"Evelyn toca el piano. Matthei tiene mano de hierro contra la delincuencia". Así inicia el video que se dio a conocer el pasado miércoles en el lanzamiento de la campaña de
Evelyn Matthei, y con el cual buscaban reflejar las dos facetas de la candidata de Chile Vamos. Una que la retrata de manera más humana y personal, versus su imagen pública de estadista.
Dos almas que, según algunos, pueden convertirse en un flanco para la abanderada que no pasa por su mejor momento en las encuestas. Esto luego de que la última Cadem, mostrara a José Antonio Kast, superándola por primera vez con un 17%, contra un 16%. Aunque en otros sondeos como el de Criteria, Matthei sigue encabezando con un 26%, mientras que Kast alcanza el 20%.
En ese escenario, en la izquierda usaron el episodio en que Matthei mandó a callar a la ministra vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, como una muestra de la dualidad de la candidata que, aseguran, no le favorece al ser "traicionada" por su carácter.
La opinión de los expertos
En esa línea, el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, sostuvo que "los candidatos deben dar una señal de orden y certeza. De poco sirve mostrar una candidatura con dos almas, pues eso genera confusión. En el caso de Matthei, sus atributos tienen que ver con la experiencia y la gestión municipal en asuntos tan críticos como la delincuencia, el problema más importante para los chilenos. Sin embargo, desde que asumió la candidatura presidencial, esos atributos se han escondido detrás de partidos políticos que se notan poco entusiasmados con ella, y con una serie de multivocerías que poco contribuyen a aclarar la propuesta programática de la candidata".
Para superar estas debilidades, Morales cree que Matthei debiese, entre otras cosas, "mantener el espíritu de mano dura contra el delito" y mostrar un liderazgo vertical. Junto con ordenar sus equipos económicos y de seguridad pública, una vez concluida la primaria oficialista, el docente apuntó que ella tiene que "salir a enfrentar a los otros candidatos, especialmente a Kast".
Sin embargo, en lo que respecta a esta dualidad, Morales planteó que ella tiene que "abandonar los espasmos emocionales que muchas veces le juegan una mala pasada. Olvidarse de esa distinción absurda entre su nombre y el apellido. La gente necesita certidumbre y punto, no un líder con doble personalidad. Séptimo, desarrollar más fuertemente sus capacidades y no sus atributos personales. Matthei no es carismática, y no tiene sentido explotar esa dimensión, pues sólo trae como consecuencia la construcción de un liderazgo artificial. Su fortaleza está en la capacidad para resolver problemas".
Al contrario, el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, consideró que la "dualidad entre Evelyn y Matthei tiene sentido, porque lo que busca decir es que ella representa dos cosas y con mucha fuerza o con cierto equilibrio. Primero, la cercanía para entender los problemas de las personas y segundo, la valentía para liderar o para gobernar o sacarla adelante. Y hace el juego de asociarlos a Evelyn todos los elementos de cercanía y a Matthei todos los elementos que tienen que ver a la valentía, la capacidad, el liderazgo y el carácter".
"Esta dualidad en comunicación funciona, genera que podamos entender cuando alguien quiere transmitirnos un mensaje que tenga esa misma dualidad, que para gobernar se necesita la mano firme o dura, como también la cercanía para entender los problemas que estamos viviendo los chilenos", precisó Müller.
En cambio, Eric Latorre, director del magíster de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Autónoma, comentó que la candidatura de Matthei "no tiene propuestas claras que le permitan liderar la agenda, por otra parte cae muy fácilmente en las provocaciones del Gobierno, apareciendo destemplada en algunos casos, lo anterior la presenta como reactiva a las propuestas y agendas de otros, lo que no se condice con los atributos que hoy la ciudadanía valora según los estudios de opinión, como son tener una visión clara de las soluciones de los problemas del país y la experiencia y capacidad de gestión para implementarlos".
Por otra parte, Latorre sostuvo que "desde un punto de vista comunicacional, el desdoblamiento en dos almas, Evelyn y Matthei, no contribuye a mejorar la campaña, ya que el posicionamiento de una marca debe basarse en atributos claros y consistentes (en línea con propuestas claras en los temas críticos, capacidad de gestión, confianza), identificables para el elector".
Sin embargo, explicó que "el uso de estas dos seudo marcas puede llevar a confusiones, sobre todo considerando los problemas estructurales que se mencionaron anteriormente, donde finalmente no sabemos aún quién es y qué ofrece la candidata que aspira a liderar el país".