Mientras en varios países de Europa y en Estados Unidos la variante Ómicron deja a cientos de miles nuevos contagiados al día, lo que hace pensar a los expertos que ésta se convertirá prontamente en predominante.
Pero más allá de las muestras de Ómicron frente a su capacidad de infectar el doble de lo que podía hacer Delta, vuelve a surgir una duda que se ha instalado cada vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorpora a una cepa en la lista de "variantes de preocupación": su sintomatología.
Hasta ahora, y con una novel Ómicron detectada recién el 24 de noviembre en Sudáfrica, la información disponible es preliminar. En Reino Unido, la plataforma "
ZOE Covid Study" intenta entender los síntomas, recopilando información de los más de 4,7 millones de usuarios que reportan estos datos en una aplicación móvil.
Según comentó el profesor Tim Spector, epidemiólogo de King's College de Londres y científico principal de la aplicación, los datos más recientes que han reportado las personas "son predominantemente síntomas de resfriado, secreción nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta y estornudos".
El doctor Tomás Regueira, jefe de unidades críticas de Clínica Santa María y director de postgrado Universidad Finis Terrae, recuerda que la información oficial debe provenir de reportes científicos que se revisan por pares, por lo que aquella debe considerar información informal.
De todas maneras, y enfatizando en que son antecedentes preliminares, explica que "al parecer, Ómicron tiene más molestia de garganta, de congestión nasal y tos seca". Por otro lado, "se registraría menos fiebre y anosmia (pérdida de olfato) que en otras variantes; si marcaban entre un 40% o 50%, en Ómicron esto pareciera descender en un 10% o 20%", complementó.
Por su parte, la doctora Vivian Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (Icbm) plantea que "según se ha reportado, los pacientes refieren más síntomas de resfrío que de gripe. Es decir, en las variantes anteriores vimos más compromiso general, más dolor muscular o fiebre. En Ómicron podemos ver más secreción nasal, más dolor de garganta, también se observa cansancio pero no esa sensación que duele todo el cuerpo, como en las anteriores".
La influencia de la vacuna en la sintomatología
El doctor Regueira advierte que, de todas maneras, es importante considerar que "esto varía de acuerdo al estado de vacunación. Probablemente, las personas inoculadas van a tener síntomas más leves, particularmente quienes estén con refuerzo, versus quienes no estén vacunados. Es variable", apunta.
"Habitualmente, lo que ha pasado es que las personas vacunadas tienen pocos síntomas y por menos tiempo", refrenda la doctora Luchsinger.
Con todo, Regueira enfatiza en que se debe poner siempre atención a la sintomatología en atención a dos riesgos fundamentales: "el de la variante en si misma, que es más contagiosa, y en la pérdida de conciencia de riesgo que hemos tenido. Es importante recalcar que esto, junto a la vacunación, es lo que nos protege".
"Si nos reunimos sin precauciones, si no respetamos las medidas de aislamiento, vamos a recaer, pese a que tengamos tasas de vacunación tan significativas como las logradas hasta ahora", zanjó.
