SANTIAGO.- Festejos, elogios y celebraciones en La Moneda son algunos de los elementos que han rodeado a la "Roja" en los últimos días tras clasificar al Mundial de Francia 2019 y el repechaje para llegar a los Juegos Olímpicos de 2020.
Pero ahora, tras los resultados en la Copa América Femenina, se busca dar un paso clave para los próximos años: lograr que el fútbol femenino en Chile se profesionalice.
Así también lo propuso la propia ministra del Deporte, Pauline Kantor: "El fútbol femenino llegó para quedarse y en ese sentido la ANFP, que es la encargada y rige el fútbol profesional, tiene un gran desafío por delante para que mujeres y hombres puedan estar a la misma altura", señaló.
Y es que por el hecho de no estar profesionalizado, muchas jugadoras de la selección no pueden vivir sólo del fútbol, ya que en sus respectivos clubes no reciben sueldos y no tienen contratos.
Por lo mismo, algunas de las seleccionadas optaron por desarrollar una carrera en la educación superior, en paralelo a su trayectoria deportiva.
Estudiantes universitarias
Antes de ser la portera del PSG, Christiane Endler estudió Educación Física en la Universidad Andrés Bello (UNAB), y después obtuvo una beca en Estados Unidos, donde estudió Business y jugó por el South Florida Bulls.
Caso similar es el de la delantera María José Rojas, quien estudió en la UNAB y después sacó su carrera en Business en Estados Unidos. Ahora juega en el Orca Kamogawa en Japón.
Que ambas figuras de la "Roja" estuvieran en la Andrés Bello no es casualidad. De hecho, muchas llegaron a estudiar a esta institución ya que les ofrecieron becas deportivas para estudiar y competir en el fútbol universitario.
Así, en la UNAB estudiaron Karen Araya (Educación Física), Camila Sáez (Administración de Empresas), Natalia Campos (Enfermería). Mientras que la Universidad de Las Américas (UDLA) estuvo Rocío Soto y Ámbar Soruco estudió la carrera de Entrenador en el Instituto Nacional del Fútbol (INAF).
Otra jugadora que se tituló es Fernanda Pinilla. La lateral por la izquierda es licenciada en Física en la Universidad de Chile y hace unas semanas empezó un doctorado en la misma casa de estudio.
La también presidenta de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) señaló a La Hora que pese al dificultad de estudiar y practicar el deporte en paralelo, "siendo organizada y responsable con los tiempos de estudio y de entrenamiento para no dejar el fútbol nunca de lado, lo logré".
"No bajarse del carro de la victoria"
Quien valoró este triunfo de la "Roja" fue la ex presidenta y parte del directorio de la Anjuff, Iona Rothfeld.
La ex jugadora de Universidad Católica, que actualmente estudia en Estados Unidos, dice que por el hecho de que las futbolistas no puedan desarrollarse sólo en la disciplina, la clasificación al mundial "se consiguió con el mínimo, y esperamos que podamos mejorar las condiciones".
De esta manera, dice que para jugar en Chile "uno trata de clonarse porque no dan las horas para rendir. Nadie te da las garantías, uno está haciendo malabares con su tiempo. Si un jugador profesional tiene que tener todo el día para preparase, las jugadoras tienen que estudiar o trabajar, nadie te da garantías".
Para finalizar, la representante de la Anjuff cree que "mucha gente se va a subir al carro de la victoria, pero esperamos que después de esto no se bajen y que haya un plan de desarrollo de largo plazo para profesionalizar el fútbol femenino".
