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A dos meses del 11: Conmemoraciones, cartas, debates y libros ponen presión a los 50 años del Golpe

Las últimas semanas han estado marcadas por un ambiente crispado. El PC ha liderado la ofensiva a todo acto que no sea considerado una condena al Golpe, mientras que desde otros sectores insisten en "cerrar el duelo" y priorizar la reflexión histórica.

11 de Julio de 2023 | 18:05 | Por Daniela Toro, Emol.
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Faltan dos meses para que se concrete la conmemoración de los 50 años de golpe de Estado; y estas últimas semanas se han convertido en las más crispadas a raíz de sucesos y dichos que han incomodado especialmente a la izquierda, y que han abierto varias capas de argumentos y solicitudes que difícilmente podrán dejar del todo satisfechos a las almas oficialistas.

Por un lado, y en atención al contexto que atraviesa la historia y toca sensibilidades, es esperable que los debates sobre el Golpe circulen con aspavientos, pero éstos incluso han logrado alterar en parte la tarea que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric ha buscado impulsar casi como propia en este acto de memoria.

Lo anterior apunta, por cierto, a la molestia que generaron en una parte de oficialismo los dichos del ahora ex asesor presidencial para la conmemoración de los 50 años del Golpe, Patricio Fernández, a quien el PC acusó de "negacionismo".

Tras dejar el cargo, Fernández sostuvo que "aquí en la democracia tenemos que decidir entre todos y no solamente quien sufre algo pone la música". Pero el PC ha persistido en su malestar, ahora con una molestia dirigida hacia las características de plan de La Moneda. ¿Quién pone la música por estos días?

Esa tensión abrió el debate sobre las experiencias vitales, frase que en este contexto no opera como un recurso retórico; sino que ha sido utilizado como parte de los argumentos del PC para la condena de los "horrores" del propio Golpe y de los años posteriores. Esto, mientras otras voces apuntaban a la necesidad de diferenciar esos dolores -a los que se da por sentado como incuestionables-, respecto de la reflexión histórica.

Con un foco más crítico, ahora en referencia al periodo de la UP, la ex Presidenta Michelle Bachelet, apuntó a una de las reflexiones que más se le ha solicitado a la izquierda: "es cierto que las experiencias personales muchas veces hacen que uno mire la historia de una manera un poco distinta. ¿Cuánta autocrítica hemos tenido la voluntad de empujar?", comentó este martes durante el lanzamiento del libro del ex Presidente Patricio Aylwin.

Otros, en tanto, piden a la "izquierda de la UP", que cierre el duelo, no como un acto de olvido, sino como una forma de resiliencia. De lo contrario, sostuvo Cristián Warnken esta semana en una carta dirigida al Presidente, persiste "una forma de seguir dándole una victoria al victimario", y de paso, profundizan en el mismo negacionismo que condenan: el de revisar la historia y sus matices, y "condenarnos a un relato oficial, a una verdad única", planteó el académico y escritor.

Pero lo que desde la izquierda prevalece, también lo hace -en sus propios términos- en la oposición. Y es que la tensión también salpicó al sector ayer en la Cámara, luego de que el PC propusiera retirar el nombre de Augusto Pinochet de la reseña de la Biblioteca del Congreso Nacional, reservada sólo para quienes han sido presidentes.

Así las cosas, estos 50 años llegan con varias preguntas instaladas en el debate público: ¿Quién pone la música por estos días?, ¿quién lo hará el mismo 11?, ¿cuánta tensión está contenida en esos sonidos? O de otra forma: ¿cuánto peso tienen las experiencias vitales por sobre las eventuales -y necesarias- reflexiones políticas y sociales ante las coyunturas históricas?, ¿son antagónicas o complementarias?

La salida de Fernández


"Los historiadores y politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso". Esa fue la frase que terminó por abrir una ofensiva de PC en contra del ahora ex asesor presidencial para la conmemoración de los 50 años del Golpe, Patricio Fernández.

El ex convencional apuntaba a la importancia de la revisión de los hechos, desde la perspectiva de un proceso histórico que, como tal, no cesa de estar sujeto a revisión. Pero aquello fue interpretado por el partido comunista -y parte del PS- como un acto negacionista, molestia a la que se plegaron diversas organizaciones denfesoras de los DD.HH.

Así, y en medio de diversas cancelaciones a actos alusivos a los 50 años, Fernández terminó por presentar su renuncia al cargo, lo que fue aceptado por el Presidente Gabriel Boric, pese a que en La Moneda no había intención de removerlo, incluso pese a la molestia del ala más izquierda del oficialismo.

"Entendemos que esta renuncia significa haber oído a quienes hemos sido los protagonistas esenciales del drama y la tragedia que vivió este país desde el golpe de Estado en adelante", dijo la diputada Carmen Hertz (PC) tras la salida del ex coordinador. En tanto, Fernández, quien ha insistido en su larga trayectoria contra el "negacionismo", precisó que su dolor y salida fue consecuencia de verse "puesto en conflicto" con las organizaciones de DD.HH.

Llamado a "cerrar el duelo"


El sábado, el escritor y líder de Amarillos, Cristián Warnken, entró al debate a través de una carta abierta al Presidente Gabriel Boric, donde conmina a la sociedad, pero sobre todo a la izquierda, a "cerrar el duelo", como un rito "necesario" para no caer en la condena de una sociedad con heridas abiertas que "tarde o temprano se infectan".

En la carta publicada en Pauta, Warnken interpela a Boric desde su rol de líder para caminar hacia ese proceso de cierre; y para ello toma como ejemplo los gestos políticos y éticos que han tenido Mandela y José "Pepe" Mujica, uno de los referentes de Mandatario, según ha señalado en el pasado.

"Mujica y Mandela han sido los Orfeos de sus países. Hay mucho que aprender de ellos, Presidente, sobre todo en estas horas en que algunos -los que levantan su voz contra el negacionismo-practican un negacionismo tan brutal como el que dicen combatir", dice Warken, en clara referencia a la postura que ha tenido parte del oficialismo respecto a los persistentes llamados a la reflexión del rol de la UP y del contexto que se dio como antesala al golpe de Estado.

"Quieren negarnos a que estudiemos la historia, quieren negarnos a que escuchemos todas las versiones de lo ocurrido antes de la tragedia de 1973 (...) Eso es inaceptable, Presidente, es desvirtuar completamente el verdadero sentido de una conmemoración de estos cincuenta años", subraya el escritor.

Tensión en el Congreso


Pese a que en el Congreso las últimas semanas no han estado ajenas a tensiones, el lunes estalló una que tocó sensibilidades alusivas al Golpe. Esto, luego que el PC propusiera retirar el nombre de Augusto Pinochet de la reseña de la Biblioteca del Congreso Nacional.

En defensa de la propuesta, la diputada Lorena Pizarro (PC) apuntó a "escribir la historia como corresponde"; frase que inevitablemente volvió a tocar partes de debate que se había instalado las últimas semanas, sobre la necesidad de reflexionar la historia y sus procesos; con sus matices.

"Yo le pido a esta Cámara, quienes se definan como demócratas, que empecemos a escribir la historia como corresponde. Es muy peligroso que, en este espacio democrático, la Biblioteca del Congreso Nacional, considere presidente de la República al dictador, genocida y ladrón Augusto Pinochet", manifestó la parlamentaria comunista.

Pero desde la oposición, el tema generó molestia. El diputado Johannes Kaiser, respondió que "no deja de ser interesante que aquel órgano que todos respetamos por su independencia técnica y política, haya considerado que Augusto Pinochet Ugarte haya sido presidente de la República. Independencia técnica y política".

"A usted puede que no les guste, no les gustó poder derrocarlo por la vía armada, no les gustó que le hayan impedido establecer su régimen cubano en Chile en el año 73 (…) Igual fue presidente de Chile, les guste o no", agregó el parlamentario republicano, quien en varias oportunidades vio interrumpida su intervención producto de las críticas de los parlamentarios del oficialismo, finalmente la propuesta fue aprobada, con 67 votos a favor, ocho abstenciones y 47 en contra.

Presentación del libro de Patricio Aylwin


Este martes, en la casa central de la Universidad de Chile, se lanzó el libro "La experiencia política de la Unidad Popular (1970-1973). La Democracia Cristiana durante el Gobierno de Salvador Allende", del ex Presidente Patricio Aylwin.

El texto, de 700 páginas, fue presentado por la ex Presidenta Michelle Bachelet y por el rector de la UDP, Carlos Peña; instancia que estuvo marcada por varias reflexiones en torno al proceso político de la UP, por el rol de la DC, pero que también rozó el debate que se ha instalado en estos días.

"Es clave tener esta oportunidad para volver con serenidad a lo que ha sido nuestra historia, con sus aprendizajes y proyecciones; una historia que yo espero que miremos cada día con mayores consensos sobre lo esencial; sobre aquello que permite apuntar juntos a un futuro común, que es la democracia y protección irrestricta a los derechos humanos", dijo Bachelet al iniciar su discurso.

Y agregó: "digo esto porque con preocupación veo discusiones en el ámbito público, donde se cuestionan cuestiones que a nuestro juicio no son cuestionable; que son hechos claramente que están definidos. Creo que hacerlo a 50 años del golpe de Estado, un momento trágico de nuestra República, es doblemente convocante".

La ex Mandataria también apuntó a la "memoria", como herramienta clave para que las sociedades puedan reconocerse en el presente, "y dimensionar los esfuerzos pasados y las tareas pendientes también".

Asimismo, también tuvo sus propias reflexiones respecto al periodo de la Unidad Popular, "mi mirada y mi experiencia vital es otra, desde el punto de vista del clima que se vivía (...) es cierto que las experiencias personales muchas vece hacen que uno mire la historia de una manera un poco distinta. ¿cuánta autocrítica hemos tenido la voluntad de empujar?Creo que todos y todas debemos estar siempre abierto a examinar lo hecho y lo que podría haberse hecho mejor.

Asimismo, la ex Mandataria rescató tres lecciones a futuro a partir de la lectura del libro: "la democracia no puede ser puesta en duda, nunca; no se puede justificar un golpe de Estado jamás; y los crímenes de lesa humanidad no tienen cabida". Y agregó: "aún estamos cargando dolores, porque una política de Estado se basó por 17 años de aniquilar a quienes pensaron distinto".

Homenaje de La Moneda a los periodistas asesinados


Este martes, en el Día del Periodista, el Gobierno encabezó un homenaje a los periodistas y estudiantes de periodismo quienes fueron asesinados durante la dictadura. Además, se instaló una placa en la sala de prensa de La Moneda, cuya leyenda versa: "en memoria de las y los periodistas ejecutados y detenidos desaparecidos por la dictadura".

La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo al respecto que "el poder conmemorar en La Moneda hoy a las y los periodistas asesinados en dictadura ilustra el país que somos y hemos construido, con los dolores y las alegrías que nos forjan".

"Ilustra también la esperanza por un futuro que incluye nuestros sueños y anhelos de avanzar hacia un país cada vez más justo y democrático, donde los derechos de libertad de prensa y expresión jamás puedan cercenarse, pues estos constituyen la piedra angular de toda democracia, y toda aspiración a ser un país desarrollado", añadió.

Asimismo, en su cuenta de Twitter, profundizó que "develar sus nombres es un acto de reparación y memoria para los familiares de las víctimas y una forma de mantenerlos siempre presentes en nuestra historia".

Presidente Gabriel Boric encabeza instalación de placa conmemorativa a periodistas ejecutados en dictadura. Foto: Aton.