"El 2100, se ve bastante sombrío", dijo Renee Setter, biogeógrafa de la Universidad de Hawaii Manoa, quien presentó una investigación donde se reveló que el aumento de la temperatura de la superficie del mar y las aguas ácidas podría eliminar en 80 años más casi todos los hábitats de arrecifes de coral existentes.
Los resultados, que se dieron a conocer en la "Ocean Sciences Meeting 20202" en San Diego, proyectan que las aguas más cálidas estresan a los corales, haciendo que liberen algas simbióticas que viven dentro de ellos. Esto cambiaría sus colores de vibrantes a blancos, en un proceso llamado "blanqueamiento".
Si bien, las especies afectadas no están muertas, sí tienen un mayor riesgo de perecer, y estos eventos de "blanqueo" se están volviendo más común en el mar, bajo el
cambio climático.
Los investigadores encontraron que la mayoría de las partes del océano donde existen arrecifes de coral hoy en día, no serán hábitats adecuados para los escollos de la especie para 2045, y la situación empeoró a medida que la simulación se extendió hasta 2100.
En tanto, algunos grupos están intentando frenar esta disminución trasplantando corales vivos cultivados en un laboratorio a arrecifes moribundos. Proponen que especies jóvenes impulsarán la recuperación de los escollos y los devolverán a un estado saludable.
En el nuevo estudio, Setter y sus colegas mapearon qué áreas del océano serían adecuadas para los esfuerzos de restauración de corales en las próximas décadas.
Así, los investigadores simularon las condiciones ambientales del océano, como la temperatura de la superficie del mar, la energía de las olas, la acidez del agua, la contaminación y la sobrepesca en áreas donde ahora existen corales.
"Honestamente, la mayoría de los sitios están fuera", dijo Setter. Los pocos sitios que son viables para 2100 incluyen sólo pequeñas porciones de Baja California y el Mar Rojo, que no son lugares ideales para la especie amenazada debido a su proximidad a los ríos.
Si bien la investigación responsabiliza de este hecho a el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos, y señala que la contaminación humana tiene una influencia menor, "tratar de limpiar las playas es genial e intentar combatir la contaminación es fantástico. Necesitamos continuar con esos esfuerzos", expresó Setter.
"Pero al final del día, luchar contra el cambio climático es realmente lo que debemos defender para proteger los corales y evitar estresores compuestos", concluyó.