"Eso es algo que estoy pensando, muchachos. No está descartado, pero lo estoy pensando", sostuvo la expresidenta Michelle Bachelet, este domingo a la salida del salón de honor del Congreso Nacional, donde hace minutos el Presidente Gabriel Boric había rendido su última Cuenta Pública a la nación.
La respuesta de la socialista fue a la pregunta sobre su intención de erigir una campaña para la secretaría general de Naciones Unidas, organismo donde Bachelet ya asumió como Alta Comisionada para los Derechos Humanos.
Tanto en la expresidenta como en el Gobierno hay entusiasmo para levantar la candidatura para la titularidad de la ONU. "Contaría con todo mi apoyo y no me cabe ninguna duda con el apoyo de Chile. Sería la primera mujer y latinoamericana. Sería un orgullo que yo creo que debería estar sobre las diferencias políticas internas", dijo Boric en marzo, consultado por la alternativa.
En el Ejecutivo saben que Bachelet tiene elementos que juegan a su favor para terminar con la titularidad del organismo multilateral, como es la intención de la asamblea de ir por una mujer para el próximo rostro de la secretaría general.
En el Gobierno aseveran que Bachelet ha recibido apoyos para asumir la posta y que radica en una aspirante fuerte, por tanto, se estaría tanteando anunciar su candidatura posterior a la Asamblea General, de septiembre de este año.
Aún así, se apunta que en la región hay competidoras, particularmente la economista y expresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan, quien hoy asume secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, y la primera ministra de Barbados, Mía Mottley.
Hasta ahí el cálculo del Ejecutivo es positivo. No obstante, un escollo a la posibilidad de erigir la candidatura existe en la incertidumbre sobre la elección presidencial. La candidatura de Bachelet a ser titular de Naciones Unidas requiere el apoyo del Gobierno, por tanto, la opción se vería dificultada en caso de imponerse uno de los abanderados de la oposición.
A eso se agrega la facultad que tienen los países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido) de imponer vetos a las candidaturas para la secretaría general.
En esto hay incertidumbre sobre la respuesta que el Presidente Donald Trump pueda tener sobre una candidatura socialista. Además, los vaivenes de su política arancelaria, hacen de Trump una figura impredecible para el Gobierno.
En la relación de Estados Unidos con Chile, las medidas que el Presidente ha adoptado contra Israel, puede ser un factor que de tensión y así lo han evaluado en la Cancillería.
Desde Washington han habido señales. El pasado viernes, el secretario del Estado norteamericano, Marco Rubio, buscó contactarse por teléfono con el Mandatario chileno para abordar la temática de los aranceles y los trascendidos de un eventual fin de las relaciones de Chile con Israel. Al encontrarse afinando la Cuenta Pública, el Mandatario derivó la conversación al Canciller Alberto Van Klaveren.
A eso se suma las críticas que el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., Jim Risch, hizo a las medidas del Gobierno. "La decisión del Presidente chileno Boric de degradar las relaciones de seguridad de Chile con Israel es decepcionante y miope y muy bien podría tener un impacto negativo en las relaciones entre Estados Unidos y Chile en el futuro", fustigó.
En entrevista con El Mercurio, el embajador israelí en Chile, Gil Artzyeli, advirtió que la decisión de Boric tendría serias consecuencias en las relaciones comerciales con Estados Unidos. "En Estados Unidos hay 32 estados que tienen leyes contra el boicot a una parte o todo Israel, entonces van a aplicar estas leyes boicoteando a Chile", sostuvo.
Este martes en Tele13 Radio, el Mandatario desmintió al diplomático. "Eso no es cierto, el tema acá no es un tema comercial, es nuevamente un tema de principios y de Justicia. Esto no solo simbólico, es de principios", aseveró, y explicó que "hoy día contingentemente es el caso de Israel, pero yo en materia de Derechos Humanos he mantenido una postura que ha sido criticada por izquierdas y por derechas".
"Según en el caso Venezuela, Nicaragua, ahora Salvador, Rusia o Israel. O aquí mismo en Chile. Entonces, yo tengo una tranquilidad muy profunda respecto de que he defendido la tradición de la política internacional chilena en los gobiernos democráticos", adujo.
Con todo, hay quienes consideran que hay una multiplicidad de factores que pueden jugar en contra o a favor de la expresidenta para la secretaría general de la ONU.
El exministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, indicó que la de Bachelet, "si se transforma en una candidatura efectiva, bueno, ahí vamos a tener un conjunto de nuevos fenómenos en que usted, francamente no sabe si acaso esto juega a favor de la candidatura, o en contra de la candidatura, porque como usted tiene cinco miembros permanentes que tienen posiciones muy encontradas".
Además, el excanciller relevó que "en la vuelta pasada, se hablaba de que tenía que ser una mujer la Secretaria General de las Naciones Unidas y había varias mujeres candidatas" y sin embargo, resultó en el cargo António Guterres. "Entonces, contestar ahora esto, francamente, no tiene nada que ver con lo que puede suceder con la presidencia de Chile en su candidatura a la Nación Unidas", advirtió.