SANTIAGO.- La justicia chilena decretó hoy la quiebra de la empresa propietaria del estadio Monumental de Colo Colo, a petición de sus propios dueños, que de este modo evitaron el remate del recinto, con capacidad para 70.000 personas.
"No tuvimos más remedio que pedir nosotros mismos la quiebra, pues era la única forma de evitar el remate del estadio", dijo a los periodistas Francisco Goñi, uno de los directivos de la Inmboliaria Colo Colo S.A., propietaria legal del estadio situado en el sector sur de Santiago.
Goñi recordó que la justicia ya había ordenado dos veces el remate del estadio, a solicitud de algunos acreedores, y que había rechazado los recursos con que la Inmobiliaria intentó detener el proceso.
De este modo, el estadio se suma al Club Social y Deportivo Colo Colo, que fue declarado en quiebra el pasado enero y desde entonces es administrado por el síndico Juan Carlos Saffie.
La solicitud de quiebra de la Inmobiliaria fue tramitada y acogida por la jueza Silvia Papa, del Octavo Juzgado Civil de Santiago, quien designó como síndico a Marcelo Aguayo, según dijeron fuentes de la entidad deportiva.
Aguayo deberá constituirse cuanto antes en el estadio, confiscar todos los activos, verificar los créditos no pagados y convocar a la junta de acreedores para que tome las decisiones del caso.
Según Goñi, la idea no es vender el estadio para pagar las deudas, sino ordenar los compromisos y diseñar un proceso para generar recursos y pagar lo que se debe.
"Lo que nos interesa es que el club siga funcionando", dijo el dirigente, que añadió que la mejor fuente de recursos para el estadio es que Colo Colo siga jugando de local en el Monumental.
El directorio de la Inmobiliaria ha pensado también en la posibilidad de vender parte de los terrenos que rodean el estadio propiamente tal -canchas de entrenamiento, estacionamiento y áreas de esparcimiento-, considerando que en el sector se han construido varios centros comerciales y condominios y el terreno ha aumentado considerablemente su valor.
Sin embargo, se trata de un proceso complejo, pues antes de la venta se debe gestionar un cambio de destino legal de los terrenos que se pretenden vender, para que en los mismos se puedan construir edificaciones.
