BUENOS AIRES.- Un niño de 12 años murió hoy a raíz de un disparo que recibió en la cabeza después de presenciar un partido de la tercera división del fútbol argentino disputado el lunes, informaron fuentes médicas.
Néstor Galarza había sido ingresado anoche en grave estado en el Hospital de Niños de Buenos Aires, donde falleció esta madrugada pese a los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida.
El pequeño fue alcanzado por una bala cuando salía del estadio del Estudiantes de Buenos Aires después de ver el partido en que el Deportivo Merlo, equipo del que era simpatizante, fue derrotado por 5-3 en la cuadragésima jornada del torneo de la Primera B.
La agresión se produjo en un confuso episodio y el hombre que efectuó el disparo, un vecino de la zona identificado como Daniel Antonio Auterio, de 34 años, fue detenido por la policía y retirado bajo una fuerte custodia debido a que los hinchas del Deportivo Merlo intentaron lincharlo.
El hecho ocurrió en el distrito de Tres de Febrero, situado a las afueras de Buenos Aires, donde al parecer Auterio salió de su casa con una pistola calibre nueve milímetros para detener los desmanes que provocaban los simpatizantes.
Néstor Galarza es el segundo menor que pierde la vida este año a causa de la violencia en los estadios de fútbol de Argentina, donde también murieron seis mayores en diversos incidentes entre ’’barras bravas’’ (grupos de hinchas violentos) o por la represión policial.
El pasado domingo, un joven de 23 años fue asesinado de varias puñaladas en la espalda durante un partido de la Primera División disputado entre el Unión y el Colón de la provincia de Santa Fe, en el centro del país.
Los desmanes dentro y fuera de los estadios de fútbol argentinos han causado 168 muertes en los últimos 40 años, según cómputos de la prensa local.
Aunque el gobierno ha advertido en reiteradas ocasiones que suspenderá todos los torneos en caso de continuar los episodios de violencia, las ocho muertes ocurridas este año no han motivado esa decisión.
