Un reporte de Gendarmería de Chile revela que hasta el 30 de junio la población penal
alcanzó un peak de 61 mil internos, números que aumentan mes a mes según advierten. Del total,
34,9% tienen calidad de imputado y se encuentran en prisión preventiva, mientras que el 65,1% cumple condena. El número supera a la expectativa esperada por el Gobierno. En septiembre del año pasado, el entonces ministro de Justicia Luis Cordero, hoy de Seguridad, indicó que hacia 2026 se estaba proyectando un universo de 58 mil presos. "Estamos en una situación crítica para un número de plazas de 42 mil", dijo a La Segunda. El investigador de Libertad y Desarrollo, Francisco Alcorta, advierte que "
de seguir este crecimiento acelerado y sin una política de desarrollo de infraestructura, podríamos llegar a niveles críticos cercanos al 200% al 2030". Por su parte, Ignacio Castillo, director de la Unidad Especializada en Crimen Organizado indica que "el aumento de la población penal extranjera en cárceles chilena h
a generado diversos fenómenos delictuales intra y extrapenitenciarios, sumando a algunos nuevos riesgos, principalmente vinculados al crimen organizado transnacional y la complejización de la administración penitenciaria".