A las 19:00 horas de ayer, los resultados de la segunda vuelta presidencial corroboraron la tendencia que venía marcando el cierre de mesas: José Antonio Kast (Republicano) se impuso en las urnas y resultó electo como el nuevo Presidente de Chile, con el 58,16% de las preferencias.
Kast, abogado de 59 años, será el Presidente de la República cuando asuma el 11 de marzo de 2026. Ganó de una forma holgada, propinando una dura derrota a la izquierda: Jeannette Jara (PC) solo logró el 41,84% de las preferencias, con 5.216.289 sufragios.
En esta votación, Kast duplicó las 152 comunas que ganó en la segunda vuelta de 2021 contra el Presidente Gabriel Boric. Además, se posicionó como el candidato más votado de la historia con 7.242.960 sufragios.
"Este no es un triunfo personal, no es de José Antonio Kast. No es de un partido (...) aquí no ganó una persona, no ganó un partido, aquí ganó Chile", aseguró el Mandatario electo desde su escenario instalado en la calle Presidente Errázuriz en Las Condes.
En esa línea, también afirmó que "nos van a tocar momentos muy difíciles, donde tendremos que tomar decisiones muy relevantes, y eso necesita un equipo afiatado (...) y eso es algo que tenemos que instalar, una cultura de trabajo en conjunto, de confianzas, y eso se puede hacer más allá de las diferencias que podemos haber tenido en distintas etapas de nuestra vida política".
Pero, ¿cuáles son los principales desafíos a los que deberá enfrentarse el nuevo Gobierno encabezado por Kast?
Para Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), "son múltiples los desafíos del Presidente electo. En lo inmediato, tanto él como su círculo deben resistir la tentación de caer en la llamada 'borrachera electoral' después de un triunfo tan contundente".
"Luego, a medida que se acerque el cambio de mando, el presidente Kast también tendrá que trabajar en definiciones programáticas, preparar la instalación de sus equipos y lograr manejar las expectativas ciudadanas, que serán muy altas y difíciles de satisfacer, tal como él mismo dio a entender en su primer discurso", aseguró.
Coalición de oposición
Alvarado destacó la importancia de crear una coalición que lo respalde, y donde "Kast debe encarnar desde sus primeras decisiones y gestos un diseño de gobierno que otorgue protagonismo a las diversas fuerzas políticas que respaldaron su campaña de segunda vuelta. Es el único modo de favorecer una base de apoyo amplia para su mandato".
Misma opinión tiene José Miguel Cabezas, director de la Escuela de Gobierno de la U. San Sebastián, quien sostuvo que "la recomposición de la actual oposición constituye, sin lugar a dudas, el primer y mayor desafío del Presidente electo José Kast. En el corto plazo, deberá conformar un gobierno dotando de cuadros políticos y técnicos al conjunto del Poder Ejecutivo".
En esa misma línea, el analista político y director del magister de Gobierno y Administración Pública de la U. Autónoma, Eric Latorre, cree que sus principales desafíos "serán generar un gobierno de coalición que le permita un apoyo amplio en la derecha, lo que es una condición base para generar gobernabilidad considerando que no tiene mayoría parlamentaria".
También Mario Herrera, analista político de la U. de Talca, coincidió en que el principal reto será saber armar una coalición.
"La amplia ventaja con la que acaba de ser electo impulsará a personas de su sector a gobernar en solitario, dejando a Chile Vamos y a los apoyos de la segunda vuelta en una posición secundaria. Sin embargo, para gobernar no sólo necesita votos, sino que cuadros técnicos con experiencia en gobernar", comentó.
Esto, porque "las dos experiencias anteriores de coaliciones que ganan por primera vez han pecado en lo mismo. Piñera 1 entró con un gobierno de técnicos, principalmente del mundo privado, pero terminó con uno de políticos. Boric prometió renovación a la concertación y terminó afirmando su gobierno en el socialismo democrático", explicó.
Para José Miguel Cabezas, se suma el reto de "construir mayorías parlamentarias efectivas. En un Congreso fragmentado, la mera suma aritmética de los escaños obtenidos por su coalición resulta claramente insuficiente para garantizar gobernabilidad".
"Acciones concretas"
Por su parte Ricardo Hernández, coordinador de Política y Sociedad del Instituto Res Publica, sostuvo que Kast "deberá demostrar en pocos días acciones y resultados concretos a lo menos en materia de seguridad y creación de empleo, haciendo realidad el llamado a un gobierno de emergencia".
Y añadió que "la denominada 'luna de miel presidencial' es cada vez más corta para los mandatarios".
En ese sentido, también Latorre sostuvo que Kast deberá "presentar un plan concreto para los primeros 100 días que den respuesta a las promesas en seguridad y economía, con impactos concretos". A ello se suma "dar señales de austeridad y eficiencia fiscal como señal de una gestión proba y efectiva".
A juicio del académico de la U. Autónoma "el resultado entrega al gobierno un voto de confianza para implementar su programa, lo que debe ser abordado con prudencia por el gobierno y no creer, como el actual gobierno, que ganar significaba un cheque en blanco para refundar el país".
También Herrera apuntó que Kast deberá "hacerse cargo de las expectativas. Altas expectativas con metas cortoplacistas son la peor combinación para un Presidente. Serán claves ministerios como Seguridad, Interior (por migración) y Hacienda (por los recortes fiscales)".
¿Cómo influye el resultado?
A juicio de los analistas, el resultado tendrá gran influencia en el escenario político, dejando como el gran perdedor al oficialismo y consolidando la fuerza del Rechazo de 2022.
Según Alvarado, "la izquierda sufrió su mayor derrota presidencial del Chile contemporáneo. Eso exige una autocrítica a la altura de las circunstancias".
"Sin embargo, uno habría esperado precisamente dicha autocrítica luego del fracaso, también monumental, de la fallida Convención en septiembre de 2022. Y salvo muy escasas excepciones, desde esa fecha hasta hoy el oficialismo ha culpado siempre al empedrado", afirmó.
Para el director del IES, hay un punto ciego que es que "el pueblo de Chile abandonó a las izquierdas y convirtió a José Antonio Kast en el Presidente más votado de la historia. Si esto no hace reaccionar a ese sector político, vaya a saber uno qué podría remecerlas".
Cabezas, por su parte, aseguró que tras las elecciones el oficialismo "enfrenta una derrota política de gran magnitud. El primer golpe se produjo con la posición adoptada frente al proceso constituyente, instancia en la que terminó de erosionarse su plataforma política común. El resultado electoral del domingo 14 de diciembre profundiza esa crisis y abre un período de incertidumbre respecto de la proyección tanto del Frente Amplio como del Socialismo Democrático".
Ante este escenario, "la redefinición de liderazgos y estrategias no será inmediata: tomará tiempo, negociación interna y, probablemente, más de una disputa abierta por la conducción del sector", aseguró el director de la Escuela de Gobierno USS.
Para Hernández, "el oficialismo queda reducido nuevamente a la votación del Apruebo y Rechazo de 2022, refugiada principalmente en la Región Metropolitana y Valparaíso, en desmedro de un auge de las derechas en las regiones tanto del norte como del país".
Por su parte, Latorre sostuvo que para el actual oficialismo, "vendrá un proceso de tensión muy fuerte que incluye evaluar responsables del fracaso, tomar posiciones para liderar la futura oposición, realinear los partidos y nuevas coaliciones".
"Lo anterior en particular ocurrirá en el Partido Comunista que tendrá una disputa interna que puede llevarlo a cambios estructurales por la presión de los grupos más progresistas. Finalmente, para el gobierno, el triunfo de Kast por una ventaja tan amplia es una gran derrota, que deja al Presidente Boric en una posición que no le garantiza liderazgo futuro y sin duda será cuestionado por su rol en la campaña", aseguró.
