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Blog de padres: Cómo trabajar las habilidades blandas de los niños

La comunicación asertiva, la flexibilidad y la proactividad, entre otras, son prácticas que se aprenden en la primera infancia. Mª Paulina Schwarze Fraile, subdirectora de Editorial Caligrafix, entrega tips para desarrollarlas.

30 de Agosto de 2016 | 12:53 | Por Mª Paulina Schwarze
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La capacidad de comunicarse adecuadamente, el poder trabajar en equipo con eficiencia y armonía o la postura flexible ante las diferentes circunstancias, son comportamientos determinantes para la vida y posibles de fomentar desde la etapa escolar. Lo más adecuado es ir aunando los esfuerzos de los padres y del sistema escolar mediante múltiples actividades.

Las habilidades blandas se aprenden y esa instrucción comienza en la primera infancia. Los educadores y orientadores hablan de ellas presentándolas como un conjunto de prácticas no cognitivas, que muchas veces toman variados nombres, tales como comunicación asertiva, adaptabilidad y flexibilidad, proactividad, iniciativa o trabajo en equipo. Cualquiera sea su nombre, lo común es que se trata de factores esenciales para aprender y desenvolverse exitosamente en todos los ámbitos de la vida.

Desde pequeños, el desarrollo de las habilidades blandas implica un proceso a largo plazo y es por eso que se deben potenciar desde la infancia temprana. Para ello lo fundamental es reforzar:

- La creatividad mediante la actividad artística.

- La flexibilidad y adaptabilidad ante cambios, mediante ejercicios donde el pequeño reconozca cuáles son las cosas que ha dejado de hacer, las que requiere seguir haciendo y las que necesita seguir mejorando. Es muy útil para esto llevar un registro escrito.

- El pensamiento reflexivo y crítico con la ayuda de un tutor o guía que acompañe en cada proceso que se experimenta. Esta habilidad se puede fomentar con actividades relacionadas con el debate o la discusión.

- La comunicación mediante trabajo grupal y de roles; sirve la creación de subgrupos con distintas afinidades y las actividades extraprogramáticas, así como las interacciones con la comunidad para conocer otras realidades y, si es posible, participar de éstas.

En este sentido, en el colegio el ambiente es propicio para que los niños compartan con sus pares y pongan en práctica los valores adquiridos en el hogar, las habilidades sociales y sus fórmulas de resolución de conflictos, produciéndose un aprendizaje, adquisición y/o corrección paulatina de las habilidades blandas. Todas ellas, tan necesarias para el éxito futuro.

Y, para fomentarlas recomendamos hacerlo a través de las prácticas deportivas y los trabajos grupales en el aula o en el patio. También:

- Crear talleres que fomenten el trabajo en equipo colaborativo que permita incentivar actividades y la comunicación entre los estudiantes.

- Hacer trabajo con la comunidad con talleres que involucren a los padres y al entorno. De esta manera, los alumnos pueden adquirir sentido de identidad mucho más elevado y resultan capaces de llevar a cabo una labor en equipo con mejores resultados.

- Usar metodologías variadas y diferentes. Cuando se innova y varía respecto de las que se utilizan habitualmente en el desarrollo de habilidades cognitivas, se busca abrir la mente de los niños y favorecer la adaptación a los cambios.

- Pensando en los estudiantes de enseñanza media, se sugiere crear un módulo de recursos humanos. Se trata de que se encargue de preparar a los alumnos para el mundo laboral, enseñándoles desde cómo vestirse y hablar, hasta cómo elaborar su currículum y desenvolverse en una entrevista personal.

- Acompañar a los estudiantes directamente. Este acompañamiento debe ser en conjunto con psicólogos y orientadores.

- Potenciar talleres enfocados en el desarrollo de las habilidades de comunicación y el desarrollo de la autoestima. La idea es ofrecer actividades y trabajos vinculados a reforzar la construcción de identidad.

Ocuparse de los alumnos introvertidos. Si siempre se potencian las habilidades blandas a través de actividades grupales, se irá dejando de lado a aquellos estudiantes que han desarrollado menos habilidades comunicativas. Para ellos, se recomienda, además, contemplar estrategias más a largo plazo, incorporando actividades que permitan que todos los estudiantes puedan participar, incluso los tímidos, reforzándolos en sus logros de manera que logren seguridad al empoderarse de sus propias capacidades.

Saludos,

Mª Paulina Schwarze Fraile, subdirectora de Editorial Caligrafix. Profesora de Estado en Castellano (PUC), Licenciada en Letras (PUC), Magister en Comprensión Lectora y Producción de textos (Unab).
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