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Sobreexposición y expectativas desproporcionadas: Los riesgos de la "Dorothymania"

La contralora recibió una decena de ovaciones en su exposición de ayer en Enade, pero abrió el debate en torno a cómo continuará habitando el cargo y los desafíos de la Contraloría.

15 de Octubre de 2025 | 08:03 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Contralora general de la República, Dorothy Pérez.

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Al menos en 10 oportunidades fue aplaudida ayer la contralora general de la República, Dorothy Pérez, durante su exposición en el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade); la que además fue inédita, puesto que por primera vez un contralor exponía como principal invitado.

Había una suerte de efervescencia en torno a Dorothy Pérez, la que se evidenció cuando su nombre fue mencionado al inicio del evento, provocando una intensa ovación de los presentes; aplausos que se replicaron al terminar su exposición de 47 minutos.

En su presentación, la contralora destacó los hitos y logros de su administración, pero también se tomó el tiempo de apuntar a la necesidad de más recursos para cumplir con el rol de fiscalizador que tiene la Contraloría. De hecho, ya había aprovechado su visibilidad en su cuenta pública de marzo, pero ahora, en Enade, no dudó en tomar la vitrina como una oportunidad más.

Asimismo, envió mensajes de cara a la unidad: "tenemos que movilizarnos, dejemos las peleas estériles y avancemos todos juntos", comentó.

O al abordar el debate de la permisología, señaló: "Yo aquí hago un llamado a la función pública, que es muy valiosa, pero llamo a que nosotros, cuando estamos revisando un trámite, pensemos que detrás de eso hay personas, hay familias, hay empleo, hay desarrollo económico que puede servirle a todo el país".

Es cierto que la contralora ha tenido un buen primer año en el cargo que asumió en noviembre de 2024, tras 10 meses de ejercer como subrogante. Sus primeros meses concertaron críticas por medidas como su pronunciamiento sobre la "confianza legítima" en los funcionarios a contrata en el sector público.

También hizo promesas en su asunción, relativas a la importancia de fortalecer la fiscalización y mejorar la entrega de resultados a la ciudadanía. Y en se contexto, ha conseguido varios aciertos -entre ellos, el caso licencias médicas-, que ha llevado a que la Contraloría hoy tenga un rol más protagónico en el ojo público.

Esos méritos se han concentrado en la figura de Pérez: la llamada "dama de hierro", que conforme ha ido habitando su cargo, ha mantenido el tono "implacable" de la labor fiscalizadora, pero también se ha dado espacios para sonreír e ironizar en sus alocuciones públicas.

Enade no fue la excepción, al punto que se evidenció algo como una suerte "dorothymania", que también dejó ecos en los pasillos en torno a su figura y persona. Dorothy Pérez fue comentario obligado, pero al mismo tiempo, se hablaba de los riesgos y desafíos de la acelerada popularidad que hoy ostenta.

Candidatos "recogen el guante"


La performance de Pérez salpicó hasta la campaña presidencial. La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, presente en el encuentro, no quiso perder la oportunidad de destacar a la contralora.

En su alocución, dijo "alegrarse mucho" por la ovación a Pérez, y agregó que "espero también que, en el combate contra el crimen organizado y el narcotráfico, contemos con la misma evasión… ovación, perdón, para poder levantar el secreto bancario".

Otro candidato que recogió el guante fue José Antonio Kast, quien en momento del debate presidencial habló de una "clase magistral", apuntando a la presentación de Pérez.

Asimismo, remarcó que "nosotros hemos dicho que le vamos a aumentar los recursos a la fiscalía, a los tribunales, y sobre todo, a la Contraloría General de la República".

Riesgos de la "Dorothymania"


Consultados por Emol, expertos abordaron la "dorothymania" frente a los riesgos que puede generar la exaltación de su figura, pese a sus méritos, y los desafíos que tiene el ente fiscalizador -y otras entidades o incluso, poderes del Estado-, para pasar de las "alertas" a soluciones más concretas.

Eric Latorre, director del Magister de Gobierno y Dirección Pública de la Universidad Autónoma, comenta que "la Contraloría está asumiendo su mandato constitucional, fiscalizando el buen uso de los recursos públicos, con la debida transparencia y rendición de cuentas".

"Sin embargo, existe un riesgo de sobreexposición de la Contralora, lo que genera expectativas sobredimensionadas de las reales competencias y capacidades de esta, por ejemplo su ámbito de competencia en el sector municipal o en lo referido a la capacidad de someter a los fiscalizados a procedimientos sancionatorios", añade.

Por su parte, Asunción Poblete, especialista en derecho público y sistemas de justicia, e investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), comenta que Dorothy Pérez "ha generado esta ola de reconocimiento y de admiración transversal y muy mediática, porque lo que demuestra es que la buena agencia de quienes ocupan cargos públicos, en su caso, aparte de un cargo de muchísima relevancia, es muy necesaria y produce cambios que son positivos y que no siempre pueden lograrse por la mera reforma institucional".

La experta plantea que "destaca su actitud, la proactividad y finalmente el contraste con su antecesor, que al final tenía las mismas facultades pero que no eran debidamente utilizadas. Solo por poner un ejemplo, en el caso de licencias, es prácticamente un cruce de datos de Excel que ya existían, pero que a nadie se le había ocurrido todavía hacer ese cruce para que se pongan de manifiesto estas irregularidades".

Pérez y la forma de habitar el cargo


El manejo que ha tenido Pérez y los riesgos respecto a cómo continúe habitando el cargo, ha sido también foco de atención entre quienes observan de cerca el rol que ha tenido Contraloría. En los pasillos de Enade no se pudo evitar mezclar algunos pasajes de la persona natural "Dorothy Pérez", con su tarea de contralora.

"La contralora es una mujer de amplia trayectoria, que ha demostrado su resiliencia y capacidad de asumir desafíos, por lo que es razonable esperar que sea capaz de manejar su propia agenda e imagen mediática para evitar la tentación de superponer su propia figura al importante rol institucional que le corresponde".

Eric Latorre, director magíster U. Autónoma
De hecho, algunos apuntaban a su presunto vínculo con el mundo crístiano, y hasta relevaron que sería una ávida lectora de salmos de la Biblia. Aquí, se elevó un hipotético: ponderar esos mundos podría llevarla a tener un buen cable a tierra, o por el contario, navegar en un plano mas "mesiánico" de su rol.

Sobre esto, Latorre destaca que "la contralora es una mujer de amplia trayectoria, que ha demostrado su resiliencia y capacidad de asumir desafíos, por lo que es razonable esperar que sea capaz de manejar su propia agenda e imagen mediática para evitar la tentación de superponer su propia figura al importante rol institucional que le corresponde".

"Por otra parte, es importante considerar que su figura se ha transformado en un referente nacional de atributos altamente valorados como probidad, transparencia, eficiencia etc., por lo que no es descartable que en el futuro tenga opciones de una carrera política", subraya.

Para Poblete, en tanto, no se vislumbra una posibilidad de que Pérez pudiera perder el foco en la "sobriedad" que ha tenido su figura. Esto, en parte, por su carrera de más de 20 años "en la que ha tenido un ascenso meritocrático y silencioso, pasando por distintos escalones de la de la jerarquía interna de Contraloría".

La experta subraya que "cuando uno ve que hay quienes piden que Dorothy casi que sea la presidenta de la República, hay que pensar que eso no sería pertinente; ella sabe el lugar que ocupa, está habitando el cargo, y creo que ella sabe qué cuál es su rol y qué cosas le corresponden y qué cosas no".

En tanto, el analista político Germán Silva, descarta que la contralora pueda tener alguna conducta que signifique que se le "suban los humos", pero, a su juicio, "sí se le debe haber despertado del apetito de pasar a tener un rol fundamental dentro de los órganos del Estado que son capaces de detectar falencias y conductas inapropiadas que despiertan simpatía en la población. El problema es que en muchos casos la denuncia no pasa de ser una constatación y donde el hilo se corta siempre por lo más delgado".

¿Más atribuciones a Contraloría?


Los expertos coinciden en que se debería avanzar en mayores atribuciones a Contraloría, y aunque apuntan a que para muchas cosas no es necesario aplicar reformas, sí hay otros aspectos en los que se debe innovar.

"Describir las malas conductas es un primer paso, pero sin atribuciones las denuncias van a seguir siendo aplaudidas por todos, hasta que les toque a ellos ser investigados".

Germán Silva, analista político
Así lo plantea Poblete, quien subraya que sería bueno aplicar reformas, por ejemplo, "en el mismo caso licencias, porque finalmente lo que ocurrió al constatarse que existían todos estos funcionarios que viajaban fuera del país utilizando estos permisos, lo que se hace es que se instruye a los jefes de servicio a que hagan sumario, que son los superiores jerárquicos de estos funcionarios que incumplen la ley".

No obstante, apunta a que "no existen plazos para poder incoar el proceso, ejecutarlo y que se hagan efectivas las sanciones. Entonces, una forma de avanzar sería, por ejemplo, que esto se encuentre regulado, o, por ejemplo, extender los plazos de prescripción de la responsabilidad administrativa".

Por su parte, Latorre plantea que son cuatro los ámbitos en los que se debe avanzar: "ampliar sus atribuciones en el ámbito municipal, mejorar y ampliar sus facultades sancionatorias, mejorar el enfoque preventivo de la fiscalización y mayores facultades para seguir el dinero con atribuciones directas sobre privados que reciban recursos públicos".

Silva añade que "describir las malas conductas es un primer paso, pero sin atribuciones las denuncias van a seguir siendo aplaudidas por todos, hasta que les toque a ellos ser investigados".