, ha iniciado una serie de emplazamientos hacia el vecino país Bolivia, liderado por el presidente de izquierda
(Movimiento al Socialismo), quien el 8 de noviembre entregará el poder al actual presidente electo de centroderecha,
.
Kaiser, quien antes de la veda de las encuestas mostró un alza en sus apoyos, -llegando en algunos casos a igualar a la carta de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei, en el tercer lugar-, llegó incluso a sostener un cruce en X con Arce.
Esto, luego que el parlamentario protagonizara un evento en Osorno, donde abordó el tema de la migración irregular. En la instancia, Kaiser aseguró que "se acabó el 'chistecito' de Bolivia" y que "en La Paz lo van a pasar muy mal y le van a tener que cambiar el nombre a la capital, porque La Paz no va a ser".
En respuesta, el 30 de octubre, el presidente Arce expresó en X que "las declaraciones del candidato ultraderechista Johannes Kaiser que amenaza con cerrar la frontera Chile – Bolivia son profundamente irresponsables e inaceptables. Es una torpeza e inmadurez política intentar sacar provecho electoral, poniendo en riesgo la buena relación que con esfuerzo hemos mantenido con la hermana República de Chile durante los últimos años".
"Desde nuestra posición, siempre apostaremos por la integración de nuestros pueblos, que eligieron el camino de la unidad, el diálogo y la paz para avanzar hacia un horizonte común de bienestar y progreso", sentenció Arce.
Pero Kaiser no dejó pasar la oportunidad de responde, y por la misma red social señaló le indicó que "el señor Presidente de la república de Bolivia debiese abstenerse de intervenir en nuestros asuntos internos".
"Respecto del fondo: en la medida en que el gobierno de La Paz se haga cargo de recibir a los extranjeros que deja transitar por su territorio al nuestro, en la medida en que ayude a frenar el contrabando y respete las normas básicas de convivencia fronteriza, no tendremos problema con cultivar las mejores relaciones con su nación. Pero si insiste en mantener la situación actual, nos veremos obligados a tomar las medidas que corresponda para proteger a nuestro país. Dios guarde a Usted. Johannes Kaiser", escribió Kaiser.
Debate Archi
La arremetida de Kaiser no quedó ahí. El martes, durante el debate organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), Kaiser no dio su brazo a torcer: "No le vamos a dar paz, es así de sencillo. El gran problema que nosotros tenemos con Bolivia, uno de los esenciales, es que Bolivia no recibe de vuelta a los migrantes que pasan por su territorio hacia nuestro territorio".
Asimismo, aseguró que "el Gobierno escondió el convenio de reconducción, porque establece que podemos reconducir 10 inmigrantes al día, mientras que entran cientos".
Por otra parte, acusó que en Bolivia se están desarrollando "ferias de autos robados en Chile. El presidente actual había regularizado, incluso donado autos robados vendidos en Chile a organizaciones no gubernamentales bolivianas, y el nuevo presidente boliviano (Paz) también había hablado la regularizacióne estos autos 'chutos'".
"¿Qué se supone que hagamos en Chile, si no es decirle al Gobierno boliviano, y de Estado a Estado, que tienen que respetar las normas básicas en esta materia? Y si no, vamos a aplicar sanciones como corresponde; por ejemplo, sanciones comerciales".
Consultado por si le negaría el acceso a los puertos a Bolivia, Kaiser dijo que "en primera instancia no", pero advirtió que "les voy a controlar cada kilo que pase por un paso que no sea exclusivamente el ferrocarril Arica-La Paz, porque todo eso son concesiones que les hechos hecho extra".
Acuerdo de reconducción Chile-Bolivia
Cabe destacar que en
diciembre de 2024 Chile y Bolivia firmaron un
Acuerdo de Cooperación Migratoria, donde el país altiplánico aceptó permitir el retorno de sus ciudadanos que hayan sido reconducidos desde Chile.
En tanto, en febrero de este año, ambos países firmaron un protocolo que establece el procedimiento para la conducción de migrantes irregulares. El acuerdo fue suscrito por la entonces ministra del Interior, Carolina Tohá, y por el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo.
Ese protocolo fue el que permitió la implementación del Acuerdo de Cooperación Migratoria suscrito en diciembre.
Según se conoció, en el caso de Chile, si Carabineros o el Ejército encuentra a un ciudadano boliviano o de un tercer país dentro de una zona de 10 kilómetros desde la frontera hacia el interior de nuestro territorio nacional, ésta persona será derivada a personal de la Policía de Investigaciones (PDI) para que lo entregue a la policía boliviana y retorne a ese país, previo registro biométrico.
"¿Qué es lo que se busca con esto? Que quienes quieran cruzar la frontera lo hagan legalmente, que nadie aproveche el hecho de que tenemos una frontera bastante sinuosa, por el hecho de que está situada precisamente en la cordillera, para vulnerar el deber que tiene el Estado de controlar la circulación en el límite fronterizo. Lo que va a permitir esto es que cuando detectemos que una persona está atravesando, va a ser reconducido al país vecino", dijo la exministra Tohá en ese entonces.
Por su parte, el presidente electo, Rodrigo Paz, también ha dicho que quiere retomar las relaciones con Chile. A poco resultar electo, comentó que "queremos que ambos países trabajen de forma más cercana y en beneficio de ambos pueblos".
Así, la apertura de Paz fue vista como una "buena señal" para las relaciones diplomáticas y la opción de avanzar en el diálogo en medio de la histórica reclamación boliviana de un acceso soberano al océano Pacífico, que además, figura en la Constitución de ese país.
"Agitar banderas" y "pocos costos"
La "ofensiva" de Kaiser hacia Bolivia abre dudas en torno a una eventual estrategia electoral que podría apuntar a conquistar votos en el norte del país, zona donde Franco Parisi -quien también está situado en algunos sondeos en cuarto lugar-, tiene un fuerte bolsón de votos.
A esto se suma que el tema de la migración irregular ha sido neurálgica en la campaña, estrechamente vinculada con la seguridad, materias que más preocupan a la ciudadanía.
Raúl Burgos, académico y analista político de la PUCV, analiza el perfil de Kaiser para explicar la "polémica": "Él representa un proyecto político de ultraderecha crítico de la democracia liberal, y que asume posiciones populistas y nacionalistas. Esto se observa, entre otras cuestiones, en su crítica a la migración, su enfoque amparado en la fuerza para enfrentar la seguridad, su crítica a la cooperación internacional, y su exacerbación de la identidad nacional y el cuestionamiento a las políticas identitarias".
Por lo tanto, dice el experto, sus declaraciones respecto a Bolivia "revelan un tipo de comportamiento confrontacional y poco propicio a la colaboración para enfrentar problemas que afectan a ambos países, como es el caso del crimen organizado o la migración irregular. Esto se ha intensificado en el proceso de campaña para mejorar su posicionamiento respecto a sus competidores en la derecha, queriendo ser así el que está más a la derecha de los tres".
Eric Latorre, director del magíster de gobierno y dirección pública de la U. Autónoma, sostiene que "no existen mayores costos de enfrentarse a Bolivia. Finalmente aprovecha de diferenciarse de Kast que incluso esbozó la opción de reanudar relaciones con dicho país. En resumen es un golpe que genera múltiples beneficios y ningún costo".
Para Eolo Díaz-Tendero, Director del Observatorio Regional de la Universidad de O'Higgins, agrega otros dos componentes pueden estar marcando que kaiser elija ese tema: "uno, las relaciones internacionales le sirven para marcar un tema o valor muy identitario en la derecha chilena, la nación y el orgullo nacionalista y dado que su disputa se trata sobre quién es hegemónico en ese sector, es un tema muy adecuado".
"Por otra parte, y en una disputa menos de nicho, el rol de los países limítrofes con la relación a la migración, le permite agitar banderas y posicionarse en ese tema de alta incidencia ciudadana", sostuvo.
Factor "Parisi"
Burgos añade que este "uso político" de la relación con Bolivia, "también guarda relación con la intención de convertirse en el candidato favorito del electorado que experimenta directamente dichos problemas en el norte del país".
"En elecciones pasadas, Parisi era la figura en esta materia y tuvo buenos resultados en esa zona, cuestión que debiese cambiar dado el discurso simple, directo y sin tapujos que ha mostrado Kaiser", sostiene.
Sobre este tema, Latorre coincide en que, en efecto, Kaiser se disputa votos del norte con Parisi, "donde Kaiser puede obtener 2 o 3 puntos que son claves en el escenario actual y ademas aprovecha de crear un enemigo, con el cual mostrar los atributos que le están siendo rentables, como firmeza, convicción y decisión".