El llamado "caso relojes", que hoy mantiene a 16 personas imputadas por distintos delitos, entre ellos, Marco Antonio López, más conocido como "Parived", quien ayer quedó en libertad y con arraigo nacional. Esto último ha generado, un aumento del interés público por el caso, que también abre una serie de dudas sobre este negocio.
¿Cómo es el mundo de los coleccionistas de relojes en Chile? y ¿qué precauciones se deben tomar para evitar ser víctimas de estafas o tener problemas legales? Esas son algunas de las dudas que se abren ante un mercado más bien hermético, cuyos miembros -que forman parte de una comunidad más bien acotada- prefieren usualmente mantener la discreción y varios resguardos.
Aquello no es casual: la transacción por un reloj puede bordear los 20 o 30 millones de pesos, sin contar que existen otras especies en el mercado de valores mucho más elevados. Por eso, las medidas de seguridad son clave.
Fernando Aldea, socio y cofundador de LOFT -comunidad relojera para la compra y venta de estos artículos de lujo- comenta que efectivamente el "caso relojes" ha abierto dos frentes: "por un lado, hay una arista negativa, puesto que si alguien te ve con un reloj de colección a veces se presta para comentarios alusivos al señor Parived, o se abren dudas sobre su legitimidad; pero por otro lado, es positivo puesto que las personas 'separan las aguas', y prefiere tener más cuidado. Así, quienes confían en nosotros u otros vendedores serios, se acercan".
"De alguna manera esto mancha a la industria, pero los clientes no van a ir a buscar a nuevos vendedores, puesto que buscan confianza, calidad y tranquilidad", complementa. Esto, porque el mundo de los coleccionistas es eso; no basta solo con uno, menos aún con la multiplicidad de versiones y funcionalidades que ofrece el mercado. En resumen, "siempre viene un nuevo reloj".
Los filtros para la compra y venta
Uno de los principales resguardos de este mercado es tener algún showroom en un lugar que no es de conocimiento público, generalmente en el sector oriente de la Región Metropolitana. De hecho, los relojes de lujo ya no se encuentran en el mundo de los retail.
El proceso es así: la persona interesada debe rellenar un formulario con varios datos para agendar una visita, luego de pasar ese filtro, recibe la dirección, se le otorga acceso al estacionamiento, todo eso, bajo una rigurosa supervisión, apoyado por guardias. "
No es llegar y entrar, nosotros cada vez que recibimos a una persona, no tenemos más de tres relojes de lujo en la oficina", comenta Aldea.
El resto de los objetos están distribuidos en bóvedas en distintos puntos, y los relojes pasan por un permanente proceso de rotación, con un estricto protocolo de seguridad. Tampoco se acepta todo tipo de pago, puesto que "la única manera de llevarse un reloj es habiéndolo pagado por completo", complementa el empresario.
Otro filtro apunta precisamente al objeto del deseo. Si alguien desea vender un reloj, sólo podrá ser aceptado si éste tiene todas la documentación de compra previa y garantías, inclusive la caja original. "Si alguien no tiene los papeles del reloj, no puede demostrar cómo lo adquirió", complementa. Ahora, en casos excepcionales donde esto no se disponga, generalmente esos relojes van a parar a manos de especialistas encargados de comprobar su autenticidad.
Aspectos clave para no caer en estafas
Aldea destaca que para los coleccionistas este mundo es más que simplemente el objeto. "Es un hermoso hobby que incluye muchas áreas del conocimiento humano; el diseño, la tecnología, los materiales, la ingeniería, hay una artesanía increíble en relojes más costos, hay una infinidad de áreas que se unen en este objeto, y por eso mismo resultan tan atractivos". De hecho, muchos coleccionistas comienzan a optar por un estilo en particular o establecen preferencias por la conexión emocional con el reloj.
Pero precisamente hay que tener cautela al momento de adquirirlos, pues "siempre hay un tipo de riesgo, y hay que tratar de disminuirlo al máximo", dice Aldea. El primer consejo es entender que "en el fondo uno le compra al vendedor, puesto que tras adquirir uno, generalmente se vuelve con esa persona, y esto va generando relaciones a largo plazo". Lo clave entonces es "tener confianza con ese vendedor", y para eso hay que tener información a la mano.
"Es importante saber quién es el vendedor o empresa, si ha vendido relojes antes, quiénes le han comprado, cuál es la experiencia de los compradores", comenta el empresario.
Pero la investigación no termina ahí, puesto que también es clave indagar en la pieza que se va a adquirir, de modo de evitar caer en falsificaciones, del cristal, la esfera, la caja o brazalete u otras piezas. También es importante averiguar sobre su peso o sonido al funcionar.
En tercer lugar, el experto recomienda fijarse en el precio del reloj. "Si te ofrecen un Rolex, que tú sabes que vale $10 millones y te lo venden a $5 millones, claramente no es fidedigno. Hay que pensar que si es muy bueno para ser verdad, no es verdad. No existe este tipo de 'gangas' en el mundo de los relojes". Eso, agrega, también incluye tener cautela ante vendedores "apresurados", que puedan utilizar la excusa de necesitar el dinero o no tener certificados por tratarse de una "herencia".