Difícil de imaginar, pero el otrora tímido Francisco Melo se casó con su primera polola, que fue su primer amor, su primer beso, su primera separación, su primera gran culpa, su primer todo. El actor confiesa que tanto esta ruptura y la con la actriz Amparo Noguera han sido difíciles.
Se confiesa romántico y sentimental, amante de los pequeños detalles que, según él, revitalizan la relación. Su receta para conquistar una mujer no es llegar y abordarla, si no que permanecer callado y tranquilo. Eso “puede ser más atractivo que el que está pintando el mono, así me ha funcionado” asegura.
Además, asegura que confía en las capacidades de la mujer en la casa y en el trabajo.
-¿Cómo has vivido tus dos rompimientos amorosos? ¿Han sido fuertes, no?
“Sí, y públicamente, porque yo cuando me involucro con alguien, me involucro hasta la medula. Entonces, si se rompe, me puede dejar mal parado porque puse toda la carne en la parrilla, me cuesta separarme, de quien sea, amigos, familia”.
-Te has relacionado con mujeres conocidas como Amparo Noguera y Daniela Lhorente ¿eso dificulta la relación? ¿Se puede separar un pololeo del trabajo?
“Se puede. Yo solamente he tenido parejas actrices, la Patricia (ex mujer) también lo es. Hay días que uno está mejor o peor con una pareja y si te tocan escenas juntos te las tienes que bancar. De todas maneras creo que es más sano que las parejas no trabajen juntas, se deben generar los espacios para que cada uno crezca como persona y se complementen en sus encuentros”.
-¿Las peleas profesionales tensionan una relación?
“En general nunca he tenido muchos problemas profesionales, quizás uno puede discutir o no estar de acuerdo en algo, pero no creo que estas cosas no se mezclan. Aunque como receta es mucho mejor no trabajar con la pareja”.
Aunque Melo no evita ningún tema; se nota complicado y no menciona el nombre de su ex, Amparo Noguera. Más bien pareciera que el actor lo toma como un momento en su vida que todos deberían conocer.
-¿Y trabajar con una ex-pareja?
“Eso es más fome aún, cuando terminas una relación esperas rearmar tu vida solo, generar las distancias correspondientes, para no toparse tanto y provocar conflicto. Pero la vida a veces no te da las mejores alternativas, me ha tocado enfrentar esa situación y se puede sobrellevarla; de hecho, sigo parado. Pero por una cosa de sanidad, lo mejor es no hacerlo, uno no quiere ver a la ex todos los días, o quizás quiere, pero no es bueno”.
-¿Eres sentimental?
“Sí y soy muy romántico también. Me gusta regalar flores, poner chocolates bajo la almohada, las sorpresas y detalles, ahora si es de ida y de vuelta mejor, pero me es mucho más grato hacerlo”.
-¿Y te has sentido correspondido?
“Eh…no, (ríe), a veces uno es bien huevón y quiere que le hagan lo que a uno le gusta hacer. Pero creo que es bueno aprender cuáles son los gestos del otro. Es bonito que alguien te compre algo, porque se preocupó por ti, es un gesto también, más allá de la sorpresita, son distintos códigos de romanticismo. En mi caso particular me gusta potenciar el tema de la sorpresa”.
-¿Cómo te aproximas a una mujer?
“Aprendí que mi seducción funciona por no atacar. Yo no sé abordar, nunca lo he hecho y nunca lo haré. He descubierto que si uno está solo y callado puede ser más atractivo que el que está pintando el mono, así me ha funcionado. Estar tranquilo es más interesante.”
No se considera machista y confía en las capacidades de planificación de la mujer para llevar una casa o desempeñarse en el trabajo “Me gusta mucho la sensibilidad con la que la mujer afronta los problemas y desafíos, me encanta ver como ella resuelve frente a la incapacidad que yo tengo como hombre”.
-¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de ti?
“Me gusta mi tozudez frente a las cosas y lo que menos me gusta son mis perdidas de control, puedo pasar del cielo a un monstruo, me descontrolan a mí mismo, me afectan a mí, me desmoronan”.
-¿Y físicamente?
“Las orejas que todos conocen, pero ahora las amo, he hablado tanto de ellas (ríe). Y lo que más me gusta son mis manos”.
-¿Eres trapero, te gusta la ropa?
“No, me aburre profundamente. Me gusta sentirme bien, pero me preocupo lo normal. Lo que me aburre es comprar, me da mucha lata”.
El actor de signo zodiacal Acuario, se identifica intensamente con el color azul y señala el aroma a vainilla como especial, “en la mujer por su puesto”.
En este momento no practica ningún deporte, pero destaca que le gusta el rugby, el golf y esquiar en invierno, “deportes cuicos” asegura riendo; “también me gusta trotar, pero no soy un deportista empedernido”.
Su plato favorito es la lasaña y el completo, pero a la hora de meterse a la cocina, comenta que no tiene idea de cocinar. “No cocino nada, soy una bestia”.
En cuanto a las vacaciones, prefiere veranear en lugares fríos que calurosos, le encanta el sur, el bosque frío y las termas, destaca a Las Torres del Paine y Tierra del Fuego como sus lugares preferidos. “No soy de la imagen de la playa con palmeras, eso me aburre profundamente”.
Su cantante predilecto es Sting, sin embargo sus preferencias musicales son variadas, van desde Café Tacuba, Björk, Los Pettinellis, pasando por clásicos como Vivaldi y Bach, pero insiste “Sting es especial”.
-¿Tienes alguna maña o fijación en especial?
“Soy mañoso pero no soy neurótico ni del orden ni nada, tengo períodos. Ahora el ruido de los autos me carga”.
-¿Cuál es tu vicio privado?
(Lo piensa mucho rato) “En este momento, mi vicio privado es detenerme, sentarme al atardecer, en el patio de mi casa, con una cerveza y un cigarro. Lo que tiene de privado es que me gusta hacerlo solo, más que por que sea prohibido. Y el horario tiene que ver con los espectros, estar entre la luz y la sombra es encantador”.
