SANTIAGO.- Eliseo Salazar es único en su especie. El mejor piloto chileno de la historia tiene un hito que pocos pueden contar en el mundo del automovilismo: ha participado en cada una de las principales competencias tuercas alrededor del planeta.
Y es que Salazar puede presumir de haber corrido en la Fórmula 3 británica, la Fórmula 1, la serie Indycar, las 24 horas de Le Mans, el Rally Dakar, el Campeonato Mundial de Rally, entre otros importantes eventos.
Desde 1979, ha recorrido el mundo a toda velocidad y desde entonces no se ha detenido, pese a los numerosos accidentes que ha sufrido. En cada ocasión se levantó y volvió a las pistas como si nada hubiese pasado.
Hoy, a los 57 años, sigue vigente y la semana pasada volvió a hacer historia al correr el rally de Argentina, válido por el Campeonato del Mundo, corriendo en un Mini y finalizando la prueba en el 12º lugar.
De vuelta en Santiago, el piloto se dio tiempo para conversar con Emol y recordar los principales hitos de su extensa trayectoria, a la que aún no piensa poner fin.
Triunfo en Argentina
"Sin duda que uno de los momentos que más recuerdo es haber ganado en Argentina (Fórmula 4), algo que nunca había logrado ganar un extranjero. Ser el único piloto de afuera que ganó una competencia ahí fue muy especial".
Fórmula 1
" "Haber puesto a Chile como el tercer país sudamericano en la Fórmula 1, en un momento donde no cualquiera llegaba a esa categoría, es un hecho muy destacable para mí. Hoy es muy fácil llegar, porque el mundo es más globalizado, pero venir de un país chico como el nuestro es muy meritorio".
"Conquistar el sexto puesto y ganar un punto en Holanda (1981) lo coloco como el hito más importante en mi paso por la Fórmula 1. Un año después fui quinto en una carrera (en Imola, San Marino), pero el primer punto siempre es especial y a eso le doy mucho más valor".
"Antes de la temporada de 1982 estuvimos a punto de llegar a Lotus. En las pruebas fuimos muy rápidos, le ganamos a pilotos muy destacados y sólo nos ganó Nigel Mansell. Al final se quedaron con él porque era inglés y tenía mucha proyección. Después quedó claro quién fue él en el automovilismo".
El "affaire" Piquet
"Mi historia con Nelson (Piquet) nace en la Fórmula 3 británica. Yo siempre tuve una gran admiración por él y llevaba una revista que decía 'quiero ser como Piquet' y justo en ese día que era mi primera carrera allá, llovía mucho y me encontré con él llegando en un Alfa Romeo. Para mí fue como la aparición del Señor, me llevó y después de eso nos hicimos amigos. Se convirtió en uno de los factores clave de mi carrera en Europa".
"Lo del choque (en el GP de Alemania 1982 en Hockenheim) fue una desinteligencia de ambos y fue un momento muy difícil para mí, ya que él era mi ídolo".
La vida después del gran circo
"En 1982 debuté en Le Mans, la segunda carrera más antigua del mundo y ser parte de eso fue muy especial. Además, fuimos octavos en 1990, después de ir punteando en un Jaguar, lo que no es nada fácil, fue un lindo recuerdo".
"También ganamos en prototipos en Japón en 1988, lo que sirvió para mantenernos vigentes en un momento clave".
Estados Unidos, su renacer
"En 1994 llegamos a la World Sport Car corriendo por Ferrari y ganamos muchas carreras (compartía equipo con el recientemente fallecido Giampiero Moretti) como las 6 horas de Watkins Glen. Para un piloto de autos manejar un Ferrari es lo máximo".
"Mi paso por la Indycar está lleno de recuerdos lindos. En el primer año (1995) terminamos cuartos en Indianápolis peleando mano a mano con (Jacques) Villenueve y (Christian) Fittipaldi, no ganamos sólo por una mala parada en los pits".
"Tras el accidente en Orlando (en 1996) me recuperé rápido (volvió en tres meses cuando le habían dicho que debía estar nueve fuera de las pistas), ganamos en Las Vegas el 97 coronando un gran año".
"La espina clavada es Indianápolis el 2000. Hicimos la vuelta más rápida en las clasificaciones, pero como se tomaban las cuatro mejores vueltas como promedio no hicimos la pole. Terminamos terceros, peleando con Juan Pablo Montoya gran parte de la carrera".
Reflexiones al cierre
"Es difícil venir de países chicos como Chile, sin tradición automovilística, a competir en Europa y Estados Unidos y lograr lo que yo logré en mi carrera. Seria increíble que un chileno llegue ahora a la Formula 1, en esta era mediática donde todo se agranda más de la cuenta, tendría mucho más repercusión que cuando lo hice yo".
"Por mi parte no tengo ningún arrepentimiento sobre todo lo que hice en mi carrera".
"Me da lata ser recordado sólo por los choques. Tuve sólo tres accidentes grandes en mi carrera y es normal. El mayor logro y el máximo triunfo de mi vida es haber vuelto a correr tras los choques en Estados Unidos. Lo de Orlando en 1996 fue muy grave y volví en tiempo récord, eso no lo hace cualquiera y es algo que voy a recordar siempre".
Es Eliseo Salazar. Un hombre de mil batallas, que sigue vigente y con ganas de seguir reescribiendo su historia a bordo de un auto de carrera.