Entre un 9% y un 10,5% de los votantes habilitados aseguró que se inclinará por la opción "nulo o blanco" en la primera vuelta presidencial, de acuerdo a las últimas encuestas. En tanto, entre un 4,3% y un 9% asegura que "no votará" en estas elecciones, que son con voto obligatorio. Otro grupo aún no tiene definido su voto, el que llega a casi a un 9%.
El domingo, la encuesta Plaza Pública Cadem reveló que en los escenarios de primera vuelta, el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast (27%), registra un empate técnico con la abanderada del oficialismo, Jeannette Jara (26%). En tanto, en el tercer lugar se mantiene la carta de Chile Vamos, Evelyn Matthei, quien se mantiene con un 14% de respaldo.
En primera vuelta, un 9% se inclinó por la opción "no votaría" o "no sabe, no responde".
En la encuesta Criteria, también revelada el domingo, José Antonio Kast (Republicano) alcanza el 28%, aunque con una caída de 2% en comparación al sondeo de la semana pasada. En la segunda posición está Jeannette Jara (PC) con el 27%, bajando un 1% respecto de la última edición. Evelyn Matthei (UDI), en tanto, continúa tercera, manteniéndose en el 14%.
En tanto, las personas que dicen que votarían
nulo o blanco llegaron al
9%.
Pulso Ciudadano, por su parte, mostró que Jeannette Jara (PC), la que encabeza con el 24,6%; José Antonio Kast (P. Republicano) se ubica segundo con 19,4%; y Evelyn Matthei (UDI) llegó al 13,1% en la tercera colocación.
En dicho sondeo, una de las principales novedades fue el alza de la sumatoria de personas que manifestaron que votarán nulo, blanco o que aún no tiene definida su preferencia, llegando al 23,6%, subiendo 4,4 puntos porcentuales.
De ese 23,6%, el
10,5% dice que votará nulo o blanco, el
8,8% no sabe por quién lo hará, mientras que el 4,3% dijo que no sufragará.
El caso específico de los indecisos, que de acuerdo a los últimos sondeos llegaría casi al 9%, ya había sido explorado en julio por la encuesta CEP, y dio cuenta cómo este tipo de votantes ha ido aumentando en los últimos 20 años.
Si en 2005 los indecisos marcaban un 13%; en julio y agosto de 2013 llegaban a un 27%; en julio y agosto de 2017 llegaban a un 35%; en agosto de 2021 eran el 50%; y en mayo y junio de este año, eran un 47%.
¿Qué hay detrás del alza?
El aumento de votantes que se inclinarían por un sufragio "nulo o blanco", o incluso aquellos que aún no definen su voto, tiene varias capas que lo explican. Expertos aseguran que esta tendencia debe ser leída como una "alerta" y que serán el "factor sorpresa" de esta elección.
Tomás Duval, analista político de la U. Autónoma, pone en perspectiva este fenómeno respecto a la participación promedio de las últimas elecciones, que se sitúa en alrededor de un 84%.
"Es decir, existe un promedio entre 15 y 16% de los ciudadanos que no concurren a votar, y por otra parte, que la ciudadanía que concurre a sufragar votan nulo o blanco. En las últimas municipales y regionales 2024 los votos nulos y blancos en alcaldes fueron 10,8% elevándose en consejeros regionales al 26%", subraya.
Lo anterior indicaría que los nulos y blancos tienen un piso de alrededor del 10-11%, "y las variaciones no muy significativas que demuestran las últimas encuestas apuntan a ese rango".
De acuerdo a Marco Moreno, analista político de la U. Central, el alza de nulos, blancos e indecisos en las encuestas no puede leerse solo como un desinterés.
"En un escenario de voto obligatorio, puede expresar malestar con la oferta política, rechazo a los candidatos o simplemente una forma de diferir la decisión. Es una señal de alerta: más que apatía, parece ser un voto que busca comunicar incomodidad con el sistema y que, llegado el momento, podría volcarse de manera inesperada y definir la elección", plantea.
Mario Herrera, cientista político de la U. de Talca añade que un aspecto a considerar es la percepción que exista sobre las sanciones a votar. "Si las sanciones son bajas o no se aplican, eso desequilibra socioeconómicamente la participación electoral. Con sanciones bajas, los desafectos de clase media o media alta pueden terminar absteniéndose del proceso electoral, pese a que el voto sea obligatorio", asegura.
Impacto en los candidatos
Herrera afirma que "los votos nulos, blancos y los indecisos son el factor sorpresa de esta elección", y detalla el impacto que puede tener cada candidato con este escenario.
"José Antonio Kast, por ejemplo, tiene un grupo de votantes importante que con seguridad votarán por él. En Jeannette Jara ocurre todo lo contrario. Cerca del 40% de los votantes tienen decidido no ir a votar por ella. Evelyn Matthei, coincidente con el votante de centro, tiene un elector mucho más volátil. No tiene decidido con tanta seguridad ir a votar por ella", analiza.
En términos generales, dice Herrera, "es impensable suponer que la elección tendrá un 30% de votos nulos y blancos. Ello, sobre todo, porque hay ocho candidatos inscritos. Esto supone un amplio espectro ideológico y la posibilidad de que ninguno logre capturar programáticamente al electorado es casi nula".
El experto plantea también que los indecisos se dividen en dos grupos. "Por un lado, están los desinteresados y desafectos que no votan por razones ideológicas, sino que por ofertas de corto plazo. Esos son los que en este momento están buscando los candidatos. "Son votantes principalmente jóvenes de sectores medios y medios bajos. Es la generación 'voto voluntario'".
En ese votante, "discursos más moderados como los de Matthei o de rápida viralización como los de MEO y Parisi pueden entrar con fuerza".
Por otro lado, están los indecisos que esconden su preferencia por miedo al rechazo o porque sienten que en la opinión pública su candidatura es impopular. "En elecciones anteriores, Parisi obtuvo una buena votación en este segundo grupo", dice Herrera.
Duval resume que "existe en materia presidencial un porcentaje de voto volátil que migra de su adhesión a un candidato por distintas razones y que serán relevantes en el resultado para los candidatos en competencia".