Como toda mujer, no sólo está preocupada de meditar cada una de sus respuestas, sino también de cómo saldrá en las fotos. “Es que me siento un poco rara con este pañuelito como de los sesenta. Yo siempre me he vestido de negro y en Nueva York es casi una costumbre, pero aquí hay que ponerse un poquito más de color”, dice.
Es un comentario al paso, mientras enciende otro cigarrillo, se acomoda en el sillón y sigue hablando de cómo ve el Chile de hoy. Hay muchas cosas que Karen Poniachik echa de menos de Estados Unidos.
-Un estudio reciente concluye que en Chile no se respeta la meritocracia, ¿qué opinas?
“Eso es un enorme desafío que tenemos como país. El estudio de la Universidad de Chile compara los egresados de ingeniería comercial y dice que los alumnos de mejor desempeño académico, pero que provienen de comunas pobres y colegios municipalizados, ganan cuatro veces menos que los alumnos del 10 % de peor desempeño de comunas ricas y colegios privados ¡Eso es inaceptable! Hay que darle espacios a la gente que hace las cosas bien”.
-¿Crees que esos espacios se den?
“El Estado está mucho más a la vanguardia que la empresa privada. Me gusta citar ese estudio en los seminarios de responsabilidad social empresarial, porque en Chile existe la sensación que esta responsabilidad es filantropía y ¡no! la empresa tiene un rol fundamental que cumplir en la meritocracia y el ascenso social”.
-¿Por qué dices que el Estado está a la vanguardia?
“Con la reforma para la modernización del Estado, se creó el Sistema de Alta Dirección Pública, en que los cargos – como por ejemplo el director del SERNAC, en este momento- van a ser elegidos por concurso público. En base a mérito y no a partido político, ni pituto, ni a quién es uno”.
-¿Y el mundo privado?
“A la empresa privada le falta diversidad, en términos de origen socioeconómico, de mujeres y hombres, gente de regiones, gente que piense distinto, que se vista distinto.
"Eso es receta para el éxito, porque las empresas deben adaptarse a lo que son las diferencias”.
-¿Ves diferencias en el empresariado extranjero?
“En Estados Unidos existen estudios que dicen que diversidad, desde todo punto de vista – no sólo los anteriores, si no también las religiones, etnias, incluso orientación sexual-, contribuye a que la gente se quede en la empresa, que haya lealtad hacia ella.
"Las empresas extranjeras, en sus países de origen como en Chile, están más orientadas a la meritocracia”.
-Te apasiona el tema.
“Sí, claro. ¡Hay cosas que no tolero en Chile!, tal vez por los años que viví fuera”.
-¿Cuáles?
“Por ejemplo, que los currículos vengan con foto. En Estados Unidos está prohibido. También poner la fecha de nacimiento, el estado civil y el número de hijos. Allá puedes demandar a una empresa que lo pida”.
-Aquí es habitual.
“¡Eso debiera cambiar! Sólo es necesario el nombre y el e-mail. El background educacional, pero no el colegio dónde estudiaste, sino los estudios universitarios y la experiencia laboral.
“Yo no pido foto cuando busco gente… ¡no me interesa! Exijo inglés y hago la entrevista en ese idioma, porque es necesario dominarlo para trabajar en esta agencia”.
-¿Cómo se cambian estos hábitos?
“A través del debate público. Debiéramos imponer en la agenda estos temas: meritocracia, ascenso social, discriminación, diversidad…
“Es inaceptable en un país que es líder en solidez institucional, en materia económica, en todos los rankings internacionales. Yo, entre paréntesis, se los muestro a todos los extranjeros cuando vienen, pero me da plancha mostrarles lo atrasados que somos en otros temas.”
