La
Fundación Salvador Allende salió al paso de las críticas surgidas por el pago de una deuda de $560 millones al
Serviu Metropolitano, la que se realizó con
obras de arte que se mantienen en la sede de la Fundación.
En un comunicado, la FSA señala que "el 11 de abril de 2017, el
Serviu reconoció mediante acta oficial de entrega en depósito, que no contaba con condiciones para su custodia, delegándola transitoriamente a la FSA". Agrega que "la FSA asumió la responsabilidad con el compromiso de proteger y conservar cada pieza, sin exhibirlas ni utilizarlas, resguardándolas cuidadosamente en una sala acondicionada especialmente para ello".
Ante ello, apunta que "a lo largo de los años, la Fundación ha mantenido intacto su compromiso. Las obras han estado siempre disponibles para el Serviu Metropolitano, cuidadosamente embaladas listas para ser retiradas cuando así lo solicite. Por el contrario, la FSA ha solicitado reiteradas ocasiones a distintas autoridades el traslado de las obras. Cabe señalar que jamás han sido exhibidas ni utilizadas por la FSA".
En su comunicado, la Fundación recuerda que "en 2005, tras largos años de trabajo para cumplir los requisitos legales, la FSA donó todas las obras al Estado de Chile, sin mediar ninguna retribución. A partir de ese momento, se creó la Fundación Arte y Solidaridad, con la misión de investigar, difundir y activar tanto la colección como su archivo histórico, reconocidos hoy como parte integral del patrimonio cultural nacional. Un año antes, en 2004, con el propósito de resguardar adecuadamente las obras, la Fundación adquirió el Palacio Heiremans, ubicado en calle República 475 al Serviu Metropolitano. La compra tuvo también como objetivo dotar de sede institucional a la FSA y a su archivo. La propiedad, que durante la dictadura fue utilizada como centro de operaciones de inteligencia de la CNI y que se encontraba en muy mal estado, fue tasada en UF 27.493. El pago se pactó en diez cuotas anuales".
Complementa con que "cumpliendo estrictamente con todos los procedimientos legales, se firmó la escritura de dación en pago. En ella se estableció que las obras podían ser albergadas por el Serviu en la Casa de la Cultura Anáhuac del Parque Metropolitano. Desde ese momento, la deuda con el Serviu Metropolitano fue considerada saldada. Las obras quedaron inmediatamente a disposición del Serviu para su retiro y resguardo".