SANTIAGO.- La mega sequía que afecta a gran parte del país, y que este año se ha evidenciado aún más con uno de los inviernos más secos de la historia y la casi nula acumulación de nieve en la cordillera, ha derivado en una crisis hídrica que ya ha comenzado a impactar en el territorio nacional.
Uno de los efectos directos de la menor disponibilidad hídrica en el país es la posibilidad cierta de que pueda existir racionamiento eléctrico. Según informa hoy "El Mercurio", el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, confirmó que en los próximos días el Gobierno firmará un decreto preventivo de racionamiento, con el fin de tomar nuevas medidas para mantener la seguridad del funcionamiento del sistema, aunque la autoridad señaló que la posibilidad de limitar el suministro a los clientes aún se ve lejana.
Entre las medidas que se adoptarán, por este decreto, está la facultad para administrar de mejor manera la mantención de las centrales, para que no salgan todas al mismo tiempo y se puedan ir secuenciando. A ello se suma la agilización de la entrada en operación de diversas centrales que se encuentran en sus últimas etapas antes de empezar a funcionar.
Según el medio, por el momento se ha descartado avanzar en otras medidas más restrictivas, como pactar reducciones de consumo, principalmente con clientes libres, campañas de ahorro para los residenciales y retomar el funcionamiento de las horas punta. Aunque esto último se encontraría en evaluación. En paralelo, también trascendió que el gobierno argentino se abrió a permitir la exportación de gas bajo la modalidad de contratos interrumpibles, siempre y cuando se produzcan excedentes del consumo local en ese país.
Restricción de uso de agua en Valparaíso
Una de las zonas más afectadas por la sequía es la Región de Valparaíso. Allí, el gerente general de Esval, José Luis Murillo, dijo a "El Mercurio de Valparaíso" que, por ahora, no se puede garantizar la disponibilidad de agua. "En este momento no podemos pecar de optimismo y decir que se puede garantizar. Para garantizar la próxima temporada, tenemos que acumular en el embalse Los Aromos 23 millones de metros cúbicos y hoy día no llegamos a 10 millones", señaló.
Dijo que "tenemos las herramientas, la colaboración y la sensibilidad para llegar a esa cifra, y yo creo que lo vamos a hacer, pero hasta que eso no ocurra no saldrá de mi boca decir que está totalmente garantizado, que no habrá racionamiento. Hasta que no esté esa agua en el embalse Los Aromos no podemos estar cien por ciento seguros".
Si bien Murillo destacó la importancia de las inversiones que se están haciendo en la zona –como la recién inaugurada tubería de conducción reversible que conecta directamente el embalse Los Aromos con la planta de Esval en Concón–, hizo ver que el escenario hídrico es cada año peor, lo que obliga a estar en una alerta constante.
"Estas inversiones por supuesto que nos dan un espacio, porque sin ellas estaríamos ahora mismo sin una sola gota de agua. La dificultad es que en la Región de Valparaíso ha llovido menos que en el desierto del Sahara (...) Quiero pensar que en los próximos años tendremos algún año normal o con algún déficit, pero del 50% o del 40%, porque si nos mantenemos en un déficit muy alto es que nos hemos convertido en Antofagasta", afirmó.
La amenaza de una temporada de incendios forestales más agresivos
Otro impacto directo de la crisis hídrica que ya se está viendo en la zona centro y sur del país es el comportamiento inusual de los incendios forestales. Según informó Conaf, desde el 1 de julio hasta la fecha –en pleno invierno–, ya se han registrado 41 incendios forestales en el país, los que han consumido casi dos mil hectáreas de vegetación.
"La verdad es que estamos en una temporada muy atípica; ésta es una cifra que no se había visto nunca antes (...) El día 3 de julio tuvimos un incendio que consumió 1.400 hectáreas en la Región de Aysén, pese a que estaba con escarcha, pero aun así el viento y la vegetación tan seca hicieron que avanzara muy rápido", señaló a Emol Aida Baldini, gerenta de Protección contra Incendios Forestales de Conaf.
La funcionaria explicó que la temporada más dura de incendios forestales en el país usualmente "empezaba desde noviembre, era muy intensa en diciembre, enero y febrero, y terminaba en abril; pero este año ya empezó". Incluso prevén que el peak de los siniestros se adelante desde diciembre al mes de octubre. "Sabemos que octubre ya va a ser un mes completamente atípico, y tenemos que estar preparados", sostuvo.
Detalló que los factores que más inciden en una temporada compleja de incendios forestales son la falta de precipitaciones y la baja humedad del suelo, señales que se observan como nunca este año. "Todo esto nos está indicando que la vegetación está muy seca, muy estresada; por tanto, muy propensa a ser afectada por los incendios forestales (...) además, hay mucha vegetación muerta, por la falta de agua, que ha pasado a ser combustible", señaló.
Otro mal indicio es que "las cortezas de los árboles están tan secas que el fuego puede subir por el tronco y afectar las copas". Y el problema es que "cuando el fuego corona, es decir, se va por la copa de los árboles es muy difícil de controlar, y a eso le tenemos mucho miedo". "Con la vegetación, tal como está, ésos son nuestros temores", afirmó.
