El uso de la plancha alisadora deja, en un primer momento, una cabellera brillante y ordenada, pero a medida que se quiere repetir el efecto más días en la semana, el pelo termina siendo la víctima del fuerte calor que se aplica sobre él.
Como resultado, lo que se luce termina siendo un cabello que, por más liso que esté, se ve dañado, opaco y deshidratado. ¿Cómo evitar el deterioro y continuar con el look perfecto? Lo primero es
escoger una buena plancha.
“Antes lo que teníamos eran dos placas que, prácticamente, freían el pelo, y que lo terminaban resecando y frizando. Pero desde hace años que comenzaron a aparecer planchas ionizadas, que dan brillo y mantienen la humedad del cabello”, cuenta Luis Lagos, de la peluquería Sebastián Ferrer del Parque Arauco.
El estilista explica que es importante fijarse en que sea una plancha de marca reconocida, como las que son utilizadas de manera profesional, y que cuentan con tecnologías de iones –que mantiene la humedad- placas de cerámica, y muchas de ellas permiten controlar el calor con el que se desea peinar. Sus precios no suelen estar entre los más bajos pero garantizan el mínimo daño del cabello.
En cuanto a la periodicidad de su uso, éste dependerá de dos factores primordiales. El primero es la aplicación de un
producto térmico previo al alisado, como advierte la estilista y colorista del salón Roberto Giordano de Las Ursulinas, Elida León.
“La idea es protegerlo antes del calor extremo”, explica ella. Para eso existen herramientas como el “Thermal Creations. Spray protector del calor” de TRESemmé, el “Iron Finish” de L’Oreal o el “High Hair. Flat Iron Spray”, de Wella. Ambos se utilizan antes de la plancha, secador u ondulador.
El segundo factor imprescindible es un
tratamiento de hidratación para el cabello. Éstos pueden ser masajes capilares cada 15 días, con cremas o ampollas en un salón especializado, o usando productos reconstructores dos veces por semana, dependiendo de cuánto se utilice la plancha. El “Ciment Thermique”, de Kérastase, o “Power Mask”, de Wella, funcionan.
Incluso León propone un método que utiliza keratina e incluye el uso de la plancha para obtener mejores resultados: “Se aplica la keratina al cabello recién lavado y, luego, se ocupa la plancha para que, con el calor, el producto penetre mejor”. Esto se mantiene por tres días, antes de volver a lavarse el pelo y devuelve a la cabellera sus vitaminas y humedad.
Sobre la posibilidad de usar la plancha sobre
el pelo mojado o recién lavado, los expertos no se ponen de acuerdo; algunos dicen que acelera su daño porque para conseguir el alisado, debe aplicarse la plancha mucho más rato para primero secarlo; y otros afirman que no le pasa nada extremo, siempre que se utilicen los productos.