EMOLTV

"La Antártica es un tema nacional": La discusión que se instala por más soberanía y otros desafíos clave en el territorio

Distintas voces apuntan a la necesidad que el continente blanco sea visto desde una dimensión global y con proyección de futuro. Esto, de la mano de "real voluntad política" y recursos.

18 de Septiembre de 2023 | 07:02 | Por Daniela Toro, Emol.
imagen

Base Antártica Eduardo Frei Montalva.

José Lambert
El próximo año Chile será sede del encuentro más grande de la ciencia polar mundial: La Conferencia Abierta y Reuniones Bilaterales del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR, por sus siglas en inglés), donde más de mil personas participarán para dar cuenta de los más recientes avances en temas antárticos. Un símbolo del liderazgo que ha alcanzado Chile en este sentido.

Pero la ciencia es sólo una de las tantas dimensiones por las que la Antártica, y especialmente el territorio chileno antártico, hoy se ha convertido en un tema que concita interés.

Académicos e investigadores han impulsado que la Antártica sea reconocido -entre otros atributos- como "territorio especial" en el texto del nuevo proceso constituyente; han surgido cuestionamientos por la real defensa de la "soberanía" al territorio, y han surgido propuestas para elegir una autoridad para la comuna Antártica.

Parte de esas preocupaciones emergieron por una sensación de "falta" de la presencia de Chile en la Antártica, o de la tibieza con la que el Estado fomenta y define "la cualidad antártica" del país. Así al menos lo reclama el alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, quien en varias cartas a El Mercurio, una de ellas titulada "Antártica chilena sin complejos", ha expuesto la falta de iniciativas en el sector oriental de la península del continente blanco, o la pérdida de la conciencia geopolítico-antártica en nuestro propio territorio.

En conversación con Emol, el alcalde crea una palabra para profundizar en sus reparos: "en los últimos 30 años ha ocurrido una 'desantarticación' por parte del Estado. Es cosa de ver lo que ocurre hoy con la Villa Las Estrellas, donde había población civil, había una escuela, un banco o se podía jugar Polla Gol", recuerda. "Hoy no hay ninguna casa, porque se deterioraron, y nunca hubo ningún apoyo para poder enfrentar esto", comenta.

"El mismo Estado se ha olvidado de la Antártica, y cuando pasa eso se generan varias consecuencias", comenta Radonich. A su juicio, la zona adolece de una falta de inversión, y por el lado más político, plantea que la Cancillería ha tenido más bien un rol "reactivo" que activo, y "no hay un concepto con alguna fuerza, como lo que pasó con el video que envió Argentina respecto del Día de los Mares, donde incluía su plataforma continental, que se contrapone con la chilena y el territorio antártico chileno".

La idea de que hay algunos aspectos en las dimensiones política, científica y operativa que se pueden potenciar, la comparte Luis Valentín Ferrada, investigador del Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Sub-Antárticos (BASE), y del programa de Estudios Antárticos de la Universidad de Chile.

"Chile hace, e históricamente, ha hecho esfuerzos importantes en temas antárticos, pero esto es insuficiente para enfrentar los escenarios que vienen de aquí a la mitad del siglo XXI. Entonces, si Chile quiere ser de verdad protagonista en estos temas, tiene que hacer esfuerzos mucho más grandes. La Antártica es un tema nacional, y por eso es tan importante el rol que cumple Cancillería o Defensa", comenta el también académico.

Así, la antártica, como el "laboratorio natural del cambio climático", y un gran reservorio de ciencia, se convierte, para varios, en una zona que puja por una suerte de "reinvindicación", mayor reconocimiento y soberanía. "Que el Estado la mire con ojos distintos, como corresponde a un territorio de futuro, no sólo para Chile, sino con una dimensión global", complementa, por su parte, Radonich.

Dimensión política y discusión en el texto constitucional


Una de las primeras dimensiones de la discusión apunta a la soberanía antártica: en cómo defenderla y aumentarla, tema que además ha sido parte de la preocupación por algunos miembros del Consejo Constitucional. De hecho, el pasado 19 de julio, la defensa del territorio antártico suscitó un amplio acuerdo en las distintas fuerzas políticas del órgano; todas las tiendas, de forma transversal, concordaron en dar a la Antártica la calidad de territorio especial -lo que le otorgaría un estatuto diferenciado de administración-, tal como ya lo ostenta Rapa Nui y Juan Fernández.

Ferrada y su equipo han estado implicados hace tiempo en estos procesos, incluso desde 2019, con quienes participarían de la ex Convención Constitucional, donde lograron, cuenta, que el artículo 240 del texto plebiscitado incluyera el tema antártico. En el nuevo proceso, se acercaron tanto a la comisión de expertos y a los consejeros, "y si bien en la comisión no nos fue tan bien, con excepciones como Teodoro Ribera que se la jugó; pero en la segunda etapa, logramos convencerlos".

Si bien el investigador celebró esta voluntad de los consejeros, de todos modos comenta que no es el escenario ideal que la Antártica se agregue como territorio especial al mismo artículo que menciona a Rapa Nui y Juan Fernández. Esto, porque "el territorio antártico tiene una dualidad -nacional e internacional- que debe ser tomada en cuenta, y eso requiere que vaya en un artículo o inciso distinto", pero además, se debería incorporar una dimensión de protección del medio ambiente antártico.

Otro aspecto que resulta clave, a juicio de Ferrada, es reforzar la División de Asuntos Antárticos de Cancillería, creada recién en 2011, que a su juicio, aún tiene un espacio "menor" al interior de la cartera, y cuya dirección debe estar a cargo de una persona de larga permanencia en el cargo, porque los temas que se abordan son de carácter "permanente".

Propuesta de "repoblar" la Antártica y tener un alcalde


En el Parlamento también han surgido iniciativas que apuntan a aumentar la soberanía en el territorio chileno del continente blanco. Una de esas propuestas la hizo el senador por la Región de Magallanes, Alejandro Kusanovic, quien apuntó a elegir una autoridad para la comuna Antártica, creada el 11 de julio de 1961, y que junto a la comuna de Cabo de Hornos, conforman la Provincia Antártica de Chile.

"Yo creo que todas las acciones que reiteren la soberanía chilena en el territorio antártico, con alta presencia de civiles, es positiva. Creo que la figura de un alcalde será positiva, además que allá se vota, existe un electorado".

Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas
Actualmente, su presupuesto está en manos de la Municipalidad de Cabo de Hornos, la cual es la encargada de dirigir la comuna. "Es necesario revertir esta situación, como un acto geopolítico de defensa de los intereses de nuestro país en el continente blanco", comentó el senador, que es independiente cercano a RN.

Según Kusanovic, la creación de la comuna "se hizo pensando en una posición geopolítica, pero nunca se ha llevado a cabo el hacer elecciones ahí y creo que eso ha sido un error". El parlamentario agregó que "falta" presencia de Chile en la Antártica: "En realidad ha habido presencia, pero ha sido temerosa y tibia y se requiere hacer algo más enérgico".

Consultado por este tema, Radonich plantea que es una idea que respaldaría. "Yo creo que todas las acciones que reiteren la soberanía chilena en el territorio antártico, con alta presencia de civiles, es positiva. Creo que la figura de un alcalde será positiva, además que allá se vota, existe un electorado".

De acuerdo con el Censo de 2017, la comuna Antártica tiene una población de 138 habitantes y comprende cuatro asentamientos: tres de ellos en la isla Rey Jorge y un cuarto, la base Bernardo O’Higgins, en la península Antártica. Así, la mayor parte de la población en la zona son funcionarios de la Armada, Ejército y la Fuerza Aérea.

"Son ciudadanos exactamente iguales. Estamos hablando de un derecho a voto, además también hay civiles, por eso esto tiene que ir acompañado con el repoblamiento, como si fuera en los '80, porque un alcalde por si solo no sirve. Tenemos que tener una pequeña villa que para el Estado es muy caro, pero los beneficios futuros son innegables", precisa el jefe comunal. A su juicio, es factible hallar personas que efectivamente deseen habitar la Antártica chilena.

Otras ideas que surgen es la creación de la figura de un "delegado antártico" que sea designado por el Presidente de la República, de manera que se avance un paso más allá de lo meramente regional, y se impregne la mirada "nacional" a este territorio.

¿Qué características podrían tener esos potenciales habitantes? A juicio de Ferrada, la actividad humana -que inevitablemente genera impacto- puede perfectamente equilibrarse con el ecosistema, "si se convirtieran en un ejemplo de comunidad ecológica, lo que implica invertir en medios de generación de combustible o recolección de basura, pero no lo veo incompatible".

El Centro Antártico Internacional, CAI, desde su formulación hasta el ya finalizado diseño, busca potenciar a la ciudad de Punta Arenas, como puerta de entrada a la Antártica. Imagen: Inach.

Dimensión científica y rol de la INACH


Ferrada, quien ha estudiando profusamente la Antártica y sus dimensiones, destaca el valor científico que ostenta Chile a través del Instituto Chileno Antártico (INACH); un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, logístico, tecnológico y de difusión, pero además, tienen un rol de representación internacional en distintos foros. Toda la dimensión científica pasa por allí, y su labor es clave.

"De las más de 130 publicaciones de corriente principal que Chile publica al año, más del 70% son de los primeros cuartiles de calidad, lo que significa que estamos publicando en revistas de alto impacto; que se están formando investigadores senior en estos temas, lo que nos está poniendo en posición de vanguardia".

Marcelo Leppe, director del Inach
Eso sí, el investigador cree que aún faltan recursos por parte del Estado para que los científicos chilenos "sean de verdad incidentes" en su quehacer y se hagan trabajos menos acotados; en sus palabras, "hacer una ciencia más cara, revisar qué pasa en los fondos marinos, bajo las capas de hielo, o contratar más glaciólogos".

Por otra parte, comenta que es necesario ampliar lo que se está haciendo hasta ahora, incluyendo un trabajo que apunte hacia la dimensión de la ciencia social que, de paso, potencie la identidad antártica. La frase de se repite entre los consultados: "a la Antártica hay que ponerla en el currículum".

Las observaciones no son compartidas del todo por Marcelo Leppe, director del Inach desde 2018. En conversación con este medio, Leppe comenta que en materia de recursos, "hemos tratado de ser eficientes con lo que se nos ha entregado, pero por supuesto que tenemos ambiciones para los próximos años, los que tienen que ver con los proyectos emblemáticos que se están instalando".

Uno de ellos, acota, es el Centro Antártico Internacional (CAI), "que es el gran edificio que reunirá en un solo lugar, ciencia avanzada, comunicación de la ciencia, turismo y logística antártica", que estará emplazado en Punta Arenas. El proyecto ya está diseñado, y ahora se está a la espera de la licitación de la construcción, lo que ocurriría dentro de los próximos meses, según Leppe.

Pero también hay un proyecto de renovación de tres bases antárticas para convertirlas en carbono neutrales, lo que permitiría proyectar la primera base permanente chilena dentro del círculo polar, que es la Base Teniente Luis Carvajal. Este proyecto está en fase final, y pasó el filtro medioambiental, y se espera que de aquí a fin de año cuente con Recomendación Social (RS), para que en 2024 comience su construcción.

En cuanto al Inach, en 2018 había 44 funcionarios, y a la fecha, hay 81. "Esto, en el entendido de que hay un plan que considera que para administrar cerca de 500 investigadores y logísticos en la Antártica, necesitamos tener al menos 100 personas trabajando en el Inach, dado las complejidades que implica trabajar en este continente. Espero que para el próximo ciclo que queda, completemos ese número", acota el director.

En cuanto a la ciencia más costosa, Leppe plantea que existe un plan que sigue la Inach que implica que la madurez de los investigadores ocurre en la medida en que se inyectan recursos, soporte logístico y se dota de infraestructura. Y agrega: "de las más de 130 publicaciones de corriente principal que Chile publica al año, más del 70% son de los primeros cuartiles de calidad, lo que significa que estamos publicando en revistas de alto impacto; que se están formando investigadores senior en estos temas, lo que nos está poniendo en posición de vanguardia", reflexiona Leppe.

En esa línea, reflexiona que, "hacer soberanía en la Antártica también tiene que ver con producir ciencia y hacer investigación de la más alta calidad en cualquier área, no sólo en ciencias sociales".

Dimensión operativa


Las bases del territorio antártico -permanentes y temporales- funcionan exclusivamente para la investigación científica, debido a que en la Antártica está prohibida la instalación de bases con fines militares o algún tipo de prueba armamentística. Las bases permanentes son: Arturo Prat (Base Prat), operada por la Armada; Bernardo O'Higgins Riquelme (Base O'Higgins), operada por el Ejército; Presidente Eduardo Frei Montalva (Base Frei), operada por la Fuerza Aérea de Chile; y Profesor Julio Escudero (Base Escudero), a cargo del Inach.

Los consultados comentan que aún se puede hacer más por perfeccionar estas bases, especialmente por la Base Prat, que dista de lo que fue en los '80, cuando la Villa Las Estrellas estaba en su esplendor. "Uno se pregunta cómo nadie está pensando en eso; y en medio de estas peleas geopolíticas que vemos en los diarios con Argentina, no sé si alguien dirá que parece que erraron con sacar a las familias de ese lugar", dice Ferrada.

Asimismo, tanto el académico como Radonich comentan que sería un avance instalar alguna base en la costa este de la península antártica. "Eso es muy grave, porque de alguna manera estamos dejando de atender lo suficiente todo ese sector; y para eso, por cierto se requiere dinero para infraestructura", dice Ferrada.

En la misma línea, Radonich reflexiona que "para eso, se requiere convicción política, una visión de Estado, una culturización de los chilenos, como ocurría hace unas décadas, donde la Antártica era un orgullo, para que eso facilite inversiones que son fundamentales; no sólo en la Antártica, sino que también en la zona oriental de la península, que no tiene base chilena y de la necesaria infraestructura para el continente blanco, porque no es autónomo, depende de la ciudad de Punta Arenas".

'Descongelar' la voluntad política


Pensar a futuro la Antártica, y que lo que con ella ocurra en sus distintas dimensiones es parte de las principales inquietudes de quienes hoy empujan porque el territorio chileno se convierta en un tema de interés nacional. La idea, comentan, es que los destinos de la Antártica no dependan de la voluntad política del gobierno de turno, sino que estén consagradas.

"No hay que pensar en el próximo gobierno, sino que en 100 años más", comenta el alcalde Radonich, al subrayar la necesidad de mejorar la institucionalidad.

En esa línea, Ferrada comenta que hay que pensar en la Antártica a futuro, como en el potencial que tiene para la explotación de minerales o las eventuales disputas por el territorio. Radonich concuerda: "es la convicción que todos tenemos, pero parece que le falta la convicción a la Cancillería y al Estado, porque este no es un tema de un gobierno".

"Hay muy pocas materias en las cuales Chile, un país al fin del mundo, puede tener incidencia real a nivel mundial. Una de esas pocas materias es la Antártica, y para eso es clave la voluntad política. No todas las autoridades parecen suficientemente convertidas de lo importante que es la Antártica", reflexiona Ferrada.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?