Barra asegura que había sólo diez guardias de seguridad.
La Segunda
SANTIAGO.- Un caos se vivió desde temprano en las afueras del Estadio Nacional cuando cerca de cuatro mil hinchas de Universidad de Chile llegaron hasta el reducto de Ñuñoa para adquirir una de las
4.500 entradas que se colocaron a la venta para el choque ante Boca Juniors por la Copa Libertadores.
Desde el Plan Estadio Seguro reaccionaron ante los desórdenes que se produjeron en el principal coliseo deportivo, culpando directamente a Azul Azul por la situación.
"Es una irresponsabilidad de Azul Azul la organización en la venta de entradas, ellos no se preocuparon de la seguridad porque tenían apenas diez guardias de seguridad controlando la situación", señaló Cristián Barra a
Emol.El personero añadió que "es un abuso de los clubes todo lo que pasa, se les da la responsabilidad a Carabineros para que resguarden un negocio que es de un club".
Para evitar situaciones como ésta, el jefe Estadio Seguro señaló que la mejor opción es utilizar la tecnología. "Existen mecanismos que permiten comprar entradas por Internet, y claramente, esto es un retroceso", criticó.
Por su parte, desde Universidad de Chile, informaron que pasadas las 10:30 horas de esta mañana
las entradas se agotaron, poniendo fin al proceso de venta.