BERLIN.- Michael Schumacher es tan rápido en las pistas como fuera de ellas. Y con sus declaraciones, intenta sacar ventaja como si estuviera dentro de una máquina de Fórmula 1.
Mientras aguarda el Gran Premio de Italia, tan especial para su equipo, Ferrari, que estará respaldada por miles de tifosi en Monza, el piloto alemán no dudó en poner presión sobre el líder del campeonato, el finlandés Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes).
"Me gustaría saber cómo es manejar un McLaren. Sólo para ver si es tan fácil de conducir como parece desde afuera", comentó Schumacher.
El alemán fue cuestionado después de perder la punta del campeonato y varios medios europeos pusieron en duda su condición de piloto número 1, dándole ese "título" a Hakkinen, que se ganó todos los aplausos al superar a su rival en el Gran Premio de Bélgica, a sólo tres vueltas del final, y con el rezagado Ricardo Zonta en el medio de la maniobra.
Schumacher realizó esas declaraciones a la revista semanal Bunte, de Alemania, a la que destacó su confianza en conquistar el campeonato. "No voy a volverme loco. La ventaja de seis puntos se puede descontar fácilmente", agregó Schumy.
Schumacher dijo también que el nivel de motivación en su equipo era muy elevado y que nadie estaba "tirando la toalla".
