Nos recibe en una oficina realmente inhóspita del Ministerio de Educación. En muy pocos metros cuadrados están casi hacinadas cinco profesionales más una secretaria. Ella trata de hacer la vista gorda a la situación poniendo lo mejor de su parte. “Es tanto lo que me concentro en la pega que se me olvida el lugar donde estoy”, comenta.
Y a eso, a trabajar, está abocada la coordinadora de la Secretaría Técnica de Sexualidad, Afectividad y Género del Mineduc, María de la Luz Silva Donoso, socióloga que en el pasado hizo noticia por haber sido una de las creadoras de las polémicas Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad, Jocas.
De vuelta en el cargo, tiene entre sus manos definir las competencias y conocimientos básicos que deben adquirir los niños y jóvenes en materia de sexualidad y que deberían ser transmitidas en los colegios a través de programas transversales de educación que cruzan todo el currículo.
-Veamos la realidad, ¿qué dicen los estudios sobre la forma cómo los jóvenes están viviendo su sexualidad?
“Nosotros no hemos hecho un estudio específico de ese tema. Ahora, lo que se observa todos los días, en la calle, en la televisión, en los establecimientos educacionales y observaciones de los docentes es que, claramente hay un cambio en los jóvenes, respecto de las generaciones anteriores, de cómo ellos perciben el tema de la sexualidad, fundamentalmente. Hay cambios que tienen que ver con un fenómeno muy evidente que es la masificación de la televisión, la globalización, porque no sólo se tiene televisor en todas las casas, sino que además de la televisión chilena se tiene TV por cable y se tiene Internet. Además, se suman los modelos, los conjuntos musicales, los actores que también son mundiales”.
-Pero claramente estamos hablando de jóvenes que se inician sexualmente mucho antes que sus padres y abuelos. ¿A qué edad lo hacen?
“Depende, en nuestro registros nos aparece una niña madre que tiene 11 años el año 2002, hay otras veintitantas de 12 y casi 130 de 13 años. Pero en todos estos casos no sabemos cuáles son las causas de esos embarazos tan precoces; lo que sí sabemos es que estas niñitas se han iniciado sexualmente antes de lo que corresponde en su vida porque son muy chicas; una niñita de 13 años no está muy consciente de lo que está haciendo. No sabemos si son víctimas de abusos sexuales o en qué condiciones se embarazó.
“Ahora, tenemos que tener presente que, cuando la cobertura escolar es universal prácticamente, entonces esa población que tenía las mismas dificultades, pero que antes nadie las percibía, hoy día sí las encontramos. Si bien es cierto que han habido cambios en las conductas tampoco nos mostremos demasiado sorprendidos porque las mujeres entramos en edad reproductiva a los 12 y 13 años y toda la vida han habido madres jóvenes”.
Continúa: “Si vemos a nuestras abuelas ciertamente que hay diferencias en las formas de iniciación sexual, pero nuestras abuelas se casaban a los 16 años y a veces antes. Este es un fenómeno que hay que analizar con dos dimensiones: por una parte, que lo normal es que las mujeres en edad reproductiva se han embarazado muy joven y, por otra, que han habido cambios culturales que han introducido modificaciones sustantivas en la vida de las mujeres; como la aparición de la píldora que disoció la sexualidad de la reproducción”.
-Los especialistas con los que trabajan tienen que haber definido la edad en la que un joven está preparado para asumir una vida sexual.
“Lo que tenemos que conseguir es que nuestros niñas y niños, al final de la trayectoria escolar, tengan las competencias, sean capaces de tener conductas sexuales responsables. Responsables significa que saben lo que les conviene, saben lo que han decidido para sus vidas y son capaces de llevarlo a la práctica; esa es nuestra aspiración. Las orientaciones deben ser de parte de los padres en los temas valóricos; sabemos que hay un consenso en la sociedad de que las personas deben ser responsables en materia de afectividad y sexualidad, por lo tanto, nuestro trabajo es eso. Ser responsables es saber discernir entre lo que está bien y lo que está mal y actuar en consecuencia, saber ver las consecuencias de sus actos”.
-¿Las cifras de embarazo adolescentes deben ser las que mejor reflejan si los jóvenes están siendo o no responsables?
“Sí... el embarazo adolescente, claramente, es falta de responsabilidad, ciertamente. Aunque hay casos de embarazadas que, sabemos, se trata de chicas desorientadas y que están tan mal que quieren tener un hijo”.
-¿Cómo ha ido la curva de los embarazos adolescentes?
“Empezó a descender, Chile es de los países en que la tasa de embarazo adolescente empezó a descender finalmente y las tasas se mueven con una lentitud (alarga la palabra).
“El año 94, cuando se hicieron los primeros estudios, habían 40 mil embarazos adolescentes anuales; este año, considerando hasta los 19 años, tenemos casi 21 mil padres y madres en el sistema escolar”.
-¿Siguen siendo las jóvenes de entre 14 y 19 años las más fértiles?
“Sí, porque la tasa natalidad bajó mucho en los otros grupos etarios con la planificación familiar, al igual que los abortos. Ahora sé que la tasa de maternidad de las adolescentes está empezando a reducirse y eso va a asociado a la mayor escolaridad. Las chicas que logramos retener en el sistema tienen una guagua y después ya no tienen más; antes, la que era expulsada, seguía teniendo porque se quedaba dando vueltas por ahí”.
María de la Luz Silva insiste en el tema de que ante el bombardeo de la televisión e Internet y la carencia de educación sexual, los pares de los adolescentes se transforman en loss principales educadores y referentes. “Si hay niñitas de 6 años que preguntan cosas que si no las vieran en televisión no las preguntarían”, comenta.
-¿Cuánto de esto revela disfuncionalidad en las familias y entorno?
“Como se dice esto ocurre en las mejores familias y a veces hay padres que se sorprenden del hecho y dicen
si yo he sido tan preocupado de ella y le ocurrió esto. Hay niñitas bien enseñadas que dicen que no son sexualmente activas y por lo tanto no toman pastillas, no toman medidas de protección, pero simultáneamente en su discurso, en su medio ambiente, está la afirmación de que tendrían relaciones prematrimoniales solamente por amor. Con esa afirmación se abre una puerta a que, aún cuando no se definen sexualmente activas, en el momento del enamoramiento se transforman en sexualmente activas y no están preparadas. Entonces uno tiene que trabajar con ellas desde antes, advirtiéndoles que si se ellas se enamoran tienen que estar muy alertas, porque el impulso sexual tiene determinadas dinámicas que tienen que aprender a manejar; y si ellas no saben manejarlo porque nunca aprendieron y nadie les dijo que tenía esa fuerza, entonces no saben qué hacer y llegado el momento, pierden la capacidad de controlar su conducta adecuadamente.
“Históricamente, las que se embarazan son las niñitas que tienen mayor precariedad, es decir, o no tienen acceso a planificación familiar o son las más ingenuas”.
-¿Qué tan disociados tienen los jóvenes la afectividad de la sexualidad?
“No te lo puede contestar; pienso que en algunos nada y otra, una minoría, que es la que se ve en televisión, vive esa situación de haber descubierto el juego del sexo; diría que no son una mayoría”.
-Es sabido que han aumentado las prácticas de sexo oral y anal como prevención del embarazo. ¿Está un joven de 15 años preparado para ello, para iniciarse en ese tipo de prácticas sexuales?
“Bueno, yo diría que a los 15 o 16 años no se está preparado para enfrentar relaciones afectivas y que implican, además, sexualidad. Obviamente que los jóvenes tienen que ir aprendiendo a desarrollar sus relaciones y sus proyectos de vida; una sexualidad mal encauzada obviamente los lleva a situaciones que no son las que ellos se proponen.
“El tema es que hay que trabajar proyecto de vida con los jóvenes, porque sino no tiene sentido darles normas de cómo tener sus conductas. Un proyecto de vida en pareja, es un tipo de proyecto de vida que les va a permitir construir familia, entonces, los proyectos son un tema muy importante en la vida de los jóvenes”.
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