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Lagom y wabi-sabi: Las corrientes que más suenan este 2017 para ser feliz

Mientras se dice que el 2016 fue el año del "hygge" danés, en los últimos meses han aparecido nuevos conceptos de otros países para encontrar equilibrio en la vida.

12 de Marzo de 2017 | 09:30 | Emol
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Fotobanco
SANTIAGO.- “Hygge” el término danés para describir el secreto del país más feliz del mundo en los ránkings, alcanzó tal popularidad el año 2016 que en Estados Unidos, los libros al respecto se transformaron en best seller, mientras se publicaban varios otros títulos para difundir la forma en que los daneses mantienen su bienestar mental durante el largo invierno.

Pero este 21017, han aparecido nuevos términos, y de otros países, para fomentar maneras de ver la vida que promuevan la felicidad: “lagom” y “wabi-sabi”.

Este último, como podría sospecharse, es japonés. Y se trata de una especie de filosofía de vida –y corriente estética- que proviene de la corriente zen, y que promueve encontrar la belleza simple en lo imperfecto.

Medios británicos ya han presentado este concepto como “el nuevo hygge”, y explican el wabi-sabi como (wabi) “más es menos” y (sabi) encontrar placer en lo defectuoso, apuntando a aprender a vivir con satisfacción de forma modesta, y tras despojarse de las cosas innecesarias.

“Es estar satisfecho con una pequeña cabaña, una habitación de dos o tres tatamis y con un plato de verduras recogido en los campos vecinos, y tal vez escuchar el sonido de una lluvia de primavera suave”, explicó El País el año pasado, citando a Daisetz Teitaro Suzuki, quien fuera uno de los promotores del budismo zen en Occidente.

Sin embargo, The Telegrah publicó una columna algo escéptica de esta corriente. Según se señaló, esta filosofía ha ido tomando popularidad en personalidades que, aparentemente, no viven de forma modesta, tal como predica el wabi-sabi. Y se menciona entre sus seguidores a la actriz Jessica Alba, el músico will.i.am y el cofundador de Twitter, Jack Dorsey.

“Después de todo, Dorsey compró una casa por 10 millones de dólares con vista al puente Golden Gate de San Francisco, porque, como él pretenciosamente tuiteó: “’Necesito del mar porque me enseña’. –Pablo Neruda”, escribió el autor del artículo.

Lagom, la mesura sueca

Ni mucho ni poco, sino que la cantidad justa. Esa sería la definición de “lagom”, palabra escandinava –al igual que “hygge”- que se exporta hoy en día desde Suecia como pan caliente.

Se trata de ser frugal, comedido en los recursos: comida, bebida, tiempo, dinero, energía. Y parece tener una buena acogida en Inglaterra. Si bien el “hygge” sigue siendo más famoso, ya existen incluso revistas británicas basadas en el concepto sueco, como la “Lagom” en Bristol.
Uno de sus editores, Elliot Stocks, describe el término como una forma de vivir, a diferencia del “hygge” danés que privilegia momentos de bienestar.

Ikea, el gigante sueco de muebles y decoración, tiene incluso “The live lagom project”, donde se promociona una línea de productos sostenibles y de paso, las personas comparten sus actos “lagom” diarios, como cerrar la llave del lavamanos mientras se lavan los dientes, o cocinando preocupados por la eficiencia energética, y de paso, ahorrando dinero. Las finanzas son incluidas en esta manera de vivir.

“Cuando vivamos en modo “lagom”, seremos capaces de administrar bien nuestro dinero, sobre todo cuando llega el fin de semana. En este estilo de vida no hay espacio para las copas de más. Debemos planear qué haremos el sábado y preguntarnos: ¿en realidad es necesario pasar la tarjeta a diestra y siniestra? “, se lee en un artículo de El País, en enero pasado.

Puede que “hygge”, “wabi-sabi” o “lagom” no den la solución exacta a los problemas de muchos o que sean solo modas como algunos dicen, pero sí podrían aportar nuevas formas de encarar de vez en cuando la vida para hacerla más placentera.
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