Desde el inicio del proceso constituyente, varios convencionales han realizado ritos personales, portado amuletos o efectuado ceremonias al interior del ex-Congreso. Algunos para pedir el apoyo de los suyos, otros para enfrentar lo que llaman "malas vibras".
Varias de estas acciones se han intensificado en las últimas semanas, cuando se han endurecido los discursos, convencionales que se han increpado públicamente y varias encuestas han mostrado una baja en el apoyo al proceso, lo que ha generado preocupación, según admiten algunos.
Elsa Labraña (Coord. Plurinacional) cree que "las vibras están bajas en la Convención". La asistente social y ecofeminista explica que en otoño-invierno en el hemisferio sur hay menos sol, menos calor. "Las energías están bajas, estamos cansados (...). En la Convención, además, estamos así porque tenemos estrés y presión del trabajo". Por esto, algunos días especiales, Labraña y un grupo de mujeres han efectuado sahumerios en la Convención, algo que volverá a hacer en los próximos días. Y cuenta: "
Ustedes no ven, pero nosotros tenemos amuletos esparcidos por toda la Convención".
El uso de talismanes u otros objetos es común. Eric Chinga (diaguita), por ejemplo, lleva consigo un amuleto con el símbolo de Yastay, dios tutelar de las aves y protector de los animales de los cerros en la cosmovisión de su pueblo. Es un medallón en forma de cruz con un círculo, en cuyo interior se observa la silueta de un guanaco. Es similar "a los cristianos cuando portan la cruz de Cristo", dice y explica que lo usa porque para él y otros representantes de escaños reservados, el ex-Congreso tiene una carga simbólica pues "me recuerda la persecución que han sufrido los pueblos indígenas", asevera.
Por su parte, Alvin Saldaña (Mov. Sociales Constituyentes) cuenta que al inicio del proceso, cuando viajó desde O’Higgins a Santiago,
guardó agua de un manantial local, la que lo acompaña en su trabajo.
La Convención, además, ha sido escenario de distintas ceremonias. El pasado 4 de agosto se realizó la Pawa, de raíz diaguita, y el pueblo aimara en febrero realizó su propio ritual al inicio de la consulta indígena.
Y Fernando Tirado (chango) adelanta que en los próximos días esparcirá agua de mar de su oriunda Región de Coquimbo en los alrededores del ex-Congreso.
Asimismo, el 24 de marzo, la mesa directiva de la Constituyente accedió a la petición de Ruth Hurtado (Chile Libre) y Cristóbal Andrade (ind.) de contar con un espacio de oración y lectura de la Biblia, los miércoles entre 8:30 y 9:00 horas, cada 15 días.
Ayuda de los ancestros
"Mírenme cómo visto, mi traje es negro, sin colores esta vez, para clamar al ngen del agua, a los dueños espirituales del agua, porque no es cierto que las aguas no tengan dueño (...)", decía Elisa Loncon (mapuche) el jueves de la semana pasada en su intervención en el pleno cuando se debatía el segundo informe de Medio ambiente que incluía artículos sobre el estatuto del agua. Agregó: "Le pido que nos ayuden a sacar las malas energías y la falta de comprensión de nuestros pensamientos en este pleno. Aquí estoy como mis antepasados, ofrendo mi rostro a los dueños de las aguas para que den su fuerza y ayuden a los pueblos para que limpien los malos pensamientos, para que apoyen a los pueblos (...)".
También en sesiones plenarias, Malucha Pinto (Colectivo Socialista) ha sido vista con una serie de objetos que acomoda en su puesto de trabajo. La constituyente explica que "tengo un altarcito, le prendo vela y traigo la foto de mis papás" y que "
son mis propios rituales que hago siempre, de conexión con el universo, con la tierra, con mis ancestros. Les pido fuerzas, les pido claridad, les pido flexibilidad, les pido luz. Me gusta traerlos a estos espacios, como un acto de rebeldía y de amor el poner aquí otros lenguajes que han estado muy excluidos".
¿Qué pide para esta etapa final de la Convención? "Que sea un proceso que se abra, que sea luminoso, positivo para nuestro país, que genere las transformaciones que tiene hacer sin duda", dice Pinto.
