MADRID.- El Real Madrid llevó a cabo este lunes su última sesión de entrenamiento antes de la decisiva gira internacional a la que dará comienzo mañana, visitando el miércoles al Leeds inglés por la Liga de Campeones para viajar después a Tokio para la final de la Copa Intercontinental ante Boca Juniors.
Vicente del Bosque ha decidido desplazar a Inglaterra a 19 hombres, a los que se añadirán después en Francfort, donde tomarán el avión para Tokio, los cuatro jugadorse restantes disponibles que no viajan para el choque con el Leeds.
En principio, la única duda significativa de cara al viaje a Japón es la del centrocampista español Albert Celades, que hoy siguió entrenándose por separado.
Los jugadores del cuadro español no hicieron apenas referencia al choque con Boca Juniors en sus declaraciones, en las que centraron su atención en el difícil compromiso europeo del miércoles.
"Un equipo inglés en su estadio es siempre un rival temible", explicó Raúl para resumir las impresiones de su equipo. El delantero valoró al equipo boquense como "un cuadro sólido, con jugadores de calidad. El choque será más difícil que el de hace dos años ante el Vasco de Gama, y una jugada de calidad puede desequilibrar".
El portugués Luis Figo admitió que para la mentalidad europea, "la Copa Intercontinental no es tan importante como en Sudamérica. Pero queremos ganarla, por supuesto".
Comparando a los dos rivales que tendrá el Real en este periplo decisivo, Figo considera superior a Boca: "En principio parece contar con una mayor calidad técnica de su lado. Pero eso, en el fútbol de hoy, muchas veces no quiere decir nada".
El ambiente en el equipo madridista es de gran optimismo, especialmente tras el afortunado triunfo del pasado sábado en Villarreal. "Son tres puntos muy importantes porque nos permitirán no perder muchas diferencias respecto a la cabeza para cuando volvamos de Tokio", apuntó Raúl.
El Real verá aplazado su próximo compromiso de Liga, previsto para este fin de semana con el Zaragoza.
