembre de 2017 | 11:06 | Emol
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Pantallazo.
SANTIAGO.-Tenía 13 años, era oriunda de Chiloé y se encontraba bajo la custodia del Servicio Nacional de Menores (Sename). Es Daniela Belén Vargas Vargas, la niña que murió a manos del Estado, a la espera de un trasplante de corazón que nunca llegó. El Comité de Ética de la Red de Salud UC Christus no la incluyó en la lista de espera para el trasplante debido a su "precariedad familiar, social y personal".

Las razones de su muerte son conocidas y fueron difundidas por los medios de comunicación, pero poco se conoce de su historia personal.

Daniela pasó sus últimos meses de vida en la capital de Castro, específicamente en un domicilio ubicado en la población Salvador Allende. Llegó ahí por una orden del Juzgado de Familia. Se encontraba bajo el amparo de Ginette Fuentes, una guardadora que la cuidó durante ocho meses.

"Era una niña muy carismática, cariñosa, amorosa, pero lo que más tenía ganas ella era de vivir". Así la describió Fuentes en un reportaje de La Estrella de Chiloé.

Antes la chilota había vivido con una tía en Dalcahue y con su madre y abuela en Caguach. Pero, luego de que se constatara abusos sexuales por parte de su entorno familiar, el Sename decidió trasladarla al hogar de su última cuidadora.

De acuerdo a La Tercera, la familia de la niña intentaba recuperar su tutela, que estaba "prácticamente lista para que su hermana se la llevara a Caguach", según explicó Fuentes. Sin embargo, debido a su enfermedad prefirieron dejarla en Castro para que pudiera atenderse de mejor manera.

La adolescente padecía miocardiopatía dilatada, lo que que le generaba accidentes vasculares constantes. Por su condición, tuvo que viajar a Santiago de urgencia y ser derivada a un hospital de la Red de Salud UC Christus, de la Universidad Católica.

La única opción que tenía para vivir era el trasplante de corazón que finalmente no se le concedió por su situación "precaria", que está detallada en un informe del recinto que debía atenderla.

Al ser dada de alta, Daniela tuvo que regresar a Chiloé en un trayecto por tierra de más de 15 horas. Dos semanas después murió de un infarto cardíaco. Su descenso ocurrió en el Hospital Augusto Riffart de Castro, el 13 de abril de 2015.

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