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Rayados, rastros de molotov y una rutina alterada: El día a día del barrio donde está el Liceo Aplicación

Ayer cinco carabineros resultaron lesionados tras ser atacados por encapuchados al interior del recinto educacional. Un hecho recurrente en el sector donde hace dos años fue dañada la Iglesia de la Gratitud Nacional.

14 de Septiembre de 2018 | 16:47 | Por Josefina Humeres, Emol
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Patio del liceo donde ayer fueron atacados cinco Carabineros

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SANTIAGO.- Con la reja cerrada y sin alumnos ni profesores en clases. Así amaneció hoy el Liceo de Aplicación tras los disturbios y enfrentamientos de estudiantes con carabineros ocurridos ayer, tanto dentro como fuera de este emblemático establecimiento de la comuna de Santiago.

La violenta jornada del jueves culminó con dos estudiantes detenidos y cinco policías heridos, y tuvo su momento más grave cuando individuos algunos vestidos de overoles blancos- lanzaron bombas molotov y objetos contundentes a carabineros.

A las 9:40 de la mañana, un grupo de funcionarios esperan fumando y conversando sobre las posibles sanciones que podrían tener los estudiantes, afuera del liceo ya que las clases fueron suspendidas a causa de los destrozos que ocurrieron ayer en el recinto.

Los trabajadores no tienen permitido dar declaraciones, pues dada la contingencia solamente el director del Liceo de Aplicación, Humberto Garrido es quien entrega información oficial sobre cualquier medida que vayan a tomar.

En la parte posterior del edificio, por la calle Maturana, se pueden observar los rastros de bombas molotov y de pintura que han lanzado durante las movilizaciones y enfrentamientos contra carabineros, además de diversos rayados en las paredes y las huellas que quedaron tras los intentos de forzar las puertas para ingresar al recinto.


El liceo, ubicado en Ricardo Cumming, entre la Alameda y Romero, está a una cuadra de distancia del colegio Salesiano y la Iglesia de la Gratitud Nacional, que pertenece a la misma congregación religiosa.

Llama la atención la custodia policial presente en el sector, pues hay un carro lanza-agua estacionado, perteneciente a la 40° comisaría de Fuerzas Especiales, que está todos los días de la semana desde las 8 de la mañana a las 10 de la noche. Además, un carabinero está apostado a la entrada de la iglesia y otros efectivos que hacen ronda por el sector.

Este contingente policial está de punto fijo desde el 2016 cuando unos encapuchados robaron la imagen de un Cristo durante una marcha estudiantil. Según señala el carabinero de la 3° Comisaría Central Norte que resguarda el sector, están ahí con un rol preventivo en caso que se produzca algún disturbio y también, para proteger la integridad de la iglesia, pues es monumento nacional desde 1989.


En los alrededores del establecimiento educacional hay locales comerciales que también se han visto afectados por las manifestaciones de los estudiantes, ya que no pueden abrir a la hora habitual. "Tenemos que abrir a partir de las 10 de la mañana raíz de las bombas lacrimógenas y las botellas que tiran", comenta Alejandro Pérez, uno de los locatarios del sector.

En una cafetería que está contigua al almacén por Ricardo Cumming, han tenido que encerrarse con clientes por el peligro de las bombas molotov y el olor a lacrimógena.

A pesar de todos los disturbios que han ocurrido en el Liceo de Aplicación, desde el establecimiento informaron a través de Facebook que la celebración de Fiestas Patrias que tenían programada para mañana sábado, la realizarán de todas maneras.
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