El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el lunes que, en medio de los decretos que revocó de la administración Biden, firmó una serie de órdenes ejecutivas, entre ellas para clasificar a los carteles mexicanos, al grupo criminal Tren de Aragua y a la pandilla salvadoreña MS-13 como "organizaciones terroristas".
De esta manera, estos grupos se sumarán a la calificación que ya tiene el Estado Islámico y Al-Qaeda. En cuanto al Tren de Aragua, Trump comentó que su Gobierno ordenará la deportación de las personas que sean consideradas "miembros" de la organización.
Hay que recordar que Trump mencionó en varias oportunidades a esta organización internacional, al mismo tiempo que abrió varios debates en torno a la "estigmatización" que supondría para la población migrante, especialmente la venezolana.
El tema -de la migración- es considerado por algunos analistas como "central" en su administración, y que cuenta con el apoyo de una masa crítica que ve los temas fronterizos como relevantes.
¿Y cómo se traduce el énfasis que ha puesto al Tren de Aragua? "Es algo que le ayuda a él demostrar urgencia en torno a este tema", afirmó
Carl Meacham, ex asesor del Senado estadounidense a
EmolTV.
Al mismo tiempo, "apunta directamente a los temas que tienen que ver con Venezuela, que va a ser un tema muy importante para él o para sus asesores, el de lidiar con lo que él dice, que 'los venezolanos están mandando millones de personas que están en cárceles, que son criminales'. Y él lo que quiere hacer es decir que con él eso no va a ocurrir".
Más coordinación, pero también "mayor presión"
¿Cuáles implicancias podría tener la medida de Trump en Chile y en las relaciones entre ambos países? En conversación con Emol, varios analistas apuntan a "efectos positivos" en materia de coordinación, pero a la vez, aquello podría interpelar al Gobierno en la forma en que enfrenta y clasifica a esta organización criminal que hace varios años se instaló y se continúa expandiendo por el territorio nacional.
"No sé si sea lo ideal nombrarlos como organización terrorista, pero eso va a ejercer más presión en los países para la persecución a los miembros de esta organización. Lo que sí va a haber también es más coordinación entre las policías y yo creo que eso es muy positivo", comentó José Noguera, analista internacional de la Usach.
En tanto, el
ex embajador y académico de la U. Central, Samuel Fernández, comenta que se trata de un anuncio "positivo" por cuanto podría favorecer la colaboración entre policías, sin embargo, lo que podría abrir algún tipo de complicación es cómo se den los flujos de la migración venezolana.
"Si vamos a tener una corriente de migración hacia Chile u otros países, en vista de que Estados Unidos va a hacer cada día más complicado poder entrar, con la expulsión de los migrantes ilegales, eso ya puede complicar más las cosas y va a obligar a que tengamos una política de fronteras mucho más segura, mucho más resguardada", acotó.
Por su parte, Jorge Sanz, analista político de la UDD, plantea que esto puede significar que Chile deba "cambiar lo que Chile está haciendo en seguridad" que maneja hasta ahora, "porque ya no vas a estar trabajando contra un grupo delincuencial, sino que vas a estar trabajando contra un grupo terrorista. Eso altera el concepto de la seguridad que tiene Chile y el concepto de la fuerza que va a enfrentar esa amenaza".
"Entonces hay que revisarlo muy bien, porque va a cambiar la mirada. Podrías utilizar sin mayores inconvenientes a una fuerza militar contra una amenaza terrorista porque sobrepasa el tema delincuencial", añadió.
Pilar Lizana, experta en seguridad de AthenaLab, comenta que el decreto de la administración Trump puede ser "una oportunidad" para Chile en el caso de que país "decida colaborar con Estados Unidos para perseguir al crimen organizado, y también porque es un socio estratégico. En ese sentido, Estados Unidos podría mirar a Chile como socio para combatir esta amenaza".
Eso sí, la analista plantea que todo va a depender "de los intereses nacionales, de cómo Chile va a encargar este problema y también muchísimo va a depender de que sea el nuevo presidente de Chile".
Factor Visa Waiver
Al ser consultados por las implicancias que podría traer una medida como esta para los destinos de la visa Waiver -que cada cierto tiempo vuelve al debate por los casos de chilenos que van a delinquir a EE.UU. con este pasaporte-, los expertos apuntan a que la medida de Trump contra el Tren de Aragua abriría espacio para que Chile pueda aprovechar un escenario de colaboración con intercambio de información, pero dependerá de cuánto se acerque, especialmente el próximo gobierno, a las definiciones del mandatario estadounidense en esta materia.
Fernández remarca que la visa Waiver facilita la intercomunicación de los dos países, el intercambio de información y el hecho de advertir a las personas que tengan prontuario, tanto en Estados Unidos como en Chile, pero "que ese intercambio policial no sea solamente a través del gran sistema de Interpol, sino que por un sistema directo de colaboración Chile-Estados Unidos, es algo que podemos aprovechar", a la luz de la medida de Trump.
Lizana, por su parte, comenta que la evolución de la trama visa Waiver dependerá de cuánto se acerque Chile a su aliado estratégico (Estados Unidos), cómo colaboren, cómo el país responda a los requerimientos que hace Estados Unidos "en materia de seguridad, de documentos o información que se tenga que compartir, etc.".
"Por eso es clave lo que pase con el nuevo gobierno, incluso más que el actual que termina en un año más, pues será al próximo al que le va a tocar estar prácticamente en toda la administración de Donald Trump. Entonces ahí, en ese sentido, también las cercanías o lejanías ideológicas son importantes, son señales que se van generando", cerró la analista.