"No está escrito en piedra". Esas fueron las palabras del Presidente Sebastián Piñera cuando, en una conversación con la senadora Yasna Provoste en La Moneda, abordaron la posibilidad de que las elecciones se realicen en la nueva fecha, pero en un total de tres jornadas. "Esas fueron sus palabras", relató la presidenta del Senado a Tele13 Radio. "No se cerró a incorporar un tercer día y eso será parte de la discusión que se haga en el Parlamento", agregó.
La idea viene de una propuesta que vio la luz poco antes de que el Gobierno anunciara el envío de la reforma constitucional para aplazar los comicios programados para abril. El mismo domingo, se conoció la idea que los cientistas políticos Mauricio Morales, Kenneth Bunker y Tomás Duval, junto a los diputados Pepe Auth (IND) y Tomás Fuentes (RN), elaboraron en conjunto: que las votaciones mantuvieran la fecha de abril, pero que se sumara además el viernes.
"Nosotros plantéabamos la posibilidad de que, si ya habíamos extendido a dos días la elección, extenderla a tres", explicó Morales en EmolTV. "Más importante que eso es la sugerencia de bandas horarias con horarios exclusivos, no solo preferentes, que implican organizar a los electores en tres o cuatro bandas para evitar las aglomeraciones en los locales de votación", expuso. También resaltaron como una clave el prohibir cualquier acto posterior de celebración.
Aunque finalmente el Ejecutivo se inclinó por buscar un aplazamiento de las elecciones, la idea de los tres días quedó flotando en el ambiente, a pesar de que el presidente del consejo directivo del Servel, Andrés Tagle, se apresuró en aclarar ante las comisiones unidas de Constitución y Gobierno Interior de la Cámara que no se trataba de una idea factible.
Según expuso, hay limitantes tan concretas como la falta de stock. "No tenemos materiales para hacer la custodia en dos días", explicó el lunes. "Copamos el stock de materiales para hacer sellos de seguridad de un día, el resto ya no hay material en Chile y hay que importar", agregó.
Mencionó, además, que el gasto sería demasiado alto.
Ante esto, voces como la de Mario Desbordes (RN) se mostraron en desacuerdo. "No nos podemos cerrar a ninguna medida que ayude a que la elección se pueda hacer bien. No tenemos que cerrarnos a ninguna y creo que tenemos que tener flexibilidad. Descartar a priori, como hace el Servel, me parece que es un error", dijo.
"No nos podemos cerrar a ninguna medida que ayude a que la elección se pueda hacer bien. No tenemos que cerrarnos a ninguna y creo que tenemos que tener flexibilidad. Descartar a priori, como hace el Servel, me parece que es un error"
Mario Desbordes
También impulsan la idea Heraldo Muñoz (PPD), quien propone que el viernes se dedique exclusivamente a adultos mayores y personas con comorbilidades —e incluso desliza la posibilidad de reincorporar el voto obligatorio— y el senador Guido Guirardi (PPD), que la menciona como una condición para hacer efectiva la postergación.
Otra de las consideraciones expuestas por el propio Servel es el resquemor por la carga de trabajo que generaría en los vocales de mesa. De hecho, la propuesta presentada por los expertos electorales consideraba asignar un monto de $150 mil a cada uno de ellos, lo que implicaría un desembolso de recursos mayor.
"Movilizar a estas 250 mil personas que es el personal electoral, gran parte de ellos carga pública remunerada y no contratados, es una cosa que nos da mucho susto, de exigirles tres días de trabajo y el riesgo de que simplemente no lleguen, a pesar de las sanciones", mencionó.
