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Incertidumbre en Palacio Pereira y sin condiciones en el ex Congreso: La accidentada primera jornada de los convencionales

La suspensión del primer encuentro formal del órgano que debe redactar la nueva Constitución estuvo marcada por una serie de dudas e inconvenientes sobre su funcionamiento.

06 de Julio de 2021 | 08:00 | Por Felipe Vargas, Emol
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La primera sesión de ayer estaba programada en la sede de la Cámara en Santiago.

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"¿Usted es constituyente?". Esa era la pregunta que realizaban los guardias de seguridad y Carabineros que estaban apostados en el Palacio Pereira a eso de las 10 de la mañana de este lunes a cualquier persona que se acercaba al ingreso del edificio dispuesto para el trabajo de la Convención.

La consulta sorprendió a los funcionarios y periodistas que a esa hora consultaban si era posible entrar al recinto para cubrir el inicio de las labores del órgano que debe redactar la nueva Constitución, pero también a algunas de las nuevas autoridades, cuyos rostros no eran conocidos por los encargados de custodiar el lugar.

Los primeros en llegar fueron algunos de Vamos por Chile, seguidos por los de la Lista del Pueblo, la UDI, el FA y el PS. Al entrar, tenían que dar su nombre y rut en la recepción y la mayoría no sabía a ciencia cierta dónde estaban las oficinas dispuestas para los encuentros ni tampoco conocía el interior del espacio habilitado por el Gobierno.

En conversaciones informales, ninguno sabía tampoco el formato que tendría la esperada sesión inaugural que se daría en el hemiciclo de la Cámara de Diputados en la capital. Pese a que en la jornada anterior se planteó la posibilidad de hacerlo en el exterior, se optó por utilizar esas dependencias manteniendo el aforo por el covid-19.

A las 11 de la mañana estaba prevista una reunión entre la presidenta de la instancia, Elisa Loncon, y el vicepresidente Jaime Bassa, con el encargado de la Unidad de Secretaría Técnica dispuesta por el Gobierno, Francisco Encina, y el subsecretario de la Secretaría General de la Presidencia, Max Pavez, donde abordarían estas materias.

Sin embargo, tras el encuentro, ni los representantes del Gobierno ni las autoridades de la instancia entraron en detalles sobre si estaban realmente las condiciones técnicas y sanitarias para desarrollar el encuentro, que estaría marcado por el inicio de la discusión del reglamento y las peticiones sobre los presos del estallido social.

Tras esa cita, Pavez se limitó a señalar que "tuvimos una muy buena reunión y lo que hicimos fue ponernos a completa disposición de la Convención en lo que significa la dinámica administrativa, explicando la forma en que llegamos a lo de ayer, que fue un trabajo de meses y se declararon agradecidos de lo que pasó".

"Hay muchas cosas administrativas que nosotros estamos informando y traspasando respecto del personal y la cantidad de personas que están trabajando en la secretaría técnica, las licitaciones, dando cuenta también de toda la transparencia que requiere la Convención del punto de vista del Gobierno", añadió.

Asimismo, indicó que "la Convención está recién instalada y no tiene todavía, hasta que los convencionales lo definan, una orgánica. Por tanto, para la sesión de hoy (ayer) nos pusimos a disposición con el personal del Congreso para poder asistir a los convencionales".

En tanto, Loncon manifestó que de cara a la reunión de los convencionales, quedó claro que "vamos a cumplir los aforos, hay cuatro espacios diferentes disponibles que ya están medianamente identificados y conectados", sin detallar si ya estaba comprobado que todo estaba funcionando correctamente.

Problemas en el ex Congreso

Minutos antes de las 15:00, la hora fijada para la sesión, comenzaron a llegar las nuevas autoridades al edificio del Parlamento en la capital. La mayoría lo hizo sobre la hora, formando una fila en el ingreso de la Cámara para someterse a un control sanitario, con toma de temperatura y entrega de alcohol gel.

Ese proceso tardó más de lo esperado, aplazando en al menos media hora el inicio del trabajo. Mientras, algunos convencionales comenzaron a constatar que los salones dispuestos para el debate no estaban interconectadas audiovisualmente entre sí, por lo que no era posible desarrollar una dialogo coordinado.

A ello se sumó la dificultad para que los miembros de las listas pudieran quedar juntos en los salones, lo cual fue rechazado sobre todo por los convencionales de la Lista del Pueblo. De hecho, una de ellas, Alejandra Pérez, denunció un intento por "dividirlos" para evitar intervenciones como las vistas en la instalación.

Ya con más de una hora de retraso, aparecieron algunos convencionales a explicar lo que estaba sucediendo en el interior, ya que ni la prensa ni la ciudadanía podía ver lo que estaba pasando debido a que tampoco funcionó el sistema de streaming dispuesto por la Segpres para dar transparencia al proceso.

Uno de ellos fue el independiente Rodrigo Logan, que explicó que "están discutiendo cómo se van a distribuir en las cuatro salas y costó saber en cuál estaba cada uno (…) La idea de la mesa era distribuirnos por grupos circunstanciales, y salió una moción que se quieren agrupar por partidos políticos", descartando responsabilidad de la mesa en el retraso.

Más clara fue Pérez, quien indicó que "recién están instalando los plasmas, me parece una falta de respeto. No sé de quién es la culpa, no sé por qué está pasando, pero ellos tendrán alguna información", indicó, en relación a la secretaria ejecutiva dependiente de la Segpres, a cargo del ministro Juan José Ossa.

"Para mí es desagradable estar viendo esto, acomodándonos entre salas, viendo si vamos a sorteo, si van a ser los primeros 80 de la lista los que van a estar en el plenario y los otros repartidos. Las condiciones no están dadas, hay un espacio donde están sentados unos al lado de otro, pero es una pésima señal", indicó.

Fue en ese contexto que la Convención decidió suspender el encuentro. Tras ello, varios miembros criticaron las condiciones entregadas por el Ejecutivo. Al respecto, la representante del Distrito 9, Bárbara Sepúlveda (PC), indicó que había un presupuesto millonario para la habilitación del ex Congreso que no se cumplió.

"Dónde están los $854 millones, qué es lo que se gasta hoy con el dinero fiscal en habilitación, su ni siquiera tenemos asignados asientos, no hay micrófonos, no hay conexión a internet para darle transparencia al espacio. No podemos sesionar en salas distintas porque no podemos comunicarnos entre una sala y la otra", lamentó.

La situación motivó a los miembros de Apruebo Dignidad y el Colectivo Socialista a solicitar la renuncia de Ossa e incluso algunos, como Jorge Baradit, fueron más allá. "No hemos tenido respuesta alguna del Gobierno, llevamos ya dos horas desde este desastre (…) incluso llego a pensar en un sabotaje", aseguró.

Se espera sesionar el miércoles

En medio de esa tensión, durante la noche la mesa directiva sostuvo una nueva reunión el subsecretario Pavez, instancia en la que la autoridad reconoció "errores técnicos", por lo que el Ejecutivo se comprometió a llevar a cabo "todas las mejoras necesarias".

Con lo anterior, Loncon y Bassa determinaron suspender la sesión que había sido reprogramada para las 10.00 horas, con el fin de durante la tarde, junto al Gobierno, ratificar que las exigencias hayan sido adoptadas.

"El subsecretario se comprometió a cumplir con todas las exigencias que nosotros como mesa formulamos y esas se van a implementar durante el día de mañana. Nosotros durante la tarde de vamos a venir a evaluar y a fiscalizar que efectivamente el Gobierno cumpla con la palabra que ha empeñado", sostuvo el vicepresidente al respecto.

Añadiendo que "no habrá sesión en la mañana. En principio vamos a sesionar el miércoles, pero con la presidenta lo vamos a evaluar mañana, porque no podemos volver a exponer al país a un bochorno como este".
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