"Mokita", una palabra que proviene de la lengua indígena kivila, de Nueva Guinea, y que representa una verdad que todos conocen pero que se ha acordado no mencionar. Se trata de algo parecido a la idea de un "elefante en la sala". Esa es la palabra que le da nombre al Proyecto Mokita, la organización que propuso un rito ciudadano para efectuar este martes, cuando se cumplan cuatro meses de la primera muerte por covid-19 en el país.
"Miles le han seguido. Frías cifras y muchos análisis abundan, pero han faltado ritos y honores para estas personas que ya no nos acompañan, sobre todo momentos para compartir en comunidad, vivir el dolor y resistir la soledad", expusieron a través de una carta a El Mercurio los fundadores y consejeros de la organización, que empezó a organizar encuentros para hablar de la muerte en 2016.
"En su honor, desde Proyecto Mokita hacemos un llamado al país a recordarles y perpetuar su memoria. Invitamos a realizar un sencillo pero significativo minuto de silencio, quizás acompañado con la lectura de un verso, el martes 21 a las 20:00 horas. Una vela o la luz del celular en la ventana en señal de respeto, reflexión y sentido. El silencio puede ser la mejor poesía para sentirnos en compañía de nuestra tierra y que nadie quede en el olvido", agregaron.
Es precisamente una poesía lo que está en la página web del proyecto. "Únicamente los muertos no piensan que trabajan / ni piensan que no piensan ni antitrabajan / llegan a ese nirvana / a través del azar o con el error / de los iniciados / en las antípodas de la sabiduría / Su último destino es, en cualquier caso, el mismo", se lee en letras negras. Las palabras corresponden al poeta Enrique Lihn.
La idea de Proyecto Mokita —una organización que busca "naturalizar la muerte en las conversaciones de la vida"— ha recibido el respaldo de organizaciones como ComunidadMujer y de la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. La idea también ha sumado apoyo ciudadano en redes sociales. "Podemos colaborar en humanizar, en recordar que esa cifra que presentan todos los días en televisión como si fuese un marcador deportivo son pérdidas de vidas humanas, son completas familias en duelo", se lee.
Hablar de la muerte
"Toda vida humana es igualmente digna. Sin importar la edad, cada persona que fallece es reflejo de una historia completa, desde su inicio hasta su fin. Existir es una mezcla de experiencias, amores, dolores, aprendizajes, alegrías, penas, esperanzas y tanto más. Una vida es valiosa en sí mismo, como lo es para quienes conviven a su alrededor. Valiosas 'criaturas que yo vi morir; de lo que era mío y se fue de mí', como dijera Gabriela Mistral".
Así comienza la carta publicada este domingo en el periódico. La misiva está firmada por los consejeros Adriana Valdes, Juan Pablo Beca, Rosario Navarro, Verónica Rojas y Verónica Undurraga, además de los fundadores de la iniciativa, Jorge Browne y Matías Reeve.
"Invitamos a realizar un sencillo pero significativo minuto de silencio, quizás acompañado con la lectura de un verso, el martes 21 a las 20.00 horas. Una vela o la luz del celular en la ventana en señal de respeto, reflexión y sentido"
Proyecto Mokita
Browne y Reeve trazan el origen de la iniciativa a 2014, cuando ambos se conocieron en Londres mientras el primero estudiaba Salud Pública y el segundo Filosofía. "Las conversaciones decantaron en un duda ineludible: ¿por qué conversar sobre la muerte parece algo sombrío y raro de hacer?", cuentan en la página web.
Desde fines de 2016 realizan mensualmente un "Café de la muerte" en Chile, una tendencia que empezó en Inglaterra. "Derribando el tabú de evitar conversaciones en torno a la muerte, esta iniciativa pretende un diálogo libre y honesto sin experiencia particular ni interés alguno", explican. En estos cafés han participado más de 100 personas.
"A pesar de ser de las pocas certezas con las que contamos, poco o nada se habla sobre la muerte. Su imagen es lejana y su aspecto sombrío", dicen. "Hablar sobre la muerte, creemos, puede ayudarnos a tomar mejores decisiones al final de la vida y darle un sentido distinto cuando no estamos cercanos a ella".
