SANTIAGO.- "Cuando pasa un tren, esto es como un terremoto: Se mueve todo, hay un zumbido, se genera como un vacío", dice Julián González para empezar a explicar lo que le sucede cada quince minutos a su departamento, ubicado en Pedro de Valdivia con Sucre, cerca de una ventilación de la Línea 6 de Metro de Santiago.
Dice que todo empezó cuando estaban haciendo el pique donde hoy está la ventilación, hace unos cuatro años, y que desde entonces ha sostenido reuniones periódicas con la empresa. Por eso creó esta semana, junto a otro afectados, un grupo en Facebook para organizarse. Le pusieron "Víctimas de Metro de Santiago".
"Día a día aumentan los casos", dice González, y explica que el problema se agrava en los horarios punta y durante la noche. "Yo pensé que eran trenes acomodándose, pero cuando hablé con Metro me dijeron que a esa hora opera solamente el tren de mantención. A esa hora todo vibra y te despierta", cuenta.
La normativa adoptada
Tras las denuncias, la empresa emitió un comunicado donde explicó que ha sostenido cerca de 40 reuniones con vecinos y que ha realizado mediciones a través de una empresa externa.
"Se realizan de forma periódica", anunciaron, además de explicar que "la normativa adoptada por Metro es mucho más estricta que aquella asociada a daño estructural de edificaciones, lo que permite a Metro asegurar que no hay riesgo estructural en las edificaciones por la circulaión de los trenes".
González dice que el anuncio no le sorprendió, porque es un tema que ha discutido con la empresa en todas sus reuniones y porque en su departamento, que queda en un segundo piso, se hizo una medición, aunque precisa que estaba programada para las 20.00 horas, donde el panorama es más complicado, y finalmente se hizo cerca de las 22.00 horas.
"Efectivamente metro ha medido, pero en Chile no existe una normativa que regule la vibración por efectos del paso de trenes en viviendas, entonces la ley faculta a la empresa de adoptar la que ellos deseen. Metro adoptó la que más le conviene, que es una de las más permisivas a nivel internacional de las que hemos revisado", afirma.
Según él, las normas adoptadas por países como Canadá y Alemania son "mucho más estrictas" y que la elegida por Chile, que es también la que se utiliza en España, es "la más liviana".
En búsqueda de una solución
El objetivo del grupo de Facebook que empiezan a levantar es, para González, "articular una masa crítica y ejecutar alguna acción en pos de obligar a metro a que mitigue el nivel de vibraciones".
En su comunicado del miércoles, Metro anunció que "implementará acciones de corto plazo con el fin de mitigar lo planteado por los vecinos", principalmente durante la noche, y que "analizará alternativas complementarias en la misma línea".
"Cuando pasa un tren, esto es como un terremoto. Se mueve todo, hay un zumbido, se genera como un vacío"
Julián González
La empresa también afirmó que "la percepción de vibración puede variar respecto de cada persona, tipo de suelo y de edificación, entre otros factores".
"Metro siempre pone en duda que las vibraciones puedan generar tanto perjuicio en la calidad de vida de las personas", dice la concejala de Ñuñoa, Alejandra Placencia (PC), quien ha participado de algunas reuniones y visitado zonas afectadas.
Dice que ha notado "disposición a escuchar, pero no necesariamente a acoger todas las solicitudes de los vecinos" y que "el deterioro de las construcciones se ha ido viendo con el paso del tiempo, como el resquebrajamiento de muros y cielos".
"Todos los vecinos alegan exactamente lo mismo, sin necesidad de haber hablado antes entre ellos y aunque vivan en sectores alejados los unos de los otros. Se repite exactamente el mismo testimonio", concluye.
