Los partidos oficialistas dieron a conocer este jueves los detalles del acuerdo que suscribieron para hacer mejoras al proyecto de nueva Constitución en
caso de que gane el Apruebo en el Plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre, cumpliendo así con la tarea que les había encomendado el Presidente Gabriel Boric.
La acción, aborda una serie de puntos considerados "los grandes temas" que preocupan a la ciudadanía sobre la propuesta, de modo de entregar certezas y así apuntalar la opción Apruebo, que no logra superar al Rechazo en las encuestas.
Entre los puntos a mejorar, se abordó la plurinacionalidad; establecer un "estado de emergencia por grave alteración de la seguridad pública"; elimina la reelección presidencial inmediata; cambia la denominación "Sistemas de Justicia" por "Poder Judicial"; y no repone el Senado ni el nombre de éste, entre otras materias.
La duda ahora es respecto a los efectos que podría tener tener el acuerdo en el electorado, pues para algunos analistas la propuesta no hace más que venir a "consolidar que el texto propuesto es deficiente", al tomar puntos que habían advertido sectores del Rechazo, incluyendo figuras de la centroizquierda que han revelado que votarán por esa opción.
Por eso, según expertos, el trabajo no está terminado: junto a los indecisos, el Apruebo tiene que ir a "reconquistar" en su propio sector y para ello, deberá aterrizar la declaración.
"El acuerdo es un reconocimiento por parte de los partidos oficialistas de que las críticas al texto eran válidas y verdaderas, y por lo tanto, consolida que el texto es deficiente y promueve una solución a futuro, pero tampoco queda muy claro si se van a concretar, al escuchar las palabras del presidente del PC", plantea Tomás Duval, secretario académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma.
El analista apunta a los dichos de Guillermo Teillier, minutos más tarde que se diera a conocer el acuerdo, quien afirmó que "no podemos garantizar que vamos a hacer estas cosas, porque en esto tendrá que haber debate popular".
A su juicio, si bien hay una muestra de liderazgo entre los partidos y fuerzas del Apruebo, al final del día estos debates políticos "tienen poca incidencia en el resultado final del Plebiscito", puesto que la elección más bien se jugará su definición en los últimos 10 días y en general está atravesada por "ciertas emociones o consideraciones distintas".
En la misma línea, Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, sostiene que la discusión, a tres semanas del Plebiscito, "es más sobre significantes que sobre significados; es decir, para que el acuerdo tenga algún efecto desde el punto de vista electoral, va a requerir de un relato, de un discurso que sea comprensible para las personas".
En definitiva, más allá de cómo se operacionalice desde la comunicación política, lo que importa es "cómo se van a simplificar estos puntos de tal manera que la gente los perciba como algo que los pueda ayudar a cambiar su decisión; para que sea como un puente que te permite pasar, tiene que tener una muy buena traducción".
Por su parte, Mauricio Morales, analista político y experto electoral de la Universidad de Talca, cree que el acuerdo "debiese tener un efecto, pero marginal".
Esto, porque "el apruebo, fuera de estar obligado a conquistar indecisos, también necesita 'reconquistar' electores de centroizquierda que están por el Rechazo. Muchos de esos electores advirtieron las debilidades del texto, sin ser escuchados por la Convención Constitucional. Por tanto, parte del daño ya está hecho, aunque tampoco es descartable que esa apertura hacia los cambios pueda impactar positivamente sobre el Apruebo en las próximas mediciones".
"Esto lo sabremos el fin de semana, pues existen dos visiones en juego: el proyecto real de rebaja a los 4/7 de reformas a la Constitución, y la promesa de la coalición de gobierno para impulsar los cambios a la nueva Constitución", zanjó.
