La princesa en la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2020.
EFE
España tiene a partir de este sábado una heredera al trono quinceañera, que la llevará a una creciente actividad institucional, condicionada temporalmente por la pandemia y en una tesitura desconocida por la Corona, al ser diana de críticas, incluso desde partidos que están en el Gobierno.
En este sentido,
el último año de Leonor de Borbón, princesa de Asturias,
supuso un curso acelerado sobre las dificultades a las que se enfrentan tanto el país como la propia institución monárquica.
Y en su vida privada sufrió algunos cambios idénticos a los de la mayoría de adolescentes, que, a consecuencia del coronavirus, vieron cómo tenían que recluirse en casa, modificar hábitos y seguir sus clases por videoconferencia.
Junto con su hermana, la infanta Sofía, en pleno confinamiento, se sumó a la ola de solidaridad ante el momento que vivía España y, en un video difundido por el Palacio de Zarzuela, recordó el sufrimiento de quienes habían perdido a algún familiar por el coronavirus y agradeció su labor a todos los que estaban ayudando en la lucha contra la pandemia.
También participó con los reyes y la infanta Sofía en un minuto de silencio en Zarzuela, residencia oficial de la familia real, por las víctimas del covid-19; asistió al acto de homenaje a todas ellas en el Palacio Real, y en su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias, llamó a la responsabilidad de los jóvenes ante el coronavirus.
La edad de la princesa le hace ser ya consciente de lo que representa, de lo que supone la institución, y de las críticas y cuestionamientos que sufre la monarquía por parte de colectivos de diverso signo y de algunas formaciones políticas, entre ellas, Unidas Podemos, que forma parte del Gobierno español junto con el partido socialista.
Y también puede entender el alcance de una situación como la que llevó a su abuelo, el rey Juan Carlos, a abandonar España el pasado mes de agosto, en pleno escándalo por su antigua relación con la alemana Corinna Larsen y sus supuestas cuentas ocultas en Suiza, que sirvió para alimentar los argumentos de quienes desean acabar con la monarquía en España.
A sus 15 años, falta menos para resolver incógnitas como si tendrá formación militar, de qué tipo, qué estudios realizará, si cursará alguno en el extranjero.
También cuándo representará por vez primera a España en algún evento internacional, un estreno que su padre protagonizó en Cartagena de Indias (Colombia) cuando tenía los mismos años que ahora cumple la princesa.
De momento, continúa con su preparación y cuando en 2023 cumpla 18 años, deberá jurar ante el Congreso, como hizo su padre, fidelidad a la Constitución.
