LONDRES.- En un reporte mensual de avistamiento de drones emitido por las autoridades británicas, se registró al menos dos incidentes de alto riesgo durante el año pasado en las cercanías del Aeropuerto Heathrow, en Londres, Inglaterra. Uno de ellos, incluso se encontraba volando a 3 mil metros de altura, una distancia mucho mayor a la permitida.
Todos los meses se realiza un informe con los reportes entregados por los pilotos comerciales que cruzan el espacio aéreo de Inglaterra para determinar las amenazas que pueden generar los "vehículo aéreos sin identificación" (UAV, por su sigla en inglés), o también conocidos como drones.
Este documento, confeccionado por la Autoridad de Aviación Civil (CAA) de Inglaterra y la Autoridad de Aviación Militar del país, muestra los diversos casos que se han debido enfrentar los pilotos durante sus viajes. En uno de los informes, un evento ocurrido en noviembre de 2016, el piloto de avión A320 que despegaba desde el aeropuerto de Londres reportó un dron a 3 mil metros de altura, cuando estos dispositivos sólo tienen permitido volar sólo a 122 metros.
En la oportunidad, el piloto comercial registró en su audio de seguridad que se trataba de un objeto estacionario sin luces de seguridad, el UAV se mantuvo en el radar durante aproximadamente cinco segundos mientras el avión pasaba a su izquierda. "¿Es eso un dron? ¡A 3 mil metros de altura!", comentó el conductor de la aeronave, asegurando que se trataba de un dispositivo de este tipo, con entre 6 y 8 rotores, y una forma de "T".
Otro de los casos se trata de un dron que se encontraba volando a menos de 20 metros del avión -también un A320- en octubre de 2016, y posiblemente muy cerca de la zona de las turbinas, lo que podría haber ocasionado un accidente ante una posible colisión.
Mientras que en noviembre se registró un dron de color rojo volando a sólo 50 metros de un avión comercial a más de mil metros de altura, mientras despegaba del aeropuerto.
En los tres casos, los responsables reportaron de inmediato los objetos a la policía del terminar aéreo, sin embargo los dueños de estos drones no pudieron ser rastreados.
Las autoridades destacaron que volar este tipo de dispositivos cerca de los aeropuertos significa un alto riesgo de colisión con los vuelos comerciales, lo que puede generar una colisión y con ello, hasta la muerte de los pasajeros y la tripulación a bordo de la nave.
Actualmente los legisladores del Reino Unidos se encuentran desarrollando normas que permitan un registro de estos drones para un mayor control de sus dueños y así evitar este tipo de situaciones que podrían terminar en accidentes aéreos por una falta de responsabilidad de los usuarios.
Una de las mayores preocupaciones también es una posible colisión de drones con planeadores, avionetas menores o helicópteros, que en algunos casos podría significar que estas aeronaves se precipiten a tierra causando hasta la muerte de sus ocupantes.
