La ministra
Suella Braverman se convirtió esta semana en la
primer miembro de un gobierno británico que puede tomarse un
permiso de maternidad conservando su cargo, tras la entrada en rigor de una nueva ley que ahora lo permite.
Braveman, de 40 años,
será sustituida durante seis meses por uno de sus adjuntos, mientras sigue cobrando su sueldo como Fiscal General, ministro que aconseja el Ejecutivo en cuestiones jurídicas.
La política, embarazada de su segundo hijo, expresó en un video en Twitter su
entusiasmo por "formar parte de la historia".
Celebrando este "momento decisivo" para el país, afirmó mandar así un
mensaje "a las mujeres jóvenes que quieran hacer carrera en la política".
El Primer Ministro
Boris Johnson le envió "
los mejores deseos para su licencia de maternidad
y espera verla en otoño", según un comunicado de Downing Street.
La ley anterior, "obsoleta" según ha admitido el Ejecutivo,
la habría obligado a renunciar a su cargo si deseaba tomarse un permiso de maternidad tras el nacimiento de su bebé.
Consultado sobre si la nueva legislación podría aplicarse a una futura Primera Ministra, un portavoz de Downing Street afirmó en febrero que
"se aplicará a cualquiera que esté en el gobierno".
"Es bastante increíble que las ministras a lo largo de la historia se hayan visto obligadas a dimitir o a ser degradadas cuando han decidido tener hijos", fustigó entonces la laborista Rachel Reeves.
"Las mujeres trabajadoras no deberían verse obligadas a elegir entre tener hijos y sus carreras", dijo.