A seis días de haber dejado el anexo penitenciario Capitán Yáber, quedando con la medida cautelar de arresto domiciliario total, se conoció la declaración que dio ante la Fiscalía el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en el marco de la indagatoria que se lleva en su contra por presunto abuso sexual y violación de una subalterna.
Según publicó La Tercera, la entrevista con el Ministerio Público tuvo lugar entre los días 7 y 13 de enero, instancia en que Monsalve insistió en su inocencia y reveló la conversación que mantuvo con el Presidente Gabriel Boric antes de que el caso se hiciera público.
Una vez conocida su declaración, tanto en la oposición como en el oficialismo criticaron al exsubsecretario y cuestionaron que en La Moneda no se tomaran medidas inmediatas pese a que ya había conocimiento de la denuncia.
Al respecto, el jefe de bancada de diputados PPD-Independientes, Héctor Ulloa, manifestó que "lo primero que hay que decir es que las imputaciones en contra del exsubsecretario Manuel Monsalve son graves, y lo que conocemos en el día de hoy es su versión de los hechos".
"Es lamentable que se haga a través de filtraciones, exponiendo y revictimizando a la denunciante, lo que se ha convertido en una práctica habitual en causas de alta connotación pública. Dicho esto, acá lo que esperamos de este juicio es que la Fiscalía logre alcanzar la verdad, que se haga justicia, y se garantice el funcionamiento del Estado de Derecho sin ningún tipo de privilegio, como para cualquier ciudadano de nuestro país", complementó.
En tanto, desde la oposición, la subjefa de bancada de diputados RN e integrante de la comisión investigadora del caso, Carla Morales, indicó que "La Moneda sabía con anticipación de la denuncia por violación y abuso sexual contra Manuel Monsalve y no hizo nada. Pero sí lo que hizo fue colaborar en todo a favor de Manuel Monsalve, le dio tiempo para avisar a su familia, incluso con recursos del Estado para que Monsalve viaje a su región y estar con su familia. Pero esto, una persona común y corriente no tiene, no tiene privilegio, como le dieron a Monsalve".
"Acá el Presidente Boric le creyó a Monsalve y no a la funcionaria afectada, se preocupó claramente en proteger la imagen de Monsalve y de su propio Gobierno. Pero también me preocupa que Manuel Monsalve no fuera autocrítico con su actuar, el abuso de poder en todo sentido que realizó post enterarse de la denuncia contra él. Y sumado a esto, el Gobierno no le entregó en su momento oportuno una ayuda a la víctima. Acá el Gobierno hizo todo mal, y pusieron al final de sus prioridades a la víctima", complementó.
A ella se sumó su par Miguel Mellado, quien expresó que "comenzó la batalla comunicacional de Monsalve. No sólo una defensa que va a ser en la justicia, sino que también la va a preparar en los medios de comunicación para sensibilizar a la opinión pública. Esto se hace en los principales medios de comunicación donde primero su defensor lo quiere dejar como una blanca paloma, que él no ha hecho absolutamente nada en este tema. Ni siquiera en el uso de la ley de inteligencia".
"Nosotros esperamos que esto avance con rapidez porque aquí se revela una estrategia comunicacional, obviamente, de Monsalve y todos sus asesores. Y nosotros esperamos que por lo menos se piense en algo en la denunciante que es víctima de este caso y que se atrevió a denunciar a uno de los hombres más poderosos, que era su jefe directo, y que efectivamente esto lo revictimiza a ella nuevamente. Yo pido colocar el foco en que hay que proteger a las víctimas como dice la ley, y la tribuna de los denunciados tiene que estar en la justicia", agregó.
Mientras que Sofía Cid, diputada del Partido Republicano e integrante de la comisión investigadora del caso Monsalve, aseguró que "lo que más preocupa de la declaración es la naturalidad con que intenta justificar situaciones que, desde cualquier punto de vista, representan un abuso de poder, especialmente, al tratarse de una funcionaria que estaba bajo su subordinación directa".
"No estamos hablando solo de una relación impropia, sino de alguien que era subsecretario del Interior, a cargo de la seguridad de todos los chilenos, y que admite haber perdido completamente la noción de lo ocurrido durante horas, con alcohol de por medio, contusiones y sin recordar cómo llegó al hotel. A eso se suma que activó recursos de inteligencia del Estado, no para colaborar con la justicia, sino para proteger su imagen personal. Pero lo más grave es que en La Moneda se supo con anticipación de la denuncia y aun así no se actuó con transparencia ni se tomó distancia inmediata. Y lo más indignante: en todo su relato no hay una sola señal de autocrítica ni de responsabilidad. Esto no se puede relativizar ni tratar como un error político más", puntualizó.
Su par republicano, Cristián Araya, añadió que "más allá de creerle o no creerle al exsubsecretario, lo que queda en evidencia es que su preocupación estaba en cualquier otra cosa y no en la seguridad de los chilenos. Aquí la gran pregunta es cuántos de estos antecedentes los conocía La Moneda, el Presidente de la República y qué decisiones adoptó conforme a esta información. Está claro que frente a los antecedentes prefirió creerle al exsubsecretario y no a la denunciante".
"Esperamos que esta investigación avance rápidamente y que podamos conocer la verdad de lo ocurrido", acotó.
Por último, la diputada Joanna Pérez (Demócratas), miembro de la misma comisión, indicó que "no es de extrañar las versiones opuestas, hoy día mucho más ordenadas por parte de la defensa como un hecho comunicacional. Yo confío en la justicia, espero que se deje de trabajar sin presiones también a nuestra fiscalía, no solo en este caso, sino en otros que se investigan en materia de corrupción, de posible fraude al fisco, de licencias truchas y que paralelamente nos aboquemos a trabajar por la urgencia que todavía la gente espera en materia de seguridad, en materia de espera, en materia de incorporar el proyecto de pensiones que finalmente pueda llegarle los beneficios a quienes nosotros necesitamos que lleguen".