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“No estoy desesperada”

18 de Agosto de 2008 | 15:13 |
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Tiene todos los rasgos de una ejecutiva moderna, pero no ha perdido el buen humor, la sonrisa fácil y el aceleramiento que la hacían conocida en sus tiempos de estudiante de periodismo.

Es la misma “matea” que no para hasta conocer a fondo de lo que se trata cualquiera de los temas en que se involucra. “Porque soy obsesiva de la eficiencia y además para demostrar que no se equivocaron al nombrarme, debí trabajar el doble en los primeros años”, cuenta.

No obstante, doce años en Nueva York no pasan en vano; Karen Poniachick reconoce que volvió de Estados Unidos más tolerante, mucho más abierta y que ello ha contribuido enormemente a la exitosa labor que ha desarrollado como vicepresidenta ejecutiva del Comité de Inversiones Extranjeras.

Se podría pensar que con este cargo no le queda tiempo para nada, pero aclara que no es así. “Sí, me hago el tiempo para mí. Además hay muchas cosas ligadas al trabajo también que tienen que ver con mi vida personal”, asegura.

-¿No hay división entre tu mundo personal y laboral?
“No, de hecho tengo muchas amigas nuevas que provienen del trabajo. No creo en esa división. Uno se hace el tiempo”.

-Pero, ¿qué haces además de trabajar?
“Voy a clases de danza moderna en la mañana –tempranísimo, a las 7:30-. Llego un poco más tarde, pero me voy más tarde también. El fin de semana trabajo una o dos horas en el computador, respondo e-mails. Integro bastante los dos mundos”.

-Sigues soltera, ¿crees que los hombres te consideran inalcanzable?
“No, yo creo que soy igual a todo el mundo. Me da lata que algunos hombres tengan esa percepción. Sí, les dan susto las mujeres que están en estos cargos; tal vez porque están mucho tiempo fuera de la casa o viajan mucho… ¡no sé!

- ¿También en Nueva York?
“Es distinto. Allá tenía 30 años y hoy tengo casi 40. Las cosas que uno hace son distintas, la gente que uno ve es distinta; pero, sí, no es fácil. A los hombres que te conocido me los presentan amigos, pero, en general, no es fácil. A todas las mujeres solteras de mi edad les pasa lo mismo”.

-¿Los hijos están entre tus planes?
“No estoy desesperada, ni en campaña ni nada por el estilo. Las cosas se dan cuando se tienen que dar. Llegarán, si es que llegan, y si no, alcanzaré otras cosas, que son igual de importantes. Todo lo que me ha pasado en la vida me ha ido llegando, no lo he planeado, vamos a ver qué depara la vida”.

-¿Ha cambiado mucho tu vida de vuelta en Chile?
“Es difícil comparar, porque allá yo era más joven y me tocó relacionarme en un mundo de profesionales. Aquí, tengo otra edad, un cargo y, entonces todo cambia, desde cómo vestirse hasta lo que haces. Tu rutina cambia”.

- Pero la sociedad allá es más libre.
“Chile ha cambiado radicalmente. Hoy día el tema de una mujer profesional, soltera, que viva sola y administre su vida es algo mucho más común de lo que era hace 10 años. Está cambiando todo para adaptarse a esta nueva realidad de profesionales entre los 25 y los 45 que viven solos, incluso se construyen departamentos especialmente diseñados para ellos y han variado los hábitos de consumo”.

-¿Puedes establecer un paralelo?
“No, porque en Estados Unidos ya estaba dado, especialmente en una ciudad como Nueva York en que hay tres millones de personas solteras. La proporción es dos a uno entre mujeres y hombres, también. Se da el fenómeno como “Sex and the city” – que es lo más exagerado que hay-, pero que refleja un poco la realidad de la mujer urbana y joven.
“En Chile, estamos viendo la cultura de la mujer y el hombre urbanos: que trabajan, viven solos, se visten de cierta manera. Eso también lo ves reflejado en las comunicaciones, en las cosas que se venden, en los tipos de restoranes que hay. Es súper evidente que la sociedad chilena está cambiando para adaptarse a esta nueva realidad”.

- Tu mirada sólo analiza el mundo en que te mueves.
“Claro, mi mundo es muy distinto, he sido súper privilegiada. No sé a qué atribuirlo, pero ha habido un cambio, también en otros sectores. Ayer me tocó ir a Lo Prado y ves que los niños también están en Internet. Además, hay cambios en manera de mirar al país: en turismo, en microempresa, en las comunicaciones, en todo”.

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