Los ostensibles cambios de temperatura, que han derivado en episodios de calor extremo cada vez más comunes, han puesto un nuevo desafío para las tendencias y la industria de la moda, que ha tenido que adaptarse a estas nuevas circunstancias para mantenerse a flote.
Dos estaciones en lugar de cuatro, menor demanda de prendas de invierno y mayor presencia de prendas más ligeras, con productos como el algodón, son algunos de los puntos que menciona Clara Tomé, experta en derecho ambiental y embajadora del Pacto Europeo por el clima.
¿Cómo está afectando el cambio climático a la moda?
Las temperaturas más altas están llevando a una transición de cuatro estaciones a solo dos: meses de calor extremo y meses de frío.
Disminuye la demanda de ropa de invierno y aumenta la de prendas ligeras en productos como el algodón.
Se considera que el invierno ya no es tan frío y el verano es cada vez más extremo.
Olar de calor en Italia. | EFE
Por ejemplo, el verano boreal fue el más caluroso a nivel mundial desde que se realizan registros, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S).
Este evento extremo destaca cómo el cambio climático modifica los hábitos de consumo y producción de moda.
¿Cómo afectan las altas temperaturas a las temporadas tradicionales?
Se han desdibujado las temporadas de primavera-verano y otoño-invierno.
Los periodos de entretiempo se acortan considerablemente.
Cada vez se avanza más a que queden sólo meses de frío y de calor extremo.
¿Cómo impacta la crisis en la producción de materias primas?
Aumenta la vulnerabilidad de materias primas como el algodón, que sufre por sequías y temperaturas extremas.
Esto podría generar mayores costos y problemas de disponibilidad.
¿Qué cambios en el diseño de moda podrían producirse?
Es probable que exista una mayor demanda de prendas ligeras y versátiles.
Habrá menor interés en prendas para climas fríos en ciertas regiones.
Potencial auge de una moda más funcional y atemporal.
Se dará mayor importancia a la durabilidad.
¿Qué desafíos enfrentan las empresas de moda?
Cambiar materiales de forma sostenible desde la producción inicial hasta el reciclado.
Hoy en día, solo se recicla el 1% de toda la ropa producida.
Pilas de prendas de vestir descartadas en Alto Hospicio. | AFP
Las soluciones superficiales, como envoltorios biodegradables o pequeñas colecciones de poliéster reciclado, ya no son suficientes.
Necesitan avanzar hacia cambios estructurales y sistémicos en el modelo de negocio.
¿Qué papel tiene el consumidor en esta transformación?
Cada compra es como un voto a favor de las prácticas de las empresas.
Se recomienda evitar comprar en cadenas de moda rápida.
Se sugiere comprar ropa de segunda mano.
Normalizar el repetir prendas en diferentes ocasiones.
Explorar y reutilizar ropa de amigos, padres o abuelos.
Adoptar prácticas que fomenten la creatividad y la personalidad en lugar de seguir microtendencias de manera automática.