La jueza explicó que en la vida de la niña hay una mamá y también existen dos papás, a quienes nombra como "papito" y "papino".
La Nación, GDA
Una inédita resolución adoptó una jueza de Familia en Argentina, quien dispuso que una niña de 3 años tenga tres vínculos filiales. Así, pasará a tener tres apellidos: el de su madre, el de su padre biológico y el de su padre socioafectivo.
En el fallo, dictado por la magistrada Valeria Vittori, de los Tribunales Provinciales de Rosario, se establece que se deberá confeccionar una nueva acta de nacimiento y un nuevo documento nacional de identidad que deje asentada la triple filiación de la menor.
La decisión fue adoptada pese a que el Código Civil y Comercial argentino (CCyC) estipula que "ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la filiación".
El caso se originó a raíz de una petición realizada por el padre biológico de la niña. Según trascendió, el sujeto se enteró de que era el progenitor de la menor después de su nacimiento, mediante un examen de ADN. La madre ya había iniciado otra relación y fue su nueva pareja quien reconoció a la niña al nacer. Ante esto, el padre biológico inició una acción de impugnación de filiación contra el padre socioafectivo.
"Un hombre promueve una demanda de reconocimiento de la filiación en contra de quien la reconoció (a la niña), la inscribió y, además, cumplió el rol de padre", dijo la magistrada, en declaraciones radiales. "Se presenta y dice: 'Él no es el padre, soy yo'", contó la jueza. "Además de pretender que sea desplazado quien reconoció a la niña, el hombre pretende que se suprima su apellido", detalló la magistrada.
La petición del hombre fue resistida por la madre de la menor y también por quien ocupó el rol paterno. "En los hechos él considera que fue quien ejerció el rol paterno, por ende, se niega a ser desplazado como padre y que se quite el apellido", agregó la jueza.
Jueza: "Una prueba científica no puede desplazar a quien ocupó ese rol"
Indicó que "la particularidad del caso es que la norma 558 del CCyC no permite que una persona pueda tener más de dos vínculos filiales. Si yo tuviera que aplicar esa norma, tendría que decir no al biológico o al socioafectivo, y sí a la madre porque no se discute. Yo no hago eso: yo analizo la causa a la luz del principio rector del interés superior del niño en concreto, pensando que ese interés es dinámico y flexible. Me aparto de la cuestión de que los vínculos filiales son binarios como impone la norma".
"La prueba de ADN es irrefutable y no se puede desconocer, pero no puedo desoír la realidad de los hechos, la consolidación de los vínculos que tuvo esta niña con el hombre que la reconoció. Una cosa es engendrar, otra cosa es la filiación, que corresponde a funciones y roles en un núcleo familiar. Entonces no puedo permitir que una prueba científica desplace a alguien que ocupó ese rol y legitimo los vínculos amorosos preexistentes", explicó.
Según Vittori, fue crucial el testimonio de la niña en la causa. "Manifestó con claridad meridiana que en su vida existen dos papás, a quienes nombra como papito y papino". "Yo no puedo aplicar la norma del Código Civil que establece dos vínculos de filiación y nada más, porque eso sería una hipocresía y un atropello a la verdad", concluyó la jueza.