A la izquierda, un grupo de habitantes de Venecia reunidos para protestar por el matrimonio de Jeff Bezos y Lauren Sánchez. A la derecha, la Escuela de la Misericordia, donde se realizaría la ceremonia principal.
AFP
El inminente matrimonio del magnate estadounidense
Jeff Bezos con la expresentadora de televisión
Lauren Sánchez ha desatado las
protestas ciudadanas, que denuncian la transformación de Venecia (Italia) en un "escaparate de lujo" al servicio de los multimillonarios, mientras las autoridades replican que es sólo "una boda más".
"El Ayuntamiento ve Venecia como la
gallina de los huevos de oro", asegura a EFE Marta Sottoriva, de la plataforma ciudadana "No Space For Bezos", que convocó a una
manifestación el próximo 28 de junio para bloquear el acceso de los invitados al centro histórico de una de las ciudades más turísticas del mundo.
Con 15 millones de visitantes anuales y peaks diarios de hasta 100.000 personas, l
os venecianos han intensificado en los últimos años la lucha contra un turismo de masas que ha convertido su ciudad en un "parque temático". Y eso a pesar de ser la primera del mundo en imponer un peaje turístico de entrada.
Además, la romántica "Ciudad de los Canales" se ha convertido también en el
destino preferido para las bodas de muchas celebridades y estrellas, como George Clooney, cuyo enlace ya paralizó Venecia en 2014.
Para el matrimonio del fundador de Amazon se espera una larga lista de famosos y multimillonarios, y una serie de eventos exclusivos, previsiblemente del 26 al 28 de junio, aunque
ni las ubicaciones ni las fechas exactas han sido confirmadas todavía, lo que está generando un constante cambio de versiones.
Venecia, "un parque de atracciones"
"Bezos representa el tipo de economía que ha contribuido a vaciar la ciudad de residentes", afirma Sottoriva.
Con casi el mismo número de residentes (49.313) que de plazas de alojamiento (49.176),
desde 2017 la población se ha reducido un 7%, la misma proporción en la que han crecido los visitantes, según el Observatorio Cívico de la residencia (Ocio), un colectivo local de investigadores y habitantes.
"No Space For Bezos" denuncia que la privatización del espacio público, el posible cierre de accesos al centro y el mayor control policial, refuerzan la
sensación de que Venecia "ya no es una ciudad real, sino un parque de atracciones".
El lugar de la ceremonia principal no está confirmado por motivos de seguridad,
pero medios locales avanzan que será la Escuela de la Misericordia, un edificio histórico en el corazón de la ciudad
que, según los opositores al enlace, está vinculado a los intereses privados del alcalde, Luigi Brugnaro, investigado por una presunta trama de corrupción.
Allí se llevará a cabo la protesta el 28 de junio, con el objetivo manifiesto de
frenar el acceso de los invitados.
"
Es un lugar muy fácil de bloquear. Esperamos que la policía intente detenernos, pero esta es la forma que Venecia tiene de resistir", asegura Sottoriva, que también critica que
las ganancias que el evento dejará en la ciudad son solo "migajas", concentradas en pocas manos.
La boda de Bezos, "un evento privado más"
El concejal de Turismo, Simone Venturini, replica a los opositores y asegura a EFE que
se trata de "una boda más, un evento privado, en espacios privados, que no ocupa ningún lugar público de la ciudad" y con "números contenidos" en comparación con otras bodas celebradas en Venecia.
"Esperamos que los manifestantes entiendan que
corren el riesgo de hacer daño a la imagen de Venecia y a todos los trabajadores implicados en el sector de los eventos, que representan el turismo de calidad", señala.
Venturini insiste en que
no está previsto un despliegue policial extraordinario, pero que, si se confirman las protestas y manifestaciones, "tal vez sea necesario intervenir, lo cual podría generar molestias a los ciudadanos".
"Si no se hubiera anunciado la protesta, nadie se habría dado cuenta" de la celebración de la boda, sentencia.
Desde la oposición, Marco Gasparinetti, concejal de la lista cívica "Terra e Acqua", reconoce a EFE la dificultad de posicionarse sin conocer las repercusiones reales que tendrá el enlace en la vida diaria de la ciudad.
"Decir que no o que sí a todo es lo más fácil. Lo difícil es buscar el equilibrio", explica.
Gasparinetti propuso
la isla de San Giorgio como alternativa viable para celebrar el enlace: un lugar "totalmente aislado, sin residentes y sin crear molestias", donde la semana pasada "No Space For Bezos" desplegó una pancarta desde lo alto de su campanario, de 75 metros de altura, con el nombre de Bezos tachado con una gran X roja.