abordó el fin de semana la posibilidad de evaluar el uso de mascarillas en espacios abiertos, uno de los temas que ha generado un intenso debate en las últimas semanas e incluso, proyectos de resolución desde el Parlamento para que este elementos se elimine si se cumplen determinadas condiciones.
Por eso, el primer balance televisado de este martes será clave, pues se espera que el Minsal entregue un plan frente a la comunicación de riesgo, tema que va en directa relación con las definiciones que se tomarán respecto al uso de las mascarillas.
Dudas frente a la fiscalización
El doctor Jaime Rodríguez, presidente del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Vacunación (Cavei), es partidario de que se mantenga el uso de mascarillas, pero advierte complejidades en la fiscalización, en caso que el Minsal decida eliminarla para espacios abiertos.
La autoridad sanitaria deberá definir si (la mascarilla) es obligatoria o no, ya que la fiscalización va a ser muy difícil y probablemente no va a haber vuelta atrás en relación a su uso si es que vemos aumento de casos".
Dr. Jaime Rodríguez, presidente del CAVEI
El también infectólogo de la Clínica Alemana afirma que "probablemente en el corto plazo la autoridad sanitaria haga una recomendación en relación a este tema, donde es probable que en algunos eventos al aire libre, como por ejemplo, actividad deportiva, se decida suspender el uso de mascarilla en forma obligatoria".
No obstante, y recordando que las mascarillas protegen tanto contra la infección del covid-19 como de otros virus -como influenza y sincicial- su recomendación es "mantener el uso de mascarilla para quienes deseen ocuparla y la autoridad sanitaria deberá definir si es obligatoria o no, ya que la fiscalización va a ser muy difícil y probablemente no va a haber vuelta atrás en relación a su uso si es que vemos aumento de casos".
El doctor Leonardo Siri, infectólogo de la Clínica Bupa Santiago es partidario de que esta situación se discuta, dado el actual escenario epidemiológico. "En el sentido actual, con casos bajando, letalidad disminuyendo y una alta tasa de vacunación de los pacientes, probablemente ya el uso en aire libre podría ser rediscutido y en general mantenerlo en lugares donde hay un gran hacinamiento, por ejemplo, restaurantes, discoteques, lugares para salir a comprar y transporte público", afirma.
Sin embargo, coincide en que la fiscalización "puede resultar difícil de aplicar en espacios abiertos, pensando en que no va a haber tanta gente para hacerla". Por eso, la opción será apelar "al autocuidado" o incluso en el hecho de que "tus propios pares puedan fiscalizar que esté llevando o no el uso correcto de ésta".
"Como lo más probable es que en espacios abiertos se elimine el uso de la mascarilla, ahí solamente queda la fiscalización en espacios cerrados, que yo creo que es lo que se está haciendo en restaurantes, cines, supermercados, malls, etc. Probablemente deberá seguir existiendo una fiscalización a la entrada de esos lugares, donde te hagan un control de temperatura o no, y vigilen que estés con tu mascarilla bien puesta", zanjó.
Experiencia internacional
El debate por el uso de la mascarilla se viene dando hace tiempo atrás en otros país, especialmente en el hemisferio norte, donde las olas de las distintas variantes de covid-19 se presentan al menos dos meses antes que en Chile.
En Estados Unidos ya casi ningún estado mantiene la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios públicos. En febrero de este año, varias zonas anunciaron el fin de la obligatoriedad, incluyendo las escuelas. Según señaló el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, la decisión se produce a raíz del aumento de la tasa de vacunación y la disminución de casos por Ómicron.
Sin embargo, cuando surgió la
variante Delta y cuando el 49% de la población ya tenía su esquema completo de vacunas, varias ciudades y condados debieron echar marcha atrás a la decisión anterior de eliminar el uso de mascarilla en estos espacios. Fue en julio de 2021 cuando el
Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) volvió a recomendar el uso de mascarillas en zonas con alta circulación del virus y en interiores.
En enero de este año, Reino Unido anunció el fin de la mascarilla obligatoria y el pasado 18 de marzo se puso fin a las últimas medidas que quedaban vigentes, como aquellas relacionadas a los viajes. Según dijo el primer ministro, Boris Jhonson, la medida se basó en datos que indican que la ola de contagios que propició Ómicron había llegado a su "punto cúlmine", y debería comenzar a descender el número de casos.
Pero en diciembre de 2021, el Reino Unido ya había tenido que echar pie atrás con la eliminación de la mascarilla, decisión que había comenzado a regir el 19 de julio. Cuando recién aparecía Ómicron, se reintrodujo la opción de teletrabajo y la obligatoriedad de contar con un certificado de vacunación para asistir a lugares con aglomeraciones.
Actualmente, ese país reporta un promedio de 79.573 casos de contagios en la última semana, y pese al recrudecimiento de los contagios y las presiones sobre el sistema hospitalario, no hay señales de que el gobierno decida volver atrás con la decisión.
